viernes, 26 de abril de 2019

UN GATO EN UN PISO VACÍO

Morir, eso no se le hace a un gato.
Porque, ¿qué puede hacer un gato
en un piso vacío?

Trepar por las paredes.
Restregarse contra los muebles.






Parece que nada ha cambiado,
y, sin embargo, ha cambiado.
Que nada se ha movido,
pero está descolocado.

Y por la noche la lámpara ya no se enciende.
Se oyen pasos en la escalera,
pero no son esos.

La mano deja pescado en el plato;
tampoco es la que lo ponía.

Hay algo que no empieza
a la hora de siempre.

Algo no sucede
como debería.

Alguien estaba aquí, estaba siempre,
y de repente se fue
y se empeña en no estar.

Se ha buscado ya en los armarios,
se han recorrido los estantes.
Se ha comprobado bajo la alfombra.
Incluso se ha roto la prohibición
de esparcir papeles.

¿Qué más se puede hacer?

Dormir y esperar.

Ya verá, cuando regrese,
ya verá, cuando aparezca.

Se enterará de que no son maneras
de tratar a un gato.

Se irá hacia él
como quien no quiere la cosa,
despacito,
con las patas muy ofendidas.

Y nada de brincos ni maullidos al principio.




Un gato en un piso vacío es el título de este conocido poema de Wislawa Szymborska que evidencia lo que es la poesía de esta gran poeta Polaca: curiosa, ingeniosa, observadora inteligente, irónica... Su más sabido interés por el conocimiento la llevó a leer lo mismo antropología y ciencia que libros de jardinería o de animales. Era una gran observadora, de ahí que escribiera sobre todos los temas, porque todo le interesaba, menos lo referido al erotismos, del que decía no encontrar ninguna lectura que le hiciera justicia, y no se refería al amor. Descubrió a Rilke y es a través de él que empezó su fascinación por la poesía, pese a todo decía leer poca. Wislawa jugaba con las palabras, hacía de la poesía un juego. Partía de la curiosidad que se interroga y duda; duda que la lleva siempre a buscar posibilidades y respuestas con las que se seguir interrogando y jugando, y lo hace de manera única. No hay en su poesía rabia, ni rasgadura, ni dolor. Esto opinaba sobre ella:

"Todos los poemas nacen del amor, incluso aquéllos que transmiten el mal, tienen en el fondo una forma de amor hacia el mundo. Estoy totalmente convencida... Y si no es así, lo siento por esos poetas"


 Publicó su primer poema Busco la Palabra el 14 de marzo de 1945 en Dziennik Krakowski (Diario de Cracovia)  con apenas 22 años 



Quiero definirlos en una sola palabra:
¿Cómo son?
Tomo las palabras corrientes, robo de
los diccionarios,
mido, peso e investigo.
Ninguna
responde
La más valiente – cobarde,
La más desdeñosa – aún santa
La más cruel – demasiado
misericordiosa,
La más odiosa - poco porfiada.
Esta palabra debe ser como un volcán,
que pegue, arrastre y derribe,
como la temerosa ira de Dios,
como el hervor del odio.
Quiero que ésta una sola palabra
esté impregnada de sangre,
que como los muros del calabozo
encierre en sí cada tumba colectiva.
Que describa precisa y claramente
quienes eran - todo lo que pasó.
Porque lo que oigo,
lo que se escribe,
resulta poco,
siempre poco.
Nuestra habla es endeble,
sus sonidos de pronto - pobres.
Con empeño busco ideas,
busco esta palabra -
y no la encuentro.
No la encuentro.


