TÚ, MI CASA
Me invitaste a bailar en Febrero,
eran fiestas de San Blas.
Subí a tu pueblo a encontrarte;
de entre muchos te elegí,
tù, no viniste a buscarme.
De haber llevado traje de luces
no me habrías gustado,
como tampoco me atrajo,
tu pelo leonado
ni tu americana de pana.
Me distraje en tu cabeza,
en la onda expansiva de su alcance.
Dabas el perfil: de frente y de costado,
y me puse para ti interesante:
leona, financiera, frambuesa, chocolate.
En una de esas vueltas
al volante de mis curvas veinteañeras
me dijiste: sube, te llevo a casa,
y juntos nos fuimos
al paraíso, en un seiscientos.
Nos costó llegar,
un viejo motor agonizante
nos tiraba a cada paso
por empinadas vueltas de montaña,
a cuatro grados bajo cero,
y a cien kilómetros de casa.
Aquella noche aciaga,
salvando obstáculos y vallas,
una estampida de caballos
atravesó mi pecho,
y fue en ese instante ecuestre
que supe,
que ibas a ser mi casa
y yo... tu gata.
Elena Larruy
Elena Larruy
Que bonito Elena, gracias por compartir tus recuerdos con tanta sinceridad y sencillez
ResponderEliminarUn abrazo
Querida Rosa, gracias por hacer tuyas mis cosas. Otro abrazo para ti
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