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martes, 5 de enero de 2021

MEMORIAS DEL CORAZÓN









MEMORIAS DEL CORAZÓN
(el agradecimiento)


Corría la primavera

por Balmes con Travesera.

Yo también corría

huyendo del invierno

por las mismas vías.

En el pecho una banda 

llevaba mi nombre escrito,

de mi padre el apellido

con su orgullo impreso.


Una historia reciente

con sus enseres de hielo

-cetro, llaves, credenciales, tarjetas-

se deshacía.

Nadie asistió a ese entierro.

Aquella mañana sin nombre

una brida maliciosa

salió a mi encuentro

y se ocupó del resto:

me derribó con violencia

para en dos partirme el  brazo,

el de mando.

Doliente mi causa

y humillada mi suerte

con urgencia compasiva y humana

nos recogió el otro brazo

y nos dejó en la mesa de rayos

del hospital más cercano.

Un asistente enfermero

nos recibió con desprecio

-como si yo no estuviera presente-

y envolvió mi brazo derecho

entre silencios y  mortajas.

El alma asustada

salio afuera,

se negó a entrar en detalles:

aquel asunto "pacato"

no iba con ella. 


"En mi cabeza un canon de voces desafinaba"

entre pensamientos crispados

y hogueras encendidas

que nada alumbraban.


La primavera siguió con su agenda,

a lo suyo.

Tres semanas y un día pasaron

hasta destapar mi brazo.

Cuando eso pasó

       ¡pan y besos pedía!

 Lo asistió el otro brazo

cuidadoso y entregado 

redobló la guardia

lo trató con cariño,

nada le echó en cara,

lo ajustó contra mi pecho

con ternura de madre

para darle abrigo.

Lo acunó con ternura

Le hizo saber que no era huérfano.

Y fue en ese momento de ea ea y arrullo

que yo escuché las gracias más sinceras

que jamás antes había escuchado:

las que mi brazo derecho

le dio

a mi otro brazo.


Elena Larruy

martes, 29 de diciembre de 2020

VIVIR ME GUSTA

 

Soy feliz por estas  manos que escriben,

que pasan páginas,

que sirven al amor.

 

Cambiante

como una veleta,

como un  paisaje en marcha

voy y vengo

por los caminos del mundo 

con un brasero encendido

bajo mi pecho.

 

Como todo humano

estoy hecha 

de retazos y de costuras,

de abrazos que me acunaron,

de tristezas que humedecen

y desconchan  las paredes

de este Edén humano

inhóspito

que habito.

 

Pese a todo desaliento,

se hacer compost

con los deshechos

y cultivo el amor.

 

         vivir me gusta

en esta intemperie,

ya me acostumbré

ahora que se quién soy:

corazón de ballena

ala de abeja, brizna, escombro, 

semilla, fruto, soplo

cúmulo nimbo

agua

arena...

Soy.

 

 Elena Larruy


sábado, 26 de diciembre de 2020

VERSIÓN CANSADA DE LA NAVIDAD

 


VERSIÓN CANSADA DE LA NAVIDAD 


 La Navidad presiona

en mi plexo,
un grueso nudo lo atraviesa.

Las familias divididas y rotas

a pedazos se cosen estos días

en torno a la mesa:

Faltan pocas horas
para la función.
Ya se encendieron las luces,
toca ser feliz,
comer pavo, 
polvorones y turrones, 
encender el árbol,
sonreír a la familia,
acordarse de los que ya no están,
Intercambiar palmadas, regalos y halagos.

Deshacer y atar lazos.
 
¡Las familias ya no son lo que eran!
dicen los más viejos.
Ni nosotros somos los mismos,
apostilla uno, con la boca llena, 
desde el fondo de la mesa.

El que cenaba a tu lado
ocupará un sitio, quizás, en otra mesa
en su lugar otra cara nueva sonreirá.

Pese a la alegría confitada
de estos días
con burbujas y foie:
no tengo paz
en este obligado momento.
Vacío está mi corazón
pero lleno mi plato,
sin otro apetito
que comerte a ti
cachito a cachito
y tenerte entre mis piernas 
para empezar por tu moflete
y acabar en tu oreja;
cuando con la mirada me buscas
y te pides mi falda
para quererme. 
Como un perro atento
ensalivo y babeo de gusto 
esperando que me llames
por mi nombre.
 -yaya. yaya. yaya-

Se me abre el apetito de quererte
fun fun fun
esto sí es la Navidad.  

Elena Larruy

martes, 1 de diciembre de 2020

MATERIA ECLÉCTICA

Te mando mi cariño Alena. Mujeres como tú le hacen falta a este mundo, recuérdalo cuando te sientas triste, herida, enferma en esta camisa estrecha que nos obligan a llevar, que tanto nos reduce y debilita. Este poema va dedicado a ti. Me siento orgullosa de mujeres como tú.