Cómo todo gran poeta su voz se hizo singular. Antes de que la academia sueca le concediera en 1996 el premio Nobel de Literatura su país ya la había laureado y honrado. Una mujer inteligente, capaz, que creo curiosidad, expectación y sorpresa. Sin duda un gran referente para la literatura universal. Sembró "la duda" como herramienta de búsqueda, para que los que detrás veníamos nos moviéramos en ese temblor que la creatividad necesita: "no se avanza sin un no se". De mirada original sobre las pequeñas cosas, sobre asuntos que nunca nadie antes había tratado en poesía. Cuentan que en Polonia los niños aprenden a memorizar con la poesía del gato, quiero pensar que buscan sensibilizarlos con este género literario que tan buenos poetas ha dado su país. La poesía es cultura, y la cultura es conocimiento y comprensión. No todo lo que se sabe se comprende, y en este sentido creo que la poesía sigue siendo la gran desconocida, la más incomprendida. Hay grandes lectores de todos los géneros, pero solo una minoría llegan a ella.






Y porque de gatos va esta entrada, de ironía y de pasar el rato, ahí os dejo mi poema del que fue mi gato. Os podría contar muchas fechorías y genialidades de Lucky y nunca acabar, pero mejor lo ahorraré. Fue un gato afortunado, al que sobreviví en este caso. Las mascotas siempre dejan buenos recuerdos de los que poder hablar, a diferencia de otros, estos nunca hacen daño y siempre dibujan una sonrisa agradable en la cara. Como decían las palabras de la poeta, a pesar de las muchas trastadas y gordas que Lucky nos llegó a hacer a lo largo de doce años, su recuerdo y las historias que de él contamos en familia siempre nacen del cariño.   


VIVO EN CASA DE  MI GATO

Me gusta su distinción,
sus rasgos felinos
su trato justiciero
acariciar su pelo fino,


sus andares elegantes
su mirada fiera,
su manera de esperarme

y ajustarse a mi regazo,
cuando se tumba a mi costado
y ronronea: me gusta,
o cuando se pone zalamero
y remolón  hace la croqueta,
y brinca de repente para esconderse
en el primer cajón que encuentra.

Me acomodo a su vivir independiente,
lo mismo que él hace conmigo,
nunca inoportuno, invade mi espacio
.
Cuando se muestra engreído y ufano
también me gusta.


De su higiene y de su pelo
se ocupa con esmero,
afila sus uñas en un madero.
Aunque algo caprichoso,
nada exige cuando come,
si se indispone:

se dirige a su maceta
y come la hierba
que en orden lo pone.

Políticamente incorrecto,
inadecuado a las visitas,
no se anda con chiquitas:
si le gustas te acaricia,
si no, huye sin titubeos.

Cuando el radar de su cola,

-siempre en guardia-
atisba un peligro,
pelos y chepa pierden compostura
y con un soplido furo 
a la amenaza
desaparece de la vista.

Más si de amores se trata
los tejados vecinos visita
para encontrar una gata.
Al regreso, maltrecho y despeinado,
no hay reproches ni enfado
bajo este techo, 

para este amor correspondido
que cuida y acompaña
que protege y abriga,
que asiste y reconforta
que te aguarda cada día,

tras la puerta, al llegar a casa.

Así es nuestro hogar,
así su casa.

Hazme caso:
¡deja que te adopte un gato!


Elena Larruy




domingo, 14 de abril de 2019

ACTIVAR LA INTELIGENCIA


Autor Thomas P. Peschak


“Dependemos de la naturaleza no sólo para nuestra supervivencia física. También necesitamos a la naturaleza para que nos enseñe el camino a casa, el camino de salida de la prisión de nuestras mentes. Nos hemos perdido en el hacer, en el pensar, en el recordar, en el anticipar: estamos perdidos en un complejo laberinto, en un mundo de problemas. Hemos olvidado lo que las rocas, las plantas y los animales todavía saben. Nos hemos olvidado de ser: de ser nosotros mismos, de estar en silencio, de estar donde está la vida: Aquí y Ahora”.
 Eckhart Tolle El silencio Habla 2003


