jueves, 6 de septiembre de 2018

EL ODIO


“Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas…”



Marc Chagall



Un poema de Wislawa Szymborska



EL ODIO


Contemplad que activo sigue siendo,
qué bien se conserva
en nuestro siglo el odio.
Con que ligereza afronta grandes obstáculos.
Qué fácil para él saltar, atrapar.

No es como otros sentimientos.
Es más viejo y más joven que ellos al mismo tiempo.
Él mismo crea razones,
que lo despiertan a la vida.
Si se queda dormido, no es nunca el suyo un sueño eterno.
El insomnio no le quita fuerza, antes se la da.

Con religión o sin ella,
lo importante es arrodillarse en la salida.
Con patria o sin ella,
lo importante es lanzarse a correr.
Para empezar no está mal eso de la justicia.
Después ya corre solo.
¿Odio! ¡Odio!
 Su rostro lo desfigura una mueca
de éxtasis amoroso.

¡Ay estos otros sentimientos,
enclenques e indolentes!

¿Dese cuando la fraternidad
puede contar con las multitudes?
¿Alguna vez la compasión
ha llegado primera a la meta?
¿Cuantos admiradores arrastra tras de sí la incertidumbre?
Arrastra sólo el odio, que sabe lo suyo.

Lúcido, muy inteligente, muy trabajador.
¿Hace falta decir cuantas canciones ha compuesto?
Cuantas páginas de la historia ha numerado.
Cuantas alfombras de gente ha extendido
en cuantas plazas, en cuantos estadios.

No nos engañemos:
sabe crear belleza.
Son espléndidos sus resplandores en la oscuridad de la noche.
Estupendas las humaredas de sus explosiones de destellos rosados.
Difícil negar a unas ruinas su Pathos
y el vulgar humor
de unas columnas vigorosamente erectas entre ellas.

Es maestro del contraste
entre el estrépito y el silencio,
entre la roja sangre y la blanca nieve.
Y ante todo, jamás le aburre
el tema de un torturador impecable
sobre su víctima mancillada.

Listo en todo momento para nuevos quehaceres.
Si tiene que esperar, espera. 
Dicen que es ciego. ¿Ciego?
Tiene el ojo certero del francotirador
y él, solo él, mira al futuro
confiado. 




"En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes"

jueves, 30 de agosto de 2018

EL BRILLO DE UNA ESTRELLA, CARILDA OLIVIER


Ayer 29 de agosto, a los 96 años de edad, falleció la prestigiosa poeta Cubana Carilda Olivier en su pueblo natal de Matanzas. Impresionante poetisa, defensora incansable  de la feminidad, la sensualidad y el erotismo. Reconocida internacionalmente por su calurosa y caudalosa obra, con más de 40 poemarios publicados. Le fueron otorgados grandes y prestigiosos premios literarios, entre los que se encuentra el Premio Nacional de Literatura. Mujer leal a sus principios, valiente y rompedora de normas y puritanismos, en la misma medida que lo fue su expresión dulce y humana. Resulta difícil separar a la mujer de la poeta.
Fue para mí un placer descubrirla, leer y releer sus poemas. Ardua la tarea de dejar una muestra, de tan rica y extensa obra, por lo que elijo el más emblemático y por el que yo la conocí:

ME DESORDENO AMOR, ME DESORDENO


“No me importa que me critiquen. Solo soy una persona que llevo la vida con franqueza y espontaneidad. He tratado de ser autocrítica, pero nunca otra mujer."


Siempre que nos abandona un artista de su talla, nos queda su obra: "Que suerte la nuestra", me digo para adentro: tenemos su voz, su rastro, su compañía eterna. Gracias Carilda por ese testimonio valioso de vida que como generosa herencia recibimos  los que amamos y nos reconocemos en la vida, con todos sus atributos,  también a los que buscamos la belleza de la verdad en la poesía. Y gracias a esa manera tuya de contárnosla: tórrida y caudalosa, brava y suave a la vez, con toda la franqueza de un alma transparente, con luz propia, noble y valiente. 




Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada,
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.

Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.

Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;

y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.




Guárdame el tiempo, guárdamelo...




Descansa; duerme el sueño eterno en paz mujer, poeta. Fuiste para mí la excelencia. Algo de tu espíritu habita para siempre en mí corazón.

Elena 




Muestra poética de Carilda Olivier 

lunes, 27 de agosto de 2018

LA NADA Y POCO MAS

Quizás haya notado que en mis cuadros hay dos características: o bien se trata de superficies expansivas que se dilatan hacia el exterior en todas direcciones, o bien de superficies que se contraen y retraen hacia el interior en todas direcciones. Entre estos dos polos encontrará todo lo que tengo que decir.


Mark Rothko




DESPUES DE TODO


Después de todo aún queda espacio
para repensar la vida y convertirla
en un ámbito mucho más silencioso,
al amparo de los inhóspitos desbarajustes
y las inevitables adversidades.
Porque el secreto es que no hay secreto
y los ritmos y las pausas son la cara
quizá oculta del tiempo no vivido
mientras hacíamos proyectos y nos jugábamos
el pasado y el futuro en inefables
minucias con ademán circunspecto.
Y ahora ¿qué nos queda además del recelo
y las carencias? ¿Qué compartiremos
con la gente que amamos y nos ama?
¿La oscura complacencia de los secretos
o la riqueza absurda del misterio?
Nada de eso y todo ello, porque el sutil
espejo discreto que nos enciende la mirada
es la nada que siempre descubrimos
sin querer, tercos y audaces,
después de todo, después de cada cosa.

Miquel Martí i Pol

lunes, 20 de agosto de 2018

A LAS QUE NACIMOS PRIMERO

"y una mañana llega el momento en que uno se despierta y descubre que se ha convertido de manera irrevocable en aquello para lo cual se había estado preparando hacia tanto tiempo" Katherine Anne Porter



MUJER EN AVANZADO ESTADO DE JUVENTUD


A mis sesenta y varios años
Soy una mujer en avanzado estado de juventud.
Aún en los días en que el cansancio me entristece las ancas
y la espalda acusa el pesado fuelle de los pulmones
la mujer que piensa dentro de mi
recién habrá cumplido los cuarenta.
El reflejo repentino en el cruel escaparate
las fotos inoportunas,
el asombro discreto del que de mi conserva
la imagen de un antiguo y fugaz encuentro
los atribuyo sin recato al pasajero mal día,
el desvelo o el maquillaje desleído.
Cuanto más fácil me resultaría esta fe
sin el nuevo aire de respeto de la recepcionista del hotel
la dificultad de los chicos para el tuteo al que los invito
O la cada vez más frecuente sensación de ser invisible
-el resto de los mortales
mirando a través de mí, como si lentamente me hubiese
despojado
de masa, sustancia,
peor aún: ¡de importancia!-

Para colmo, empiezan a inquietarme los amigos:
El guapo al que se le inclina la vecina nariz
las mejillas agotadas de aquella
el canoso, el panzón, la de innumerables pliegues
o los que me saludan y apenada no reconozco.

Y sin embargo en el aliento de sus miradas
el vapor del tiempo se deshace.
Furiosamente apegados a la vida
retozamos en la avanzada juventud
como si la muerte no existiera.

Gioconda Belli


Música para ellas



domingo, 19 de agosto de 2018

LOS AJENOS

Cuantas cosas tenemos para compartir y en el gesto los humanos que se desprecian, que no son atendidas o no se aceptan.  Cuanto  pesar en las voces no expresadas o en la mano tendida no tomada. Tan alejados de nuestros actos andan ellos, los ajenos, los que nos quieren lejos, que he tomado prestados estos versos de mi querida poeta Wislava Szymborska que expresan con fina ironía y sin herida el agradecimiento a esas  personas y a su distanciamiento, a ese olvido aparente que como el disimulo nunca es perfecto.

¿Por qué querer próximo al que nos quiere lejos?









AGRADECIMIENTO


Debo mucho
a aquellos que no quiero.

El alivio con el que acepto
que sean más cercanos a otro.