Úrsula K.Legin, Escritora

  

Soy feliz por estas  manos

que escriben, que pasan páginas

que sirven al amor.


Infinita y cambiante,

como un  paisaje en marcha,

voy y vengo por los caminos del mundo 

con una hoguera encendida en el pecho.


Como tú, estoy hecha 

de retazos y de costuras,

de amor, que sabe a albaricoque

madurado en el árbol:

de él  la flor que hila,

la rama que al aire teje

el drama del pétalo herido

en la hierba.


A pesar del frío, 

de la humedad de los tristes,

del desconche en las paredes

con meada de perro,

del debate político, del tráfico,

de la pesada hormigonera que arrastro,

                        vivir me gusta

en esta intemperie.


Corazón de ballena

ala de abeja, brizna, escombro, 

semilla, fruto, soplo

cúmulo nimbo.


Poeta, sí

poeta. 

Elena Larruy


viernes, 20 de noviembre de 2020

ESTO ES AMOR


Louise Gluck



Un poema inspirado en otro de Louise Gluck,
Amor terrenal, de su libro Vita Nova




Las conveniencias del tiempo
los condenaron al fracaso,
exquisiteces comieron los primeros años,
al mundo aportaron tres hijos
cobijo y techo les dieron
alguna causa de peso
habría de tener toda esa farsa de:
"a-ti-me-uno-para-toda-la-vida"
"a-ciegas-me-la-juego-bajo-tu-techo".

Nosotros sin embargo
lo hicimos mejor,
lo nuestro no fue un convenio,
«lo nuestro era amor».

Unos y otros fuimos consagrados
en el altar de los sacrificios
de las mariposas que sueñan
ante un notario del cielo
y su escribano.

Los condenados del lazo
jurábamos todos lo mismo
en el mismo abismo eterno:
en el mismo libro

pura palabrería humana.

Ahora que sabemos
que la vida no iba en serio
podría decirse
que incluso la pena prometida valiera
que todo fuera crucial y humano
no importa si farsa, ilusión robada o engaño
para que unas mariposas consentidas
dieran lugar al feliz desenlace
de los años
cuando uno ya vivido
sabe
que quererse a uno
es condición indispensable
para entregarse
para amar
y ser amado

fuera de todo tiempo y artificio.

Elena Larruy



miércoles, 4 de noviembre de 2020

NO ME FIO

 



NO ME FIO [2]


No me fío de los ocasos huyendo siempre con mi caja de pinturas.

No me fio de las sogas que no trenzan.

No me fio de los que quieren a medias, a calcetines a sudaderas de marca…

No me fio de los que dicen tenerla muy larga: no me fío un centímetro.

No me fio de la luz que arrojan los recibos de las eléctricas.

No me fío de los seguros a todo riesgo que no cubren las contingencias del corazón: ¡tan sensibles a ser dañados o robados...!

No me fío de “los mejores” «temporeros de las cumbres» cayendo de las torres más altas.

No me fío de los puentes, de los viaductos, de los rascacielos suicidas.

No me fío del que cuando viene no me encuentra, y cuando voy se ha ido.

No me fío del que nunca tiene tiempo y nunca se mueve de sí mismo.

No me fío del que para alejarse solo huye y no sabe quedarse quieto.

No me fío del que a todas horas pide perdón para seguir ofendiendo.

No me fio de los nombres predestinados a tener migrañas y jaquecas, como Dolores, o Armando, siempre a la gresca y aquellos que llamándose Amador siempre estén dispuestos a pasar la noche fuera.

No me fio de los que al pan llaman vino...y te invitan a su mesa.

No me fío de una cara que no me invita a quedarme.

No me fio de los sujetos brillantes con mala estrella.

No me fio de los torsos trenzados en los gimnasios.

No me fío de la gente edulcorada que me provoca caries.

No me fio de los que nunca se desmelenan. No me fío ni un pelo ni una pestaña.

No me fio de la soledad de los que se abandonan.

No me fio de los que adulan con exceso, en realidad están tomando tus medidas con dudosas intenciones

No me fío de los que dicen amar con locura. Me gustan los cuerdos que aman sin hipérboles ni ñoñerías.

No me fío del que teniendo solo da, y nunca las gracias, solo las espera.

No me fío de los que guardan lo inútil y no se deshacen de ello porque siempre lo tienen nuevo.

No me fío del que no se sabe mejorado, ni se lo exige, cada día que pasa.


                                      No me fío del amor sin dolor.

No me fio del dolor sin gozo.

                                                       No me fio de la alegría sin tristeza.


Ahora que todos llevamos puesta la mascarilla «No me fio de que en la mirada esté todo dicho».


