lunes, 21 de enero de 2019

CAUTIVERIO




Este poema "visual" de Carolyn Kizer, cuyos versos, a modo de fotogramas, parecen sacados de una película de los años cuarenta, explica cómo una educación exigente y muy celosa hacia los hijos, les trasmite un sentimiento soterrado de temor e inseguridad. Sumidos en el silencio y la obediencia se construyen espíritus mutilados, gargantas sin voz, artistas sin manos, científicos sin oficio, personas sin nombre. Y aun pudiendo responder a las  expectativas paternas del "producto final acabado" y el resultado de los logros pudiera parecer exitoso, no lo es. La virtud se deforma y el talento empequeñece cuando se vive cautivo bajo un régimen de vida autoritario y severo, como fue el caso de esta poeta estadounidense.  




C A U T I V E R I O 




El cuarto tiene pocos muebles:
una silla, una mesa, y un padre.

Se sienta en la silla junto a la ventana
libros sobre la mesa.
El momento es siempre justo después del almuerzo.

Pasas en puntas de pie mientras come su manzana
y lee. Levanta la mirada, enojado.
Ha escuchado tu respirar asmático.

Leerá durante años sin alzar la vista
hasta que tu niñez haya terminado:

olores, desorden y preguntas aburridas;
sangre, desde las primeras rodillas raspadas

hasta los primeros muslos manchados.
Estúpidas lágrimas de amor adolescente.

Un día levanta la mirada, complacido
por el producto final.
¡ahora está listo para amarte!

Entonces te induce con voz reservada
a leer a Keats. Tu lo aceptas todo.

Disciplinada en el silencio y el deber,
no le darás causa de reproche.
Se jactará de ti ante extraños.

Cuando la tarde envejece
caen sombras en un cuarto más pequeño
sobre la cama, los libros, el padre.

Le lees en voz alta
"La Belle Dame sans Merci."
le das su medicina.
Le dices que lo amas.

Esperas a que sus ojos se cierren definitivamente,
entonces puedes escribir este poema.







Carolyn Kizer

viernes, 18 de enero de 2019

LA ILUSIÓN QUE ME DESPIERTA

Un pensamiento tóxico repetido nos lleva a una disfunción de comportamiento nada aconsejable. No solo maneja una energía densa, tiene también una gran capacidad de contagio. Se acomoda en nuestra mente, que lo justifica y alimenta, de manera rápida haciéndolo cada vez más intenso. Más pronto que tarde esa negatividad  actúa directamente sobre nuestra autoestima y nuestro estado de ánimo, hasta llegar a la depresión... Esa vía neuronal que es un surco cada vez más y más profundo nos lleva al fracaso.
Intervenir en los pensamientos recurrentes negativos y cambiar su naturaleza es lo correcto. Encontrar buenas razones que justifiquen porqué están ahí, es el principio de que se diluyan. Los pensamientos inciden directamente sobre la salud, siempre podemos elegir con cuales de ellos queremos vivir para cambiar y mejorar nuestra vida.










Elegí la vida un poema de Rudyard Kipling


No quise dormir sin sueños:
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena,
y no la vida vacía de quien no busca nada,
de quien no desea nada más que sobrevivir cada día.

No quise vivir en la angustia:
y elegí la paz y la esperanza,
la luz,
el llanto que desahoga, que libera,
y no el que inspira lástima en vez de soluciones,
la queja que denuncia, la que se grita,
y no la que se murmura y no cambia nada.

No quise vivir cansado:
Y elegí el descanso del amigo y del abrazo,
el camino sin prosas, compartido,
y no parar nunca, no dormir nunca.
Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,
y llegar más lejos,
habiendo disfrutado del paisaje.

No quise huir:
y elegí mirar de frente,
levantar la cabeza,
y enfrentarme a los miedos y fantasmas
porque no por darme la vuelta volarían.

No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones;
y no vivir lamentándome
por aquello que no pude cambiar,
que me entristece, que me duele,
por el daño que hice y el que me hicieron.
Elegí aceptar el pasado.

No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir a otro,
de dar, de compartir,
y no el resentimiento sucio que encadena.
Elegí el amor.

Y hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.

Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.

No quise vivir muriendo:
y elegí la vida.
Así podré sonreír cuando llegue la muerte,
aunque no la elija…
…porque moriré viviendo.




jueves, 17 de enero de 2019

SOY UNA MUJER




SOY UNA MUJER

Nadie puede imaginar
lo que digo cuando estoy silente,
a quién veo cuando cierro mis ojos,
cómo me enajeno cuando estoy enajenada,
aquello que busco cuando estiro mis manos.
Nadie, nadie sabe
cuando estoy hambrienta, cuando hago un viaje,
cuando camino, y cuando estoy perdida.
Y nadie sabe
que mi ida es un retorno
y mi retorno es una abstención,
que mi debilidad es una máscara
y mi fuerza es una máscara,
y que lo que viene es una tempestad.

Ellos piensan que saben
así que los dejo pensar,
y yo transcurro.
Ellos me pusieron en una jaula, así que
mi libertad debe ser un regalo de ellos,
y debo agradecerles y obedecerles.

Pero yo soy libre ante ellos, después de ellos,
Con ellos, sin ellos.

Yo soy libre en mi opresión, en mi derrota.
¡Mi prisión es lo que quiero!
La llave de la prisión es su lengua,
pero su lengua está enrollada alrededor de los dedos
de mi deseo,
y mi deseo no lo pueden nunca dirigir.

Soy una mujer.
Ellos creen que poseen mi libertad.
Yo dejo que se lo crean,
y transcurro.

