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miércoles, 4 de noviembre de 2020

NO ME FIO

 



NO ME FIO [2]


No me fío de los ocasos huyendo siempre con mi caja de pinturas.

No me fio de las sogas que no trenzan.

No me fio de los que quieren a medias, a calcetines a sudaderas de marca…

No me fio de los que dicen tenerla muy larga: no me fío un centímetro.

No me fio de la luz que arrojan los recibos de las eléctricas.

No me fío de los seguros a todo riesgo que no cubren las contingencias del corazón: ¡tan sensibles a ser dañados o robados...!

No me fío de “los mejores” «temporeros de las cumbres» cayendo de las torres más altas.

No me fío de los puentes, de los viaductos, de los rascacielos suicidas.

No me fío del que cuando viene no me encuentra, y cuando voy se ha ido.

No me fío del que nunca tiene tiempo y nunca se mueve de sí mismo.

No me fío del que para alejarse solo huye y no sabe quedarse quieto.

No me fío del que a todas horas pide perdón para seguir ofendiendo.

No me fio de los nombres predestinados a tener migrañas y jaquecas, como Dolores, o Armando, siempre a la gresca y aquellos que llamándose Amador siempre estén dispuestos a pasar la noche fuera.

No me fio de los que al pan llaman vino...y te invitan a su mesa.

No me fío de una cara que no me invita a quedarme.

No me fio de los sujetos brillantes con mala estrella.

No me fio de los torsos trenzados en los gimnasios.

No me fío de la gente edulcorada que me provoca caries.

No me fio de los que nunca se desmelenan. No me fío ni un pelo ni una pestaña.

No me fio de la soledad de los que se abandonan.

No me fio de los que adulan con exceso, en realidad están tomando tus medidas con dudosas intenciones

No me fío de los que dicen amar con locura. Me gustan los cuerdos que aman sin hipérboles ni ñoñerías.

No me fío del que teniendo solo da, y nunca las gracias, solo las espera.

No me fío de los que guardan lo inútil y no se deshacen de ello porque siempre lo tienen nuevo.

No me fío del que no se sabe mejorado, ni se lo exige, cada día que pasa.


                                      No me fío del amor sin dolor.

No me fio del dolor sin gozo.

                                                       No me fio de la alegría sin tristeza.


Ahora que todos llevamos puesta la mascarilla «No me fio de que en la mirada esté todo dicho».


                                                                                                                 Elena Larruy



Tema: VERDAD DE LA BUENA
 ALBERTO&GARCIA



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