                                                                                                                 Elena Larruy



Tema: VERDAD DE LA BUENA
 ALBERTO&GARCIA



sábado, 1 de agosto de 2020

PEONES DEL GRAN TABLERO HUMANO



Cuando se deja atrás  profesión y trabajo muchos de  los que ostentaban cargos relevantes envanecidos en su mando, crecidos en su "hacer importante",  se vienen abajo. De un día a otro se convierten en ciudadanos de a pie sin  despacho, ni cartera, ni secretaria que despache sus asuntos, ni tarjeta de visitas, ni rótulo que anuncie su nombre en la puerta, incluso sin víctimas inocentes -a veces- con quien despachar rarezas y cólera. Aquellos cuyas formas arrogantes y chulescas -o sin ellas-  que en su función se exceden,  que engañan que "venden la moto" a un ciego, y en especial a aquellos  tan llenos de sí mismos que se alimentan de vacíos: mas pronto que tarde la vida les pincha el globo donde andan subidos y los pone en su sitio: la cola de un servicio médico de urgencias, el atasco interminable en un cinturón,  la camilla de un quirófano,  la lista de espera de una intervención necesaria que nunca llega. Todos somos peones en el gran tablero humano de la vida,  por muchas credenciales, atributos y títulos que nos asignen, obreros en la viña que decía el maestro. Nadie es más que nadie para excederse en su función, para beneficiarse de ella,  sea cual sea su responsabilidad.  
Cuando las luces del gran teatro se apagan, para muchos se acaba la función y los brillos. Acostumbramos a pensar que la vida pone a todos en su sitio, como así es. No hace mucho me crucé con uno de esos "actores" saliendo del supermercado. 


PEONES DEL GRAN TABLERO HUMANO


Sucede a menudo
en el reparto de juego
de este gran tablero humano
donde todos jugamos
que personas "listillas"
se crecen en el cargo,
y como ánades torpes
de pata corta, mucha pluma
y poco vuelo
pierden el trasero
por ser los primeros
en llegar al medallero.
A la carrera
los "don nadie" de peseta
con ensayada sonrisa
seleccionan a la presa 
que comprará "su moto vieja"
.
¡Tan financieros!: ellos
tan astutos y engolados,
tan banqueros Colgate:
dioses de mercadillo
afanados en la obra
de engordar su bolsillo
y el activo de su amo. 

Confiada, la presa fácil
sientan a su mesa,
la invitan a un refresco con gaseosa,
le hablan de mercados
de emprestitos
de las empresas del Ibex,
de la prima de riesgo
del euribor, del techo de las hipotecas
del recorrido de la bolsa
de la acción preferente
de la desconfianza del dolar,
hasta que en una de esas vueltas
sinuosas y sutiles
los clientes confiados
les firman -como churros-
contratos:
el fondo de inversión
"ga-ran-ti-za-do" ¡cómo no caballero!
al cero, 
coma, cero -por cien-
el plan de ahorro imprescindible
el financiero aconsejado
el de pensiones: ¡ojo! ¡al dato!
-¡con su desgravación en renta!-
¡compre!, ¡compre! acciones señora,
caballero:
las mejores del mercado
-están de oferta-
¡una apuesta segura!
y por favor atienda:
no pierda ocasión
de llevarse las maletas
o el robot 
de la quincena
-con garantía de un año-.
La moto del hijo
¡también la financiamos!
¡por supueeeesto!
y el seguro a todo riesgo,
con franquicia o sin ella:
como Usted prefiera caballero
¡Ah y 
el casco!.

Sinergias le llaman
los astutos
tunantes de dos géneros,
pillos y zorros 
dirigidos todos ellos
por control remoto:
vendedores de humo,
voceros de mercadillo,
tan necio, alguno 
que compran
su propio humo.

Otros, jugadores de casino
de maquinas traga perras,
que con afilado dominio
de la lengua: juegan
a apostar el dinero
del incauto, del crédulo
del bonachón que se deja.

Tienen oficio
y desparpajo
son actores de primera,
conocen bien las reglas.
Mentiría si no dijera
lo que vi
más de uno
"vendía por entregas"
la dignidad que no tenía.

Y fue con uno de esos
«profesionales»
que me crucé el otro día:
salia del supermercado
con dos barras de pan
bajo el brazo,
llevaba guantes de látex
y una justiciera mascarilla
que le tapaba la boca,
tiraba de un carro
vestía con cazadora tejana
y unas zapatillas de lona.

¡oye!: 
¡hasta parecía persona!

Elena Larruy



Una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja.
Proverbio italiano


sábado, 25 de julio de 2020

SOY MADRE DE DOS HIJOS




Este poema está inspirado en otro que escuche recitado por su autora la poeta Begoña Abad, a la que aprecio y admiro y tuve el gusto de conocer recientemente.