Joumana Haddad




El siguiente enlace contiene una entrevista de la autora libanesa y una selección de  poemas de su antologia poética


lunes, 14 de enero de 2019

COMO PAN DE HOGAZA



No es fácil quererme por mi dulzura,
por mi exquisito tacto
ni por mi voz modulada.
Tampoco aprieto fuertes los abrazos
ni ato lazos, más que los  justos,
ni me adapto servil a las formas.
No soy de las que dicen:
te quiero cariño, a modo de estribillo,
y suena sincero.
Más todo me interesa
de los afectos,
de los valientes
que no impostan la voz
que no usan máscara.
Poco se nos escapa
ni a mí ni a mi instinto de gata.
Todo está ensayado,
menos el miedo.
Los que me han probado
dicen de mí
que soy rara,
desconocen la fuente
y el grado exacto.
Pero los que más hondo llegaron
sin complejos
salvando asperezas inocuas y crestas,
como picos de montaña,
cuentan de mi
que soy como el pan de hogaza,
pura ternura.
Por esta vez estoy de acuerdo
con los que así piensan.

Elena Larruy

lunes, 7 de enero de 2019

EL ALA DELTA DE LA POESÍA




Aplaudo y disfruto de las lecturas que hablan y se refieren  a la poesía, cada vez son más. Soy una obstinada defensora de este gran género literario. Me llega hace un par de días una columna de La Vanguardia donde colabora la periodista Pilar Rahola hablando de la Poesía, en esta ocasión. Me sorprendo gratamente viniendo de quien viene y curioseo a ver que tiene que contarnos la personal voz de una mujer guerrera, apasionada política y periodista, me felicito de que una mujer con su temperamento hable de un material tan sensible como es la poesía.
He oído muchas definiciones de lo que la poesía es y representa para las personas que la leen o la escriben: hogar, viaje, bálsamo, paz, descubrimiento y mucho más. Pero hay una definición que rechazo, que me molesta cada vez que la leo y es la siguiente: La poesía no sirve para nada. Empezar a debatir esta cuestión sería necio por mi parte, entre otras cosas porque a parte de ser un reclamo para llamar la atención es una manera de decir que no nos proporciona nada material: afortunadamente, porque de ser así seguro que mataríamos por ella. La poesía no está manchada de sangre, solo nos toca el corazón sin matarnos, aunque a veces y de manera metafórica nos duelan y hasta nos maten sus versos. No, no me gusta esa definición venga de quien venga, sea pequeño o gran pensador. Hombres y mujeres importantes amantes de las letras y de su historia diciendo estupideces humanas, por que en todos los géneros humanos hay mucha estupidez, y en todas sus dimensiones. "La Poesía está llena de riquezas", bastante cenicienta es para seguir haciendo de ella más sombra. A la poesía hay que elevarla, porque encumbra al corazón a lo más alto, da alas a la cabeza, trasmite paz, es una gran biblioteca repleta de sabiduría, es refugio, vuelo sin motor, consuelo, conocimiento. No acabaría,... pero por esta vez me quedo con la frase que nos apunta La Rahola y que decía Aristóteles: Leer poesía es un ejercicio más profundo que leer historia.
En la buena poesía no hay vulgaridad y esa cualidad sí deberíamos extinguirla en los espacios humanos comunes, tanto en los más profundos como en los mas externos. La poesía es belleza, que eso nos baste.
                                                                                                          Elena


miércoles, 2 de enero de 2019

CON LOS RESTOS DE TU SOMBRA

Escultura TOBBE MALM

Un poema recordando a las madres muertas que siguen vivas en nuestros corazones. Nadie quiere como quieren las madres, ningún hijo está completo sin su madre. Lo dice el poeta Jorge Villalobos



ELEGÍA A CAROLINA PORTALÉS


A mi madre, ahí tan madre.
Ahí tan muerta.
Te quiero.



Si pudiera olvidarte,
pronunciar las cenizas de tu nombre y no arderme;
hoy, que aún esta lágrima se escribe con tu lágrima,
no me queda otro oficio que andar tropezando con tu ausencia,
y olvidar si es la piedra o el camino.

Y mírame, volviendo a la rutina,
al tedio del estudio, a esta monotonía indiferente,
y al engaño de quien busca en un verso lo mismo que en la vida:
pero entonces me faltas,
como la sangre al corazón herido, o la voz al poema.

Así se fue haciendo el niño en hombre,
conforme a la verdad en tu recuerdo:
lo único eterno es nuestra inexistencia,
la eternidad del polvo.

Un hijo sin su madre no es un hijo.


domingo, 30 de diciembre de 2018

BENDITO SILENCIO

                                 



             

                                                 A Dionisio Cañas


Bendito sea Dios, porque inventó el silencio,
y el chirrido de la chicharra,
y el lagarto de fastuoso traje verde,
y la brasa hipnotizadora
(horizontal crepúsculo pudo haberla llamado
don Pedro Calderón de la Barca en el declive del Barroco).
Bendito sea Dios que inventó el agua
el agua sobre todo.

Bendito sea Dios porque inventó el amanecer
y el balido que lo poblaba.
Ahora vuelvo a escuchar aquella melodía.
El arroyo arpegiaba sobre cantos rodados,
hacía el contrapunto.
Suena el concierto en mi memoria.
O puede que se trate
de una música diferente:
la que escuchó, primero, entre los arrayanes de Granada
Federico García Lorca,
y luego aquí, rescatada,
en Columbia University.

Bendito sea Dios que inventó los prodigios
que contaba mi padre
perfumado de espliego y de tomillo.
Eran historias de ciudades mágicas
en las que el agua circulaba
por venas de metal, agua caliente y fría
(nos lo contaba al borde del regato,
helado en el invierno, seco en estío:
«Venga, a lavarse, coño, guarros».
Y obedecíamos).