La alegría de que yo no sea
el lobo de sus ovejitas.

La Paz sea con ellos,
y mi libertad con ellos,
y eso el amor ni lo puede dar
ni tomarlo sabe.

No les espero
desde la ventana hasta la puerta.
Paciente
casi como un reloj de sol,
comprendo
lo que el amor no comprende,
perdono
lo que el amor jamás perdonaría.

Desde el encuentro hasta la carta
no pasa una eternidad,
sino, simplemente, algunos días o semanas.

Los viajes con ellos son siempre un acierto,
conciertos oidos,
catedrales visitadas,
paisajes nítidos.

Y cuando nos separan
siete montañas y rios,
son montañas y rios
muy familiares del mapa.

Es mérito suyo,
que yo viva en tres dimensiones,
en un espacio no lírico y no retórico,
con un horizonte, por movil, real.

Ellos mismos no saben
cuánto llevan en sus manos vacías.

"No les debo nada"-
diría el amor
sobre esta cuestión abierta.




Y hablando de cerrazones y otras razones del corazón, en su poema SALMO nos plantea lo absurdo de las fronteras que trazamos los seres humanos frente a la libertad y manera natural con que la naturaleza lo hace. 



¡Qué poco herméticas son las fronteras de los reinos humanos!
¡Cuántas nubes vuelan impunemente sobre ellas,
cuántas arenas del desierto pasan de un pais a otro,
cuántas piedras del monte ruedan por propiedades ajenas
dando provocativos saltos!

¿Tengo que enumerar, uno tras otro, a todos los pájaros al vuelo
o al que en este justo momento se posa en una barrera cerrada?
Aunque se trate sólo de un gorrión, su cola ya es fronteriza,
pero su pico es aún de aquí. Y para colmo no se está un segundo quieto.

De los innumerables insectos me limitaré a la hormiga,
que entre la bota izquierda y la derecha del aduanero,
no se digna contestar a las preguntas “de dónde”, “a dónde”.

¡Ah, ver claramente, a un tiempo, ese completo desorden,
en todos los continentes!
¿No es acaso ese ligustro de la orilla opuesta
el que de contrabando pasa por el río una enésima hoja?

¿O no es acaso la atrevidamente manilarga sepia
la que viola la sagrada zona de las aguas territoriales?
¿Se puede acaso hablar de un cierto orden,
cuando ni las estrellas se dejan colocar
para que quede claro bajo cuál ha nacido cada uno?
¡Y no hablemos del censurable comportamiento de la niebla!
¡Ni del polen que surca las estepas
como si nunca hubieran sido divididas!
Ni del sonido de las voces en las serviciales ondas del aire:
chillidos evocadores y significativos gorgoteos.

Sólo lo humano sabe ser verdaderamente ajeno.
El resto son bosques mixtos, viejos topos y vientos.


sábado, 18 de agosto de 2018

CUANDO TE VAS

Música Victor Mariñas


«Cuando te vas me duelen la mañana,
el ramo de la acacia, el pensamiento.
De tu recuerdo sólo me alimento
y mi memoria sin error se ufana.

Cuando vuelves, la vida se me aplana,
se achica en ti, ya cotidiano y lento.
Pierdo, sin entusiasmo y sin tormento,
la gana de alagarte la desgana.

Qué puedo hacer con este vaivén triste
que sólo brilla cuando no apareces
y a la razón y al hierro se resiste.

Entre el amor y el desamor se mece:
un amor que marchita y malexiste,

un desamor que vibra y enaltece
un desamor que vibra y enaltece».

Antonio Gala



jueves, 16 de agosto de 2018

DE PARAISOS COMPARTIDOS Y SUS CADENAS

Toulus Lautrec



Estamos tan intoxicados uno del otro


Estamos tan intoxicados uno del otro
Que de improviso podríamos naufragar,
Este paraíso incomparable
Podría convertirse en terrible afección.
Todo se ha aproximado al crimen
Dios nos ha de perdonar
A pesar de la paciencia infinita
Los caminos prohibidos se han cruzado.
Llevamos el paraíso como una cadena bendita
Miramos en él, como en un aljibe insondable,
Más profundo que los libros admirables
Que surgen de pronto y lo contienen todo.