Todo ser vivo tiene a su alrededor un campo de energía electromagnético a través del cual percibimos más allá de nuestros cinco sentidos. La base científica demuestra que cada célula de nuestro organismo tiene una carga eléctrica de entre 70 y 90 milivoltios en estado de salud. Cada célula, como cada uno de nuestros órganos y sistemas, generan un gran campo electromagnético (CEM) que se extiende y actúa a nuestro alrededor cumpliendo determinadas funciones y generando importantes influencias en nuestro cuerpo. Este campo de energía  conocido comúnmente como el aura tiene un radio de acción y una intensidad medibles. Sus ondas de longitud y frecuencia emiten y trasmiten información de manera sutil sobre nuestro estado físico, psicológico y emocional, a la vez que interactúa con el exterior y las personas que lo rodean. A través de las vibraciones de baja, media o alta frecuencia, se puede obtener información.
Se dice que una persona tiene salud energética cuando se mueve y adapta  con facilidad en las tres frecuencias, eso le permite percibir y trasmitir más allá de los cinco sentidos. Sin embargo, cuando se encierra en una escala de frecuencia se vuelve rígida, apareciendo alteraciones que derivan a niveles que se perciben claramente en el cuerpo físico, mental, emocional y espiritual. Cuando hay perturbaciones en el CEM los procesos psicofísicos se alteran. Estas alteraciones cerebrales de tipo eléctrico que pueden venir del interior, como cuando sentimos miedo o tristeza, desestabilizan al campo electromagnético; si esta situación es pasajera pronto se normalizará, pero si el estado es permanente se vuelve crónico y el CEM queda "dañado". Cuando las alteraciones vienen del exterior recibimos energías que influyen en nuestro estado anímico y de percepción de manera que pueden cambiar nuestra disposición física y psicológica. Todos en diferente grado estamos interactuando en los otros, influenciando, afectando sus campos electromagnéticos. 


Ahora que ya sabemos que nuestro cuerpo físico -y todos los otros cuerpos- están rodeados por un gran campo electromagnetico que recibe y emite ondas, entenderemos, sin entrar en detalle de su complejidad, lo importante que es implicar cada una de las partes en lograr equilibrio y salud física y mental.

Tenemos el conocimiento, somos conscientes de la importancia que es mantener esa energía vital limpia y de calidad. Ahora solo nos falta practicar y entrenar esa capacidad para alcanzar vivir en estados de armonía y bienestar. 
La meditación es una práctica que nos ayuda a conseguir el equilibrio deseado. A la meditación se llega por el silencio. Los estados de silencio nos permiten modificar los campos dañados que actúan sobre los órganos y sistemas del cuerpo físico y de los cuerpos emocionales. En el silencio no hay fantasía, ni interpretación, ni juicio. La meditación es una  experiencia de vaciado y de silencio; en la meditación no hay resistencia ni ruido. Pueden aparecer imágenes, ideas, formas y pensamientos diversos que dejaremos fluir sin identificarnos, ni hacer interpretaciones, como cuando estamos con los ojos abiertos y nada miramos, ese sería el ejemplo. Solo dejamos que todo suceda desde la quietud y el silencio, que transcurra sin oposición ni interrupción.  La experiencia sensible no es casual: significa algo. ¿Pero qué? Todos tenemos una interpretación básica de las sensaciones. Bloqueo, tensión o constricción sugieren dificultad. Ligereza, facilidad y fluidez apuntan a un buen funcionamiento. Esto no siempre es así, pero sirva de orientación. Cuando  mediante la práctica de la meditación logramos sostener las sensaciones, la no resistencia desde la aceptación, el silencio se pronuncia de manera inconfundible, hace que surjan las percepciones, las intuiciones y la claridad mental.  Las respuestas y señales que llegan a través del oráculo del silencio siempre son certeras, ese es el poder que nos otorga la meditación.     

Elena Larruy







HAIKUS



Hay pocas cosas 
tan ensordecedoras 
como el silencio 


Lo peor del eco
es que dice las mismas
barbaridades

Mario Benedetti


La mente quieta
se llena de energía, 
observa y crea.


La mente inquieta
piensa, controla y corre;
exhausta queda.

 Aurelio Huguet



Soy tan partidario de la disciplina del silencio que podría hablar horas enteras sobre ella.
George Bernard Shaw (1856-1950) Escritor irlandés.
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