Bendito sea Dios que inventó la cabra —la cabra
que rifaba por los pueblos—
mucho antes que Pablo Picasso,
con barriga de cesto de mimbre
y tetas como guantes de bronce.
Maldito sea Dios porque inventó el estaño
parpadeante del olivo,
ramas y tronco de Laoconte,
y aquella sombra trágica de catafalco y oro:
un rayo congelado en la mano siniestra
y en la diestra un crepúsculo.
Maldito sea Dios porque inventó a mi padre
colgado de una rama del olivo
poco después de recogerse la aceituna.
No puedo perdonárselo.
Pero eso fue más tarde.
Antes fueron los niños.
Bendito sea Dios que inventó aquellos niños,
vestidos como príncipes o pájaros.
Con voces de cristal, «Papá», decían a su padre.
Bendito sea Dios por inventar una palabra
milagrosa, jamás oída,
y su padre correspondía
con vaharadas de ternura.

Maldito sea Dios, porque yo quise
arrezagarme en la ternura
pronunciando la mágica palabra
entonces descubierta. «¿Papá?» «Mariconadas,
si te la vuelvo a oír te llevas una hostia».

Bendito sea Dios porque inventó los años,
1970, 1980, 1990...,
inventó el fuego, el oro viejo
de los arces de otoño,
y estos ríos profundos como penas,
largos como el olvido o el recuerdo,
hospitalarios, generosos,
por los que la ciudad va navegando
hasta la mar, que es el morir.

Bendito sea Dios que inventó libros sabios.
Se daba nombre en ellos
a lo que antes no lo tenía.
Bendito sea Dios porque inventó licenciaturas
masters, campus con risas y con marihuana,
laboratorios y celebraciones
con cantos en latín, gaudeamus igitur, ,
todo situado en niveles distintos del tiempo.

Bendito sea Dios que inventó la memoria
y que inventó el silencio de este lugar aséptico,
y las venas metálicas ocultas
en las que el agua espera
unas manos liberadoras que les devuelvan su canción.
Ahora sé que mi padre está vengado.
Mi padre, descolgado del olivo
pronuncia con mis labios las palabras totémicas,
y se estremece este recinto sagrado.
«Coño, joder, carajo, a lavarse la cara, hostias».
Y abro los grifos, lavabos, duchas, retretes,
se desbordan las aguas que él soñaba
en la choza de adobe y paja
cantan la gloria de la recuperación,
y mi padre navega por las aguas,
le provoco, gritándole desconsolado.
«¡Papá!». «Mariconadas», me contesta.
ahogado, recuperado,
navegante por los canales de oro,
vivo ya para siempre.

José Hierro



martes, 18 de diciembre de 2018

QUIÉREME

¿Deseas que te amen? No pierdas, pues, el rumbo de tu corazón. Solo aquello que eres has de ser y aquello que no eres, no. Así, en el mundo, tu modo sutil, tu gracia, tu bellísimo ser, serán objeto de elogio sin fin, y el amor… un sencillo deber. Edgar Allan Poe 


Dedicado a todos los que cuando llegan estas fechas Navideñas tienen más frío de lo normal; lo que no es de extrañar con tanto espíritu helado cercándonos la vida. La poesía y música de Aute incinera glaciares y  calienta corazones, toda una delicia. Disfrútala



Me dices que me quieres
y es todo lo que quiero oír.

Ray Bradbury


Letra de Quiéreme

Quiéreme, aunque sea de verdad,
quiéreme, y permíteme el exceso,
quiéreme, si es posible, sin piedad,
quiéreme, antes del último beso.

Quiéreme, haz que se incinere el mar,
quiéreme, como el vendaval que pasa
por el resto de una brasa
dentro de un glaciar.

Quiéreme, sin el mínimo pudor,
quiéreme, con la insidia de la fiera,
quiéreme, hasta el último temblor,
quiéreme, como quien ya nada espera.

Quiéreme, aunque no sepas fingir,
quiéreme, que de todas mis flaquezas
sacaré la fortaleza
para revivir.

Sabes bien
que jamás te lo he pedido
ni jamás te hice un reproche
por lo que esta vez te pido,
ya que no es cosa de dos,
que tú seas quien me quiera
como nunca me has querido
esta noche del adiós...

Quiéreme, ahora que llegó el final,
quiéreme, sin mas puntos suspensivos,
quiéreme, aunque venga el bien del mal,
quiéreme, como si estuviera vivo.

Quiéreme, que no entiendo qué hago aquí,
quiéreme, si no quieres que esté muerto,
porque todo es un desierto
fuera de ti.

Quiéreme, que ya empieza a anochecer,
quiéreme, aunque sólo sea un instante,
quiéreme, hazlo como otra mujer,
quiéreme, como si fuera otro amante.

Quiéreme, que mañana ya murió,
quiéreme, como si el mundo acabara,
como si nadie te amara
tanto como yo...

Sabes bien
que jamás te lo he pedido
y jamás te hice un reproche
por lo que esta vez te pido,
ya que no es cosa de dos,
que tu seas quien me quiera
como nunca me has querido
esta noche del adiós.

Quiéreme, quiéreme...

Luis Eduardo Aute

lunes, 10 de diciembre de 2018

LA BRAN BELLEZA





LA GRAN BELLEZA

No es la continuidad
del deseo y la sangre
bajo las grandes máquinas celestes

No es la lluvia que arrastra
sin cesar patrias, nombres, cosas muertas
hacia los muladares del olvido.

No es la luna sobre el mar
de un otoño perdido y reencontrado
(largamente perdido, apenas reencontrado
en ciertos lapsus, éxtasis y ausencias)

No es la noche del sur
posada en nuestros cuerpos insensibles,
guiándonos a través del laberinto
de espejos y mentiras que una vez
se extendió hasta los límites del mundo.

No es la erosión del sueño, la aspereza
de los párpados, el sabor a ruina
y a humillación en todas esas bocas,
ni el temblor presentido tras las voces
llenas de oro, veneno y sordidez.

Ni siquiera es tu imagen en la distancia
-remota, inalcanzable, demolida-
la que hace que me vaya de la fiesta, hacia la oscuridad.