Un poema de Anna Ajátova
Traducción de Jorge Bustamante García





La voz a ti debida


Tú vives siempre en tus actos.
Con la punta de tus dedos
pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores,
alegrías: es tu música.
La vida es lo que tú tocas.

De tus ojos, sólo de ellos,
sale la luz que te guía
los pasos. Andas
por lo que ves. Nada más.

Y si una duda te hace
señas a diez mil kilómetros,
lo dejas todo, te arrojas
sobre proas, sobre alas,
estás ya allí; con los besos,
con los dientes la desgarras:
ya no es duda.
Tú nunca puedes dudar.

Porque has vuelto los misterios
del revés. Y tus enigmas,
lo que nunca entenderás,
son esas cosas tan claras:
la arena donde te tiendes,
la marcha de tu reloj
y el tierno cuerpo rosado
que te encuentras en tu espejo
cada día al despertar,
y es el tuyo. Los prodigios
que están descifrados ya.

Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
-la única que te ha gustado-.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo.

Pedro Salinas

lunes, 13 de agosto de 2018

MALAHIERBA

Cuando llegué a este poema de Louise Glück, gran poema, pensé en ellas en las mujeres maltratadas por los hombres, que se afanan y luchan por recuperar la acción que les devuelva la dignidad que merecen.
Paralelamente a este encuentro se dio la sentencia del caso de  Juana Rivas, la mujer separada de Granada que el pasado verano no devolvió los hijos a su ex-marido, alegando el maltrato recibido de él cuando estaban casados. Maltrato por el que había puesto una denuncia en el país donde  residían, Italia, y del que todavía no se había celebrado el juicio. El ex-marido, Francesco Arcuri, además de reclamar a sus dos hijos alegaba no ser maltratador de nadie, y así lo vio también el juez, dando la razón casi en su totalidad a los argumentos de la defensa, poniendo de manifiesto no haber malos tratos y sí una falsa acusación malintencionada para obtener la custodia de los hijos.
La sentencia de cinco años de cárcel y seis sin la custodia de sus hijos que se le ha impuesto a Juana, además de una multa de treinta mil euros, es una sentencia dura, como dura es la del hombre acusado falsamente de malos tratos al que se le puede arruinar la vida.
Dice el refrán que la mala hierba nunca muere, lo que yo sé también es que no tiene género. 


Algo
llega al mundo sin ser bienvenido
y llama al desorden, al desorden.





Si tanto me odias
no te molestes en buscar
un nombre para mí: ¿necesitas
acaso un desdoro más
en tu lenguaje, otra
manera de culpar
a la tribu por todo?

Ambos lo sabemos,
si adoras a un dios, necesitas
sólo un enemigo.

Yo no soy el enemigo.
Sólo soy una treta para ignorar
lo que ves que sucede
aquí mismo en esta cama,
un pequeño paradigma
del fracaso. Una de tus preciosas flores
muere aquí casi a diario
y no podrás descansar
hasta enfrentarte a la causa, es decir,
a todo lo que queda,
a todo aquello que es más fuerte
que tu pasión personal.

No estaba escrito
permanecer para siempre en este mundo.
Pero por qué admitirlo, si puedes seguir
haciendo lo de siempre,
lamentándote y culpando,
las dos cosas a la vez.

No necesito que me alabes
para sobrevivir. Llegué aquí primero,
antes que tú, antes
de que sembraras un jardín.
y estaré aquí cuando el sol y la luna
se hayan ido, y el mar, y el campo extenso.

Y yo conformaré el campo.

Un poema de Louise Glück
De "Iris salvaje"

Versión de Eduardo Chirinos








Caso Juana Rivas

Falsas denuncias


sábado, 11 de agosto de 2018

EL IRIS SALVAJE

Los poemas no perduran como objetos, sino como presencias. Cuando lees algo que merece recordarse, liberas una voz humana: devuelves al mundo un espíritu compañero.
Yo leo poemas para escuchar esa voz. Escribo para hablar a aquellos a quienes he escuchado.