SOY MADRE DE DOS HIJOS


Uno tiene el pelo liso
el otro rizado
los dos son altos
morenos
y guapos
-que decimos las madres-
       los dos
tienen los ojos castaños.

El mayor se me parece
el menor no tanto,
-es más de su padre-,
la piel tiene blanquita
el nombre romano
y el pelo a lo "afro".
El nombre del primero es griego
la piel tiene morena
el pelo, como los ojos: castaños,
pasa del metro ochenta,
los dos, al nacer,
pesaron más de cuatro.

El que llegó con prisas
a la vida le echa pulsos
pelea y forcejea
se  proyecta con vehemencia
lo mismo que da, exige de ella,
el pequeño, sin embargo...
la torea. Este es sagitario
y pulsos ninguno
¡no vaya a ser que los pierda!.

Los dos van de frente
los dos son rectos y limpios,
en el sentido más amplio,
aunque a veces
jueguen al despiste 
como yo misma hago.
     
El que salió  más inquieto
le gusta el deporte 
nada, pedalea, escala
también le da a la raqueta
siempre va al gimnasio.
El menor es más tranquilo
cuida su cuerpo sin prisas
también visita el gimnasio
-aunque no tanto-
no le gusta complicar
ni que le compliquen la vida.
A las cosas llega sin rodeos
ama lo sencillo
le gusta la calle
las terrazas
rodearse de amigos
niños y barbacoas.
.
Los dos cocinan
lo hacen bien y con oficio
el menor nos hace pasteles
el mayor igual confita un pato
que nos hace paella.

Ninguno "come perdices"
pero son felices con sus vidas
sus parejas y sus hijos.
El menor está casado
el mayor juntado,
de cada uno tengo
el mejor de los regalos.

Uno y otro van en moto
y me llevan de paquete
el inquieto por las curvas
su hermano por los atajos.

El que nació más herido 
el corazón le rompieron
-de eso hace ya unos años-
le costó repararlo
pero ahora, lo tiene
a buen recaudo,
el otro, más práctico y funcional
al mal tiempo
buena cara: 
como si nada pasara,
en eso se parece
al que al  lado mío
duerme en la cama. 

Y si hablamos de dinero
uno y otro son distintos
lo disfrutan y administran
de manera diferente:
el menor lo ahorra
al mayor
le gusta más gastarlo.
El que primero llegó al mundo
sacó una oposición
y se hizo funcionario 
el otro no.
Ninguno de los dos 
trabaja para lo que se preparó

El pequeño es relajado
en su trato es sencillo
templado y sin dobleces
acepta lo que viene
pero ¡ojo! cuidado
que nadie toque lo suyo
porque responde con raza
-tiene a quien parecerse-,
la misma que el mayor tiene:
exigente y flexible cuando toca
de mano tendida y justiciera
lo que da, para sí  quiere.

En los dos está mi nombre
mi talento y mi falla.
Saber que están felices,
que son gente sana
que se cuidan por dentro
es lo que más  me interesa.
A estas alturas de partido
que hagan y sean
cuanto les venga en gana.

Con los dos me siento en deuda
y no es de cariño
ni financiera,
uno aprende el oficio
y compensa deudas
tirando a vieja.
Ellos son mi biografía
mi mapa y mi bandera
mi país,
el espejo
donde cada día me veo.

Como ya se aprecia 
los dos son diferentes
tanto es así
que hasta el género 
tienen distinto:
uno es varón
y el otro hembra,
a ella no le puse mi nombre
aunque por fuera
sea y es "mi maqueta".

Ironías, juegos, licencias,
diferencias a parte
entre ellos y yo 
no hay distancia más larga 
que la lógica de la edad
-que tampoco es tanta-
lo que viene a explicar
-aunque mal y poco-
que al varón  no le guste la poesía
-cómo es natural-,
a la chica tampoco
.-en eso se parecen-.
Ninguno de los dos lee lo que escribo.

¡Y que le vamos a hacer...!

Elena Larruy


La velocidad del sonido es una cosa extraña. Tus padres te dicen algo cuando tienes 20 años y te llega solo a los 40.


miércoles, 8 de julio de 2020

EN MI CIUDAD, CONMIGO, A SOLAS







MI CIUDAD Y YO

Me gusta mi ciudad en verano,
en su hora blanca

con las luces de la noche apagadas
y el silencio de sus calles vacías,

ajustarme a su paisaje
sin ser vista,

levantar castillos
debajo de un pino,

escuchar el trino
de un pájaro
        -me encantaría-
pero en mi ciudad
        no hay parques
ni escondites 
ni trinos de pájaros
ni pinos con nidos.
 
En mi jardín urbano
de plátanos y asfalto
hay silencios interiores
entre rugidos de coches
semáforos -que hacen guiños-
arrullo de palomas
taxis negros y amarillos
ambulancias con urgencias
peatones con prisas
autobuses de dos pisos

gente extranjera sonriendo
por calles y avenidas,
entre templos
paellas
y fachadas modernistas.