No, no es la noche espesa de ficciones
la que me hace escapar de mis recuerdos
sin avisar a nadie ni anhelar despedidas
cargadas de nostalgias espectrales
según fórmulas huecas que parecen
dictadas por el miedo a la soledad próxima
y el filo tan violento de los años
ciegos, indiferentes, que no hemos compartido.

No, no es por nada de eso:
se trata del amor
y de la corrupción.
Se trata de la magia
y del oscuro hedor de la memoria:
así puedo explicar el sentimiento
de abrazar una sombra, la belleza absoluta
que dejamos atrás, el humo del pasado
cada vez más distante en la noche del sur.

José Martinez Ros
Poema ganador 
Concurso Poesía Otoño 2018
Zenda

lunes, 3 de diciembre de 2018

MUJER DE AGUA Y ESPINAS

"A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra,  ninguna indiferencia lo cansa."



"La razón no me ha enseñado nada. Todo lo que yo sé me ha sido dado por el corazón"
Pensamientos de León Tostoy



Por el mero acto de vivir adquirí habilidades y escribí poesía, quién así se expresaba era el poeta Ángel González, el mismo que había sido adiestrado en el ejercicio de la paciencia y en la cuidadosa restauración de ilusiones sistemáticamente pisoteadas, el que se acostumbró muy pronto a quejarse en voz baja, a maldecir para sus adentros, y a hablar ambiguamente, poco y siempre de otras cosas; es decir al uso de la ironía, de la metáfora, de la metonimia y de la reticencia. De todo ello nos da buena cuenta su antología poética Palabra sobre palabra.

Este poema está inspirado en la poesía de Ángel González. Para él mi agradecimiento, admiración y cariño. 
También para Pepa, una vieja amiga, a la que me encontré hace unos días y al hilo de la conversación me dijo ¿Tu no crees Elena que estamos muy desaprovechadas? ¿No te pasa encontrarte en situaciones que tienes respuestas rápidas, solventes y acertadas  y has de esperar que algún incompetente, en teoría más apto, no te las de, o no las tenga, o sean malas.?  MUJER DE AGUA Y ESPINAS habla de eso, de cómo la sociedad retira la palabra, la mirada y la atención a la mujer valiosa y experta por el mero hecho de ser mayor. Triste y cautiva realidad.





M U J E R  D E   A G U A  Y  E S P I N A S



Los días pasan inexorables
inconmovibles al derrumbe de tus formas.
Cabe esperar de hoy
que sea lunes todo el día,
-con sabor a almendra amarga-
sin que un alma apuntale su caída.

Al sol la promesa, su intención.

Con la mirada puesta en el vacío
ajustarás cuentas
con el dios de Sabina,
en el paro,
y un cielo en liquidación.

Panzudas y perezosas las nubes
detendrán su vuelo cansado.
Sobre tu vieja casa
derramarán su llanto.

Y lloverá. Lloverá lluvia ácida y arena.

Abatida y húmeda,
tenderás al sol la esperanza,
como cada mañana,
como cada día de la semana
en un vano intento de rescatarla.

Iras a la compra, a la farmacia
darás los buenos días: mentirás,
freirás salmonetes para tu marido,
deshojaras el calendario y los días,
completarás las tardes de vacíos
y en sus intermedios estirarás las piernas
irás por harina para hacer un hojaldre.
Algún taller que otro entretendrá
tus tardes de hastío,
tu soledad, tu apatía.

Y esperarás,
mientras te abandona el día.
Esperarás las noticias de las nueve,
a consumir tu dosis de basura,
como ordenan los que mandan en tu mente,
en tu vida,
y te opinan.

Ganas tendrás de arremeter con furia
de gritar con rabia, sin medida,
de escapar de la ponzoña
de huir por la baranda,

pero no lo harás,
te irás a la cama con tus pastillas
y a la mañana siguiente
de una en una, bajarás las escaleras
obediente y pulcra.
Te cruzarás con los otros de tu quinta,
que nacieron mucho antes,
incompletos y grises,
con su receta en la mano
y su oferta de viaje.

Devaluados: medio vivos,
o medio muertos
que para el caso que nos ocupa
es lo mismo.

Es poco probable que mañana
sea martes,
todos los indicios apuntan
que este lunes durará dos días.

Mujer de aguas difusas
más sirena que pájara,
apta, convencida
convenientemente desaprovechada,
contracorriente,
oceánica
desencantada.

Por tu piel madura,
afluentes
por donde discurre la vida,

y se te escapa.

Elena


viernes, 23 de noviembre de 2018

LA SOLEDAD DE ALFONSINA Y EL MAR





F R E N T E  A L  M A R




Oh mar, enorme mar, corazón fiero

de ritmo desigual, corazón malo,

yo soy más blanda que ese pobre palo

que se pudre en tus ondas prisionero.



Oh mar, dame tu cólera tremenda,

yo me pasé la vida perdonando,

porque entendía, mar, yo me fui dando:

"Piedad, piedad para el que más ofenda".



Vulgaridad, vulgaridad me acosa.

Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.

Hazme tener tu cólera sin nombre:

Ya me fatiga esta misión de rosa.



¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,

me falta el aire y donde falta quedo.

Quisiera no entender, pero no puedo:

es la vulgaridad que me envenena.



Me empobrecí porque entender abruma,

me empobrecí porque entender sofoca,

¡Bendecida la fuerza de la roca!

Yo tengo el corazón como la espuma.



Mar, yo soñaba ser como tú eres,

allá en las tardes que la vida mía

bajo las horas cálidas se abría...

Ah, yo soñaba ser como tú eres.



Mírame aquí, pequeña, miserable,

todo dolor me vence, todo sueño;

mar, dame, dame el inefable empeño

de tornarme soberbia, inalcanzable.



Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza,

¡Aire de mar!... ¡Oh tempestad, oh enojo!

Desdichada de mí, soy un abrojo,

Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.



Y el alma mía es como el mar, es eso,

ah, la ciudad la pudre y la equivoca;

pequeña vida que dolor provoca,

¡que pueda libertarme de su peso!



Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...

La vida mía debió ser horrible,

debió ser una arteria incontenible

Y apenas es cicatriz que siempre duele.

Alfonsina Storni

miércoles, 21 de noviembre de 2018

EL HACER NATURAL DE LAS COSAS



Mujer con una jaula Jozsef Rippl-Rónai

Una jaula, una espera, un pájaro que se lo piensa,  un pincel maestro que abre puertas, un hermoso poema de Jacques Prévert.  


PARA HACER EL RETRATO DE UN PÁJARO


A Elsa Henríquez


Pintar primero una jaula
con una puerta abierta
pintar luego
algo lindo
algo simple
algo bello
algo útil
para el pájaro
poner luego la tela contra un árbol
en un jardín
en una arboleda
o en un bosque
esconderse detrás del árbol
sin decir nada
sin moverse…
A veces el pájaro llega rápido
pero también le puede llevar largos años
tomar la decisión
No desalentarse
esperar
esperar si hace falta muchos años
la rapidez o la lentitud que le tome al pájaro llegar
no tiene ninguna relación
con el éxito del cuadro
Cuando el pájaro llegue
si llega
guardar el más profundo silencio
esperar a que el pájaro entre en la jaula
y cuando entró
cerrar suavemente la puerta con un pincel
después
borrar uno a uno todos los barrotes
teniendo cuidado de no tocar las plumas del pájaro
Hacer luego el retrato del árbol
eligiendo la más bella de las ramas
para el pájaro
pintar también el follaje verde y la frescura del viento
el polvo del sol
y el ruido de los insectos sobre la hierba en el calor del verano
y después esperar que el pájaro se decida a cantar
Si el pájaro no canta
es mal signo
signo de que el cuadro es malo
pero si canta es buen signo
signo de que puede firmar
Entonces arranque suavemente
una de las plumas del pájaro
y escriba su nombre en un rincón del cuadro.









POUR FAIRE LE PORTRAIT D’UN OISEAU



Peindre d’abord une cage
avec une porte ouverte
peindre ensuite
quelque chose de joli
quelque chose de simple
quelque chose de beau
quelque chose d’utile
pour l’oiseau
placer ensuite la toile contre un arbre
dans un jardin
dans un bois
ou dans une forêt
se cacher derrière l’arbre
sans rien dire
sans bouger . . .
Parfois l’oiseau arrive vite
mais il peut aussi bien mettre de longues années
avant de se décider
Ne pas se décourager
attendre
attendre s’il le faut pendant des années
la vitesse ou la lenteur de l’arrivée de l’oiseau
n’ayant aucun rapport
avec la réussite du tableau
Quand l’oiseau arrive
s’il arrive
observer le plus profond silence
attendre que l’oiseau entre dans le cage
et quand il est entré
fermer doucement la porte avec le pinceau
puis
effacer un à un tous les barreaux
en ayant soin de ne toucher aucune des plumes de l’oiseau
Faire ensuite le portrait de l’arbre
en choisissant la plus belle de ses branches
pour l’oiseau
peindre aussi le vert feuillage et la fraîcheur du vent
la poussière du soleil
et le bruit des bêtes de l’herbe dans la chaleur de l’été
et puis attendre que l’oiseau se décide à chanter
Si l’oiseau ne chante pas
c’est mauvais signe
Signe que le tableau est mauvais
mais s’il chante c’est bon signe
signe que vous pouvez signer

traducción de Valeria Melchiorre


domingo, 18 de noviembre de 2018

SIENTE LA MAGIA DEL CHOCOLATE

LOS PLACERES DEBEN COLOCARSE EN LA VIDA LO MISMO QUE LAS COMAS EN UNA FRASE.
 Eugenie de Guerin


Untuoso, pasional, lúdico, fundente,  elegante, idílico, lujurioso, versatil, locura de adultos y de niños, intemporal, dulcemente prohibido, enloquecedor, erótico y espiritual, clásico y actual, nutritivo, satisfactorio, voluptuoso, humilde y lujoso, claro, oscuro, espeso, blando, duro, líquido, almendrado, alargado, redondo, cuadrado, festivo, calmante, aromático, humeante, escultórico, dulce y amargo,  inspirador, seductor, caprichoso,  mensajero, embriagador
                                                             ... El Chocolate




Un cuadrado oscuro de chocolate
tiene para los dientes
el mismo efecto sensual
que el lodo en los pies traviesos de la niñez.

En la lengua, la densa materia oscura
suelta saliva en rojos cauces.
El chocolate se disuelve en un dulce espeso fango
cuando lentamente se acarician los bordes
hasta que la tableta en la cavidad cálida
suelta aromas recuerdos y flores
en las distendidas papilas.
Ríos de chocolate
atraviesan encías y resquicios dentales
y el placer -que uno sabe fugaz-
da vueltas atrapado en la boca.

Devoro chocolate ahora que no te tengo
para, lícitamente y sin culpas,
abandonarme al erotismo.

Comiendo chocolate pienso en tu piel a mordiscos
pienso en tus piernas
tus pies
pienso en los manjares suculentos
de la vida.

Gioconda Belli
Placer de Chocolate



Comer Chocolate encoge la ropa...




CUANDO NADIE TE ENTIENDE EL CHOCOLATE ESTÁ AHÍ ...




sábado, 17 de noviembre de 2018

TODOS CON FLORENCIA

Imagen Elena Larruy


El día 9 de este mes Flor, para los amigos, se indispuso, se levantó de la cama y se desplomó en el suelo de su casa, un charco de sangre había inundado la parte derecha de su cerebro. Tan solo hacía siete días que Florencia había dado a luz, a su pequeño Santi. Ha transcurrido una semana y la joven madre sigue en su sueño, luchando por volver a casa. Adriana, su madre, mi amiga, hoy cumple años y pide un deseo: que su hija viva, que juntas puedan celebrarlo y volver a sonreír. Sus pequeños Luc y Santi y su familia toda la necesitan.