EL IRIS SALVAJE


Al final de mi sufrimiento
había una puerta.

Escúchame bien: aquello que llamas muerte
recuerdo.

Sobre mí, ruidos, ramas de un pino moviéndose.
Luego nada. El débil sol
parpadeaba sobre la superficie seca.

Es terrible sobrevivir
como conciencia
enterrada en la oscura tierra.

Luego se acabó: aquello que temes, ser
un espíritu, incapaz de
hablar, terminar abruptamente, la rígida tierra
se inclina un poco. Y lo que pensé eran
aves lanzándose sobre los bajos arbustos.

Tú que no recuerdas
tu paso desde el otro mundo
podría decírtelo otra vez: lo que sea
que regrese del olvido vuelve
para encontrar una voz:

desde el centro de mi vida vino
una gran fuente, sombras de azul intenso
en celeste agua de mar.





Louise Glück
Fotografía de Gasper Tringale.


C o m p a r t e l o 


lunes, 6 de agosto de 2018

CRÓNICA DE UN DESENCANTO


Escultura Albert György 




La vida no es tan dramática ni tan alegre como pueda parecer a simple vista en la expresión poética o artística, o si lo es, lo es de manera temporal y circunstancial; la vida está acompañada por  infinitos momentos de naturaleza positiva como negativa, con sus  contrariedades y quebrantos pero también de  mucha alegría y afectos.

 De nosotros depende, en gran medida, como la vivamos.

Cierto es que no es lo mismo la vida de una persona joven que la de un adulto, que ha vivido muchas más experiencias. Hay  en estos últimos señales evidentes de cansancio, de repetición de los hábitos, la falta de asombro, de desilusiones. La falta de atención y escucha del exterior como el deterioro físico, la monotonía del paisaje diario poco estimulante . la sensación de inutilidad hacen que estas personas  se retraigan, se abandonen más en cierta manera y se refugien en su propio mundo alejándose más de los otros. Sé que al leer estas líneas muchos pensareis que la soledad viene del abandono de los otros, y así es también, porque no es nada nueva la invisibilidad o la indiferencia que despierta la gente mayor en el conjunto de la sociedad, pero también creo que la soledad es un asunto en el que cada uno, mayor o  no, debe implicarse, pactar con ella  manteniendo despierta la curiosidad, la sexualidad, la atención, el propio aprecio y la manera de procesar los pensamientos y de estar; la forma en que manejamos el hilo de  deshacer cosas y construir otras con hilo fino de tejer ilusiones y alegrías. 



Artista Shirin Neshat



Si miramos atrás siempre habrá algo doloroso en forma de pérdida o de culpa, que nos hará sufrir, de ahí la importancia del vivir en y desde el presente.

La tristeza y la soledad en esas etapas avanzadas de la vida, cuando no son desmedidas, no tienen porque ser malas compañeras, ni consejeras, lo son cuando se viven desde el  dolor y el remordimiento.

No hablo de fingir, hablo de asumir la madurez con plenitud y aceptación. 

Pienso que  hombres y  mujeres siempre nos estamos construyendo; cuando no es así, envejecemos y morimos de manera acelerada, o nos destruimos. Siempre hay motivos para la alegría: bendita ella. Situaciones que nos empujan y dan valor, pero eso no quita que haya días de tristeza y desencanto que llamamos a las cosas por su nombre, como hago yo ahora en este poema inspirado en otro de la poeta Uruguaya  Idea Vilariño.




Pues eso


Mi desaliento
mi enojo
mi tristeza
mis ausencias
mi sentido común
mi fortaleza
mi rebeldía
mi angustia toda
mi herencia irrevocable
mis cicatrices
mi niña pequeña,
su llanto,
mis diecisiete años
mi instinto de loba
mi alegría
mis desapegos
mi soledad
mi poesía
mi abrumadora orfandad
esta sensación de amargo fiasco
y decepción
que me acompaña
Mi vida:

entre los intermedios y los descansos.

Elena Larruy


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