En mi ciudad
    hay días de verano -como hoy-
que me pongo una gorra con visera
y me oculto tras las gafas
para perderme por las calles de Gracia,
como si yo misma
fuera la extranjera.

Me gusta el paseo matutino
sin agobio ni prisas.
Con la mirada primera                             
llegar hasta Las Ramblas 
-sin saber cómo ha sido-

sentarme en una terraza
de La Plaza Real,
pedir una caña
y un par de tapas,
    suspendida  en el aire,
-en el saliente de una cornisa-
con la sonrisa pegada a la cara,
ver pasar la gente
como agua de río,
    fluir en la corriente
de un pensamiento deshelado,
estar conmigo a solas,
un día cualquiera
en mi ciudad,
no ser esta, ni la otra,
no ser nada:
desarmada, 
            liviana.
                 Enamorada.

 Elena Larruy



lunes, 11 de mayo de 2020

CON LUZ DE PRIMAVERA





CON LUZ DE PRIMAVERA


En los caminos sin luz
donde perdemos la alegría
y la estrella que nos guía,
creemos morir de repente.

Un cuerpo helado
busca el abrigo
en el calor amigo
de un  abrazo confinado.

Al otro lado del hilo,
otros cuerpos tiritan,                     
rastrean la lumbre
que los desvista
del frío y de rocíos.

Perezosos los ojos,
en un desierto sin vistas,
piden parques amarillos
vuelos de gaviotas
fuentes cantarinas.

En todas las pisadas
huellas de vacíos
se adivinan,
corazones sin pulso
esperanzas bajo tierra
alegrías prohibidas.

Mas la  tristeza
     es natural y pasajera,
no es de dolor que está hecha
ni tan siquiera de materia:
Es un estado inerte
que se asienta
tras la hoguera.

Nacerá de sus cenizas
la alegría en primavera,
como el ave destruida
que siempre se reinventa.

En la ofrenda de su vuelo:
flores, alas, cantos y risas
y como hace con el  árbol,
en el alma dejará el fruto
donde se pose el pájaro,
a retomar su canto.

Elena Larruy




Con las alas al viento...


sábado, 18 de abril de 2020

DE LA INOCENCIA A LA CULPA




DE LA INOCENCIA A LA CULPA

Desobedecía a escondidas,
con la terca inocencia
del que no tiene argumento
que lo libre del castigo,
        con el afinado instinto
del que atiende las señales
que dan en lo cierto.

Cuando cumplí los siete años
me obligaron a aprender
el catecismo
para recibir a Cristo:
           ¡si yo ya lo tenía!:
andaba por mis adentros
como Pedro por su casa,
     -pero ellos, no lo sabían-.

Desobedecía así de niña,
cuando a confesar los pecados
me mandaban, y yo
me escapaba de la fila,
me escondía tras las puertas:
        porque  no mataba
ni robaba, ni mentía
ni incumplía los preceptos
de La Santa Madre Iglesia:
a mi padre ya lo honraba
y madre
     ya tenía.

El noveno mandamiento
¡debía ser muy malo!
a saber: ¿la lujuria?.
un pecado de mayores:
                         me decía.

Al salir del colegio
algunos días,
me compraba en El Cubano
chicles Bazoka,
chufas y pipas
que escondía en la cartera
por si fuera pecado.

Nunca creí en el infierno.
Para el cielo no tenía edad
ni preguntas.
Me quedó grabada la culpa
como señal de la iglesia
como marcan al ganado
para saber que tiene dueño.

Me robaron la sonrisa.
Fui antes que adulta
penitente.

Así de gris y constreñida
en mi uniforme estrecho
crecí de niña,
           aún me parece a veces
que lo llevo puesto.

Elena Larruy



sábado, 21 de marzo de 2020

LA ALEGRÍA EN EL PEOR DE LOS ESCENARIOS

 


                                                                                       

Que la alegría sea un brote,
una infección, una pandemia,
que contamine los aeropuertos
las ciudades
los caminos
los valles
las camas de los hospitales
las aceras de todos las calles.

Que todos los corazones la tengan
que todos los tejados la filtren
que todas las casas la guarden.

Que inunde las mañanas
los mediodias
las tardes
las escuelas
los colegios médicos
los hospitales
los despachos
los obradores
las mesas electorales.

La cara del triste
la soledad del anciano
el alma de los suicidas
los corazones  huérfanos.

Que nos trastoque
que nos asista
que nos consuele
que nos defienda
que nos encienda
que nos proteja
que nos sane
que ilumine la llama
de los enfermos
que prenda la hoguera
de los desechos

que nunca nos falte..

Que no haya medicina
ni antídoto
ni vacuna que la evite

ni remedio que la calme.