Encendamos todos un pensamiento con su llama de luz para Florencia


Para Adriana


Ahora es ella, tu pequeña,

la que lucha entre vías y agujas

la que sujeta a un tallo de cables

se afana en su carrera

como enredadera

buscando la luz.


Recibirás la llamada que te anuncie:

¡tu niña madre ya despertó!


Y al hacerlo 

lo mirará todo con mudo asombro

como mira la Flor que se abre

por vez primera.

Elena





TODOS CON FLORENCIA


martes, 13 de noviembre de 2018

ENSAYAR LA PALABRA ANTES DE USARLA



Voy buscando poemas  con los que dialogar en la red, como el buscador de metales busca joyas y monedas en la arena de la playa. Rastreo por todas las páginas, me adentro en sus fondos más profundos hasta encontrar aquello que persigo, nunca regreso de vacío. Lo mismo hago con las imágenes y con las musas a las que invito a participar del juego coral de mi página en blanco.
Encadenando movimientos un personaje se me acerca, su gesto me interesa, el acontecimiento que lo rodea, unas palabras que suenan auténticas empiezan a tomar forma Me quedo con un pensamiento, una frase en mi cabeza resuena, un nombre: Rafael, un apunte en mi conciencia; una intuición desencadena otra, que me anima  a seguir en la búsqueda y que acaba en feliz hallazgo; a veces es él, otras, como en esta ocasión, soy yo quien lo encuentra. Leo sus poemas, los ensayos, sus respuestas, lo busco de frente, quiero su mirada y lo que hay detrás de ella, me presento en su trabajo, lo observo, lo sigo con el mismo sigilo que en él y su palabra encuentro, doy con sus huesos, presiento su cara B, todos tenemos una cara B para cada ocasión y ahí estoy yo con mi alegría y mis ganas,  preguntándome de que cabo tirar para contar el acontecimiento y feliz encuentro.
Como bruñir el material, ordenar las palabras precisas, concisas, y elegir las buenas, para presentar a Rafael Cadenas, prestigioso artesano de la palabra, hombre pausado, defensor de lo humano, gran conocedor de sus incertidumbre y fragilidades, como lo presentan y lo presiento. Profesor universitario y gran poeta venezolano que en mayo de este año 2018 la Universidad de Salamanca le concedió el XXVII premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

No seré yo quien lo haga, no me alcanzan las palabras para tanto, mejor que os lo cuente su poesía y sus actos.




ARS POÉTICA


Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.

No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir
brillos a lo que es.
Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad.
Seamos reales.
Quiero exactitudes aterradoras.
Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis
palabras. Me poseen tanto como yo a ellas.

Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame
la impostura, restriégame la estafa.
Te lo agradeceré, en serio.
Enloquezco por corresponderme.
Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme.



MATRIMONIO


Todo, habitual,
sin magia,
sin los aderezos que usa la retórica,
sin esos atavíos con que se suele recargar el misterio.

Líneas puras, sin más, de cuadro clásico.
Un transcurrir lleno de antigüedad,
de médula cotidiana,
de cumplimiento.

Como de gente que abre a la hora de siempre.





DIFICULTAD

El actor destruye todo lo que pueda reflejarlo. En vez de la vía directa prefiere el interminable rodeo. Vive entre dilaciones, aguzando su capacidad de perder de vista, pasando por alto, mirando oblicuamente, escondiendo pruebas, alterando los hechos, elaborando versiones, poniéndole a todo su oscura sal.




A EMILY DICKINSON

¡Soy nadie!

¿Quién eres tu?

Eres nadie también. ¡

Entonces somos dos!

Pero no lo digas, tú sabes,

nos echarían.

¿Por qué preocuparse?

También nadie

vive ahí con ustedes.





TEMOR 

Alguien cierra una puerta a un hombre que enmudece, se mira en su celda de un solo respiradero y duda de que él mismo exista.

Algunas veces, por instantes, es sacado a ver sol, pero vuelve por sus propios pasos a su sitio.

Allí al menos sabe que sufre.


«En torno a Basho y otros asuntos» (2016)

Lo que no digo me persigue
se instala en el día,
lo corroe.

Ácido que iba a ser tinta
me azuza hacia adentro
donde se hastían mudeces.





EL QUE ES

Si alguien me toca, sólo me toca a mí, a ese mí orgulloso, ese mí que no deja franquear su claustro, y no a ese otro alguien, informe, vasto, neutro, que hace gestiones en la oscuridad.
Herirás al que puedes herir, a que no importa defender, al que no es nada.
No lastimarás a nadie, lastimarás a ese nadie que me cierra el paso.
No temas. Sufre mi guardián. El que debe desprenderse como fruto que he cultivado, usé y abandono.
El otro, oscuro, humilde y quieto, no necesita protección.
No será tocado ni herido. Ni padece ni se queja.
No será destruido.
Del libro «Falsas maniobras» (1966)



Rafael Cadenas


Cadenas nos habla en La Estafa Verbal de la importancia de la palabra en el lenguaje. Enhebra razones con su voz sencilla y trasparente y lo hace ayudado por la voz de otro gran nombre de la literatura Pedro Salinas.

Uno de sus poemas más emblemáticos DERROTA que escribió a los 23 años, del que dice ya no identificarse.


Ácto de entrega XXVII edición del Premio 2018 de Poesía Latinoamerica Reina Sofia otorgado por La Universidad de Salamanca al poeta venezolano Rafael Cadenas 





viernes, 9 de noviembre de 2018

LA ORACIÓN DEL VERDUGO





Tú eres mía

Tú, segunda persona de singular desgracia,
pronombre prometido al fracaso
sin nombre ni identidad,
realquilada en el sótano de un sujeto
que a su destino canalla te ata
y de ti se hace dueño.

Eres, presente sin futuro,
conjugación amordazada
a un degenerado deshecho humano
que te resta a la ecuación
de cero más nada,
y te subyuga a la condena
del cinturón y la cadena,
de la soga asesina
que el condenado verdugo
pasea en su mano.

En tu destino inmediato
de escarlata está escrito el credo
"a por ti voy, a degüello"
con su estribillo: 
Mía, sólo mía,
"Yo soy tu amo"
Te compré una jaula dorada
y un collar para tu cuello.
¡Yo te adoro, mi reina!
¡Si no eres mía, de nadie más serás!

Infame es la mentira
del amor que somete
miserable, el violento puño que tortura
fétido, el olor que su boca desprende
nada nuevo que la verdad no sepa.

Coge a tus cachorros y vete.
Ponle una cruz al maldito.
Seca tus lágrimas,
que nada te impida
mirar al frente.
Huye del que dice así quererte.
Deja el fuego encendido.
Quien a hierro mata
cenizas merece.

Elena












Aléjate también del que pone el teorema
 encima de la mesa
del culto que exhibe su inteligencia
 y apabulla son su tema,
-el que más domina-
para quedar siempre por encima.
Del elegante felino leonado
 de guante blanco
que atrapa a sus víctimas
 sin dejar rastro de ellas.
Del que todo te lo da
sin nada a cambio.



Para ellos, puente de plata.


Hay  un subtipo del maltrato más sutil, mucho más sigiloso, que no se deja notar, apenas se percibe, pues sus ejecutores mantienen una fachada enmascarada de  normalidad absoluta. Los que así actúan  son llamados depredadores emocionales o también vampiros. Personajes que apresan a personas próximas a su círculo: parejas, amistades, familia, para hacerlas dependientes y suyas en el terreno emocional.
Sus víctimas son personas por lo general abiertas, aptas, alegres, vitales, capaces, bondadosas, personas seguras de sí mismas. Características que el depredador necesita para suplir sus carencias y falta de confianza y estima. Los psicólogos cuentan de los depredadores que su comportamiento les viene de problemas de celos o de tipo emocional en la niñez,  algo se les quedó sin resolver, enquistando un conflicto. A diferencia del psicópata que vive sin  emociones, este sí las tiene, por eso necesita encontrar y dominar a personas que posean  las cualidades que a ellos les faltan.
Actúan en diferentes fases, primero aíslan a las víctimas de la familia y las amistades para hacerlas  dependientes de sí.
Segundo,  se erigen como salvadores, ya que su presa fácilmente se abandona en lo social y en lo personal.
Tercera, la fase del desconcierto y la de neutralizar a la víctima para un mayor dominio.
Y cuarta,  congelan a sus víctimas, se aseguran que no van a escapar,  las dejan  totalmente erosionadas con su yo personal roto, caídas en la angustia y la depresión.
Es muy difícil que estas personas escapen de entre sus garras, necesitan ayuda de expertos profesionales que reestructuren su percepción, pues la implicación emocional es tan fuerte que no les deja ver la magnitud del problema.
Existen diferentes personalidades del depredador pues se trata de  una figura muy camaleónica:
Están los despóticos, los que imponen, altamente agresivos, los que son más fáciles de detectar.
Los irresponsables, se dan más entre los jóvenes,  los que nunca tienen la culpa y dejan que los otros resuelvan.
Los seductores que van apabullando con su físico o con su dinero.
Los que van de cultos y en conversación ponen el teorema encima de la mesa, exhiben su inteligencia y siempre exponen el área que más dominan para quedar siempre por encima.
Los generosos, esos que siempre dan y siguen dando, en algún momento pedirán la vuelta de tanta dádiva.
Los humorísticos, los graciosos, los que se exhiben en la barra del bar  o en la reunión familiar y  juegan con la ironía, los que aprovechan el momento para contar alguna confidencia que les ha contado la víctima para así desvalorizarla.
Los hay sibilinos, de perfil psicológico  muy, muy sutil.
De entre todos, los peores son los perversos, figuras muy astutas que utilizan todas las formas y  herramientas, ya sean psicológicas, jurídicas, de cualquier tipo, para someter y convertir a la víctima, y una vez que la tienen ya no la sueltan, son los más destructivos.

Cuando una persona sufre una depredación es muy difícil encontrar a la persona original. ¡Atención al depredador!


Hopper


jueves, 8 de noviembre de 2018

NO ME ARREPIENTO DE NADA

Desde la mujer que soy  a aveces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas, 
hacendosas, buenas esposas, 
dechado de virtudes, 
que deseara mi madre. 



No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas "niñas buenas" me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.

 Un poema de Giconda Belli

domingo, 4 de noviembre de 2018

ALEJARSE




Cuando recorremos los trayectos finales de nuestra historia personal los paisajes, los escenarios, los actores y figurantes que esperábamos encontrar cambian, porque nosotros cambiamos y cambia nuestra mirada. Atrás quedan personas que han estado en nuestras vidas de las que nos alejamos o se alejan  de manera natural, o no tan natural cuando nos sentimos heridos o malqueridos. Es entonces cuando interpretamos el papel del inocente, del que no ha hecho nada rechazable; negamos la culpa. Sin embargo sabemos, que todos sin excepción somos partícipes responsables de ese juego teatralizado del vivir donde ocultamos inseguridades, temores y culpas bajo muchas capas de maquillaje y bisutería. De todas las contiendas vividas, que no son pocas, aprendemos a convivir y encontrar nuestro sitio casi siempre con dolor, respecto, para al final, asumiendo nuestras debilidades tomar una decisión: quedarse o marcharse, esperar o movilizarse,  alejarse o estarse quieto, amar o tener miedo. De eso va este poema.