La alegría está mal vista por aquellos que temen lo peor, que se ponen en la peor de las situaciones, que se encierran en casa y se hacen llevar la comida, que apenas asoman la cabeza por la ventana, que temen al miedo, el más mortal de los virus.
No hay otra manera de valorar y abordar  lo que estamos viviendo estos días con la infección del coronavirus desatada por el mundo que el respeto y la prudencia, pero sí hay diferentes actitudes  de estar y de enfrentarlo que nos diferencian a unos de otros. Es con valentía, serenidad y las recomendaciones de la autoridad sanitaria que lograremos superarlo. Prendida la llama de la sonrisa en nuestra cara, al calor de una alegría  responsable y necesaria. Así es como se vive en mi casa, así como yo la vivo.
El pánico no ayuda, tener la cabeza dándole mañana y tarde al tema afirmando lo expuestos que estamos, imaginando que lo vamos a pillar, tampoco. Creo que se nos brinda una oportunidad de hacer cosas extraordinarias que habitualmente no hacemos, porque el momento es extraordinario, y nos pide actitudes y respuestas diferentes. 
Es momento de estar recogidos, tranquilos, retirados con nosotros mismos, y pararnos a escuchar, y hacer bien las cosas: mejor con alegría.
Por fin tenemos tiempo:  nosotros, los siempre apurados, "los estresados del mundo" para planificar nuestro futuro y mejorarlo. 
A aquellas personas que valoran negativamente a los que enfrentan esta situación  con optimismo y cierto humor son de las que debemos preservarnos  porque su miedo y su opinión contaminan el ambiente, su conversación, enredada en el bucle de la alerta, es insana, su discurso agorero suma negatividad. Un temor sostenido con el pensamiento puesto en el contagio atrae la enfermedad, no ayuda ni les ayuda.  
No, como quiera que te llames, la alegría es sana y está bien,  En la actitud de la alegría hay responsabilidad: pensemos en ello, en su contribución y beneficios. El ejercicio, cada uno como pueda en su casa, la normalidad y escucha interior nos ayuda a fortalecer la mente y como consecuencia el cuerpo, a inmunizarlo, a darle un carácter resistente, a saber que con los pensamientos construimos o destruimos lo que somos y cómo lo vivimos: en nuestra mano está. La alegría es como la vitamina C, útil y necesaria: que nunca nos falte. 
¡Permitámonos la alegría!

Elena Larruy


jueves, 19 de marzo de 2020

HUMOR EN TIEMPO DE RETIRADA





El humor como esencia expresiva de lo humano tiene cabida en cualquier género de la literatura. La poesía también admite el juego, el humor y la ironía. Los poetas dicen que esto no es poesía, o mejor que el verdadero poema es otra cosa bien distinta, yo también se la diferencia, pero hoy me permito jugar con las palabras, y con ellas contar un acto tan cotidiano como común, ir al baño con lectura. ¿Dónde mejor que sentados en la taza del wáter podemos entender un manual, o el prospecto de una medicina? y,  como no llevar esa novela que no podemos dejar de leer. Se de gente que tienen pequeñas bibliotecas en sus aseos. Leer en el baño es un placer, o si no que se lo pregunten a los lectores, quien no aprovecha esa retirada para no ser molestado y leer una revista, por ejemplo, o para hacer una quiniela o la lista de la compra, en fin concentrarse en algo sin que nadie ni nada nos moleste. Yo y mis libros de poesía somos asiduos a esa cita fisiológica. Muy a menudo elijo para la ocasión el libro de poemas Palabra sobre palabra de Ángel González, a cuya memoria dedico estas letras. Así que aprovechando los días de forzada, obligada y prudente retirada, en que dispongo de más tiempo, me permito una sonrisa escribiendo esta humorada.
Para acabar aprovecho la ocasión para hacer reivindicación personal:  + poesía por favor.




UN MOMENTO PLACENTERO

Selecciono con esmero
la lectura que me llevo
al lugar placentero
donde me recojo
con mi trasero.

Para cosas no banales:
el retiro es importante,
echar cerrojo
y como mucho
dejar que pase la gata.

Sin más dilación                                             
ajusto el trasero
por el agujero
y le dejo que haga:
Cojo el manual
de la lavadora,
-que lleva dos días en casa-.
los consejos                             
de la alerta sanitaria,
que nos tiene a todos
metidos en casa,
la receta
el crucigrama
la revista de Ikea
las ofertas de Caprabo
los apuntes de clase
el extracto del banco,
pero las más de las veces
lo que más me apetece
y hace que mi dicha
sea completa
es, cuando tus palabras
caen en mis manos
y te llevo conmigo
hasta la taza.

Podría pasarme así
toda la quincena
de esta retirada
enredada en tus poemas
escuchando tu palabra.