ALEJARSE


Aprender a irse con levedad,
sin más portazos.
Reponer la porcelana rota.
Plegar el dolor y su rumor
cuando se afloja.
Taponar la herida.
Sacudirse el frío.
Ser una tarde de Noviembre
huyendo, en silencio encendido.
Desentenderse de la memoria
en la noche,
no hacer fuego con las astillas.
Aquietarse con un poema.
Ser el árbol del paisaje;
quedarse quieto.
Dejar que todo transcurra,
es otra manera de marcharse.

Elena

miércoles, 31 de octubre de 2018

UN AMOR INTERMINABLE



Siempre es tiempo de poesía para el amor, como siempre es buen momento leer la extraordinaria poesía de amor de Ángel González. Aquí os dejo una pequeña muestra. 




MUERTE EN EL OLVIDO

Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
—oscuro, torpe, malo— el que la habita.





SI YO FUESES DIOS

y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso—;
entonces,

si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando —luego— callas…
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta).


¿Quien no aspira a un amor así de interminable?



También puso mucho amor y complicidad en la amistad.
Luis García Montero, Ángel González y Joaquín Sabina



ÁNGEL GONZÁLEZ a Susana Rivera


Esta fue la carta de despedida de Ángel González a su esposa, que entregó a su amigo, también poeta, Luis García Montero, para que le diera  lectura un día después de su funeral. Han pasado más de diez  años y su poesía me parece tremendamente recomendable y buena, llena de amor y ternura, pero también, crítica, irónica y hasta erótica. 


Querida Susi: Alguna vez tenía que ser, esto no hay quien lo evite. Sólo por una razón me entristece la muerte, porque ya no voy a volver a verte. Eres la persona que más quiero en este mundo, también la más honesta, la más íntegra, la más buena, la mejor. Gracias por toda l a fe l i c i d a d q u e m e d i s t e . Recuerda tú los momentos de felicidad que vivimos juntos y que esos recuerdos te sirvan de ayuda a estos momentos tristes. No te dejes dominar por la tristeza, trata de ser feliz y de que sobreviva en ti siempre ese maravilloso espíritu de alegría que tuviste siempre. No pierdas nunca la maravillosa sonrisa que te iluminaba el mundo, hazlo por el amor que sentí, que siento todavía cuando escribo ahora por ti. Con ese inmenso amor pienso y pensaré siempre en ti.
Un beso muy largo, interminable.
Ángel
“Este amor, ya sin mí, te amará siempre” Epitafio de Ángel González



viernes, 26 de octubre de 2018

EL SECRETO DE LAS PIEDRAS

Las piedras son la base de la existencia, la estructura, el esqueleto que conforma un cuerpo con todos sus órganos vivos: árboles, montañas, bosques,  ríos, vegetación. La vida sin las piedras no sería posible, sin ellas no existiría el mundo que conocemos y en el que vivimos. Las grandes cadenas montañosas con su sistema vegetal soportan la naturaleza y el desarrollo de su ecosistema, fertilizan la tierra de sustancias minerales, la sostienen, la cubren de un manto donde germinan y se desarrollan todas las especies vegetales y animales, desencadenando el proceso evolutivo hasta la especie humana. Estamos de paso, nada nos pertenece por mucho que queramos trazar líneas fronterizas y parcelas. Somos especies en evolución, tan solo tenemos una minúscula y microscópica visión del conjunto al que pertenecemos, sabemos más verdad por lo que nos dice el corazón y nos cuentan las piedras que por lo que leemos en los libros. 

Imagen Elena Larruy


Por insólito que parezca
converso con las piedras con facilidad,
aparentemente no hablan
pero yo tengo esa facultad extraña,
esa  rareza de escucharlas
de entenderme con ellas.

Hace milenios
yo fui una de ellas.

Cuando salís al camino,
me contó una mal trecha,
que tomé en mi mano:
tropezáis,
una y otra vez nos golpeáis
nos echáis la culpa
de vuestra torpeza.
Nosotras que somos
testigos mudos de la historia,
que en nuestra piel
a base de golpes, esculpís la memoria
y derramáis la sangre.

Pasajeras del mundo
rodando desnudas sin bagajes
por los infinitos caminos
de los siglos, sin atajos,
hasta que el océano
nos encuentra
nos recoge
nos deshace.

Todos los perfiles
aristas y elocuencias
nos conforman:
humildes, arrogantes 
desbocadas, como bocas de feriantes.
Sumisas montañas
encadenando paisajes,
esperando su momento.
Obedientes piedras
discurriendo por meandros,
¡cuán parecida la vida a la nuestra!
arrastrada  por corrientes
de errores y aciertos.
Caídas y golpes
dándonos forma y consistencia.

O las otras,
las que la mano del hombre
arranca de la cantera
en desolado lienzo
y construye pirámides y templos
puentes
edificios, catedrales
mausoleos
estatuas magnas
sin nervio.

Las piedras  no se lamentan
permanecen estoicas
aguantan, soportan
asumen su destino heroico
cuando son decapitadas,
desmembradas
divididas y separadas
de su centro.

Se entretienen vagabundas
por los caminos del mundo:
lustros y siglos.
Se pierden, se reencuentran
se baten, se rompen en mil pedazos
descendiendo por laderas
y pendientes.

Dios sabe cuántos siglos aguardan
la  crecida violenta
del agua del deshielo
para rendirse a él en sacrificio.
O los menhires, alineados como soldados
entregados en actitud pétrea y eterna
esperando la sacudida
de un huracán
que los derribe
para por fin descansar
en la mullida tierra.

No, no tienen  boca las piedras
no se equivocan
ni  suspiran falsamente
por eso no mienten:
lo sé con certeza.
Atesoran misterios
en las cavernas recónditas
de las simas más profundas,
donde nada ni nadie penetra,
donde el silencio guarda sus secretos
y cristaliza pura la verdad del universo,
auténticos templos de piedra
que la naturaleza nos oculta
donde la fe no se hereda
ni existen los dioses justicieros,
espacio sagrado
donde la maldad no cabe.

Elena Larruy


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