Perdona la impostura Ángel,
del lugar y el momento,
pero es que
a todas horas

me vienes de ganas.

Elena Larruy



miércoles, 4 de marzo de 2020

PERDÓN, HOY CUMPLO AÑOS



Helena Sofia Schjerfbeck



PERDÓN, HOY CUMPLO AÑOS

Me confieso a las puertas
de otro otoño.
Creo que mi pecado
es común y viejo. Pido perdón:
hoy, cumplo años.

Nada del tedioso futuro
le interesa a mi felicidad
sin pulso. Cruzo las manos,
pienso un deseo,
invoco a las partes
que intervengan en este asunto
de huida parsimoniosa
hacía el olvido:
A ellos pido orientación
y fortaleza.

Alguien se acerca
lleva en sus manos un pastel
y una vela encendida:
construyo una presencia
afectuosa y escéptica.
Soplo la llama.
Mi rostro en fuga
también se apaga
a la espera
que se alineen los planetas:
Júpiter en Piscis

sería lo adecuado.

Elena Larruy


lunes, 24 de febrero de 2020

LOS FUNCIONARIOS DEL EGO


Hay un Yo honesto que se construye poderoso desde dentro, que se muestra confiado, templado, autosuficiente, que no necesita arrojar sombras para brillar por sí mismo, hay otro "yo" hipócrita arrogante, orgulloso y pomposo cuya necesidad es complacerse con  expectativas ajenas, necesita el aplauso, la aprobación y el elogio como fuente de autoestima. El Yo sano,  honesto nunca entorpecerá el  camino de los otros.




Un hombre sólo tiene derecho
a mirar a otro hacia abajo
cuando ha de ayudarle a 
levantarse.
Gabriel G.Marquez



ALÉJATE

Aléjate del que pone el teorema
encima de la mesa
del que crea polémica
cuando nada le interesa
del culto que exhibe 
y apabulla son su tema,
-el que más domina-
para quedar
siempre por encima.
Del elegante felino, leonado,
de guante blanco
que atrapa a sus víctimas
sin dejar rastro de ellas.
Del que no tiene opinión
y solo dispara y discrepa.
Del que con educación
y don de gentes
te miente,
del que sincero 
te ofende.
Aléjate de aquel
que todo te lo da
sin nada a cambio:
no sea que el impostor
"de buena fe"
te convierta
en su blanco.

Elena Larruy


lunes, 17 de febrero de 2020

A PESAR DE LA HUMEDAD



Un texto breve en forma de prosa poética inspirado en otro de la poeta aragonesa Olga Bernad



Edward Fairburn



"A pesar de la humedad, el ruido, el debate político, el humo negro de los coches,  la alarma china, el todo vale en  los medios, los árboles desnudos del parque, el pesar de los tristes,  las fachadas desconchadas con las meadas de los perros, la alegría fingida del tendero, las horas huyendo en desbandada, la vecina chismosa con la que acabo de cruzarme; salgo de mi casa, saludo al día,  atravieso la calle, doblo la esquina y camino por la ciudad como si llevara puesta una hoguera, en medio del frío.
"Vivir me gusta. No lo niego"
Elena Larruy
  

martes, 4 de febrero de 2020

PARA EL CUATRO DE MARZO




Unos se medican con chocolate, yo como dice la imagen: escribiendo.



PARA EL CUATRO DE MARZO    

Se aceptan flores
chocolate y halagos,
palabras cariñosas
que no sean corrientes
ni de diario.

Se aceptan mensajes
en los espejos,
en la nevera
o en la tapa del wáter
que digan cosas como:
cuando lees a Pessoa
sentada en la taza,
mientras me afeito,
también te prefiero.

Se aceptan perfumes
sonrisas, libros, abrazos
te quieros sinceros
cumplidos atinados,
sin milongas de la edad
la salud o el peso.

Que los de Amazon dejen un regalo,
también se acepta.

De los sin palabras del mundo,
que son unos cuantos,
se aceptaría una letra de Machado
una canción de Sabina
una señal de humo
o un poema robado.

Y para acabar el pedido:
se aceptan besos en línea
abrazos diferidos
poesía a quema ropa;
pago en diferido,
también extiendo letras
y pagarés a corto plazo. 

Para el resto,
aceptaré lo que venga,
pero eso será otro día
y a portes pagados.

Elena Larruy



Un guiño a Luis Alberto de Cuenca cuyo título de su libro de poesía: Se aceptan cheques, flores y mentiras  ha inspirado este poema: Para el cuatro de Marzo



miércoles, 29 de enero de 2020

COMO A TI TE GUSTA

Este poema dedicado a mi amiga Rosa es un tributo a la amistad, a la de ahora y a la de siempre. A todas aquellas amigas que un día fueron importantes, incluso a las que sin serlo desaparecieron y nos marcaron otros caminos. A las nuevas que nos encontraron o se dejaron encontrar y que hoy también tenemos el placer de disfrutar. Gracias a todas por los momentos extraordinarios que vivimos juntas riendo, compartiendo tristezas y apoyándonos y por todas aquellas historias que nos quedan por vivir. Recuerdo con especial cariño a alguna de ellas con las que ya no mantengo relación pero a las que sigo queriendo y echando de menos.  Hoy cumple años una de mis amigas más entrañable,  mi querida amiga Rosa, un alma noble, una mujer sin tiempo y sin edad, una de esas mujeres que sabe querer porque se quiere así misma y porque sabe vivir en el presente como nadie: despierta y con alegría,  disfrutando cada momento, sin apegos ni edulcorantes,  agradeciendo siempre a la vida y a sus amigos. Yo tengo el placer de compartir muchos de esos  momentos con ella, me siento afortunada de quererla y sentirme querida por ella, de tener alguien con quien hablar y escuchar, por extraño que parezca, hablar de otra cosa que no sean banalidades se ha  convertido en una extraña rareza humana. !¡¡¡Que suerte la mía amiga Rosa!!!  


Nos conocimos pasados los treinta
pero siempre tuvimos la sensación
que nuestra amistad venía de lejos


 COMO A TI TE GUSTA

Encontré estas copas
y pensé en ti,
tienen tu color,
tú transparencia
y tú brillo.

Encontré esta vela,
que también contiene tu llama.

Como el azar encuentra lo suyo

encontré este molde corazón
que lleva tu sello,
y me dije:
le haré un bizcocho,
perfumaré con jengibre y canela
la harina, como a ti te gusta,                                        
fundiré chocolate del ochenta
y lo vestiré de fiesta.

Encontré este sobre

y el corazón me dijo: 
pon en él la vela
y un poema sin azúcar                      
que celebre la vida
y la edad sin tiempo,
como a ti te gusta.

Encontré este verso
sin techo, 
y lo robé para ti:
"eres mi lugar de acogida preferido".

Y por eso te bendigo
y te celebro por igual -clinc-.

Por ti brindo -clinc-.

Elena Larruy






lunes, 20 de enero de 2020

TÚ, MI CASA






TÚ, MI CASA


Me invitaste a bailar en Febrero,
eran fiestas de San Blas.
Subí a tu pueblo a encontrarte;
de entre muchos te elegí,
tù, no viniste a buscarme.

De haber llevado traje de luces
no me habrías gustado,
como tampoco me atrajo,
tu pelo leonado
ni tu americana de pana.

Me distraje en tu cabeza,
en la onda expansiva de su alcance.
Dabas el perfil: de frente y de costado,
y me puse para ti interesante:
leona, financiera, frambuesa, chocolate.

En una de esas vueltas
al volante de mis curvas veinteañeras
me dijiste: sube, te llevo a casa,
y juntos nos fuimos
al paraíso, en un seiscientos.

Nos costó llegar,
un viejo motor agonizante
nos tiraba a cada paso
por empinadas vueltas de montaña,
a cuatro grados bajo cero,
y a cien kilómetros de casa.

Aquella noche aciaga,
salvando obstáculos y vallas,
una estampida de caballos
atravesó mi pecho,
y fue en ese instante ecuestre
que supe,

que ibas a ser mi casa
y yo... tu gata.

Elena Larruy




viernes, 10 de enero de 2020

LA RESPUESTA DE UN ESPEJO VICTORIANO

HUMOR POÉTICO

Ilustradora Maggie Taylor



LA RESPUESTA
(de un espejo Victoriano ¿que cabe esperar?)

Que extraño mirar el mío
cuando me asomo al espejo:
se produce un desafío.

Una intrusa con cara de pocos amigos
aparece al frente, me mira, la miro
me observa sin clemencia.

Con gesto de desprecio
respondo a su mirada fiera
severa y sentenciosa:
Yo, no soy tú, le digo,
¡que soy otra!
¿De donde has salido
con esa pinta de antigua
y esa cara de boba?

¡Hasta luego M.Carmen!
y me marcho ligerita,
como la chica de treinta y cinco:
justo los años que tengo.

        ¡Ahí te quedas tú solita!
¡Suéltate el pelo! ¡Pestañea!
¡Sacúdete la naftalina!
¡Pierde unos kilitos!
y, ¡regresa al baúl
de donde has salido!.

Le doy la espalda, engreída,
y a la vuelta de la esquina
cuando creo que nadie me mira,
día y hora pido al peluquero
... y al oculista.

Una voz en GPS
saliendo de un globo sonda
sigue mi rastro,
me persigue,
no consigo despistarla ¡Dios!

¡y no me dice la idiota!:
            En el psiquiatra
Elena, también gradúan la vista.

Elena



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