viernes, 26 de abril de 2019

UN GATO EN UN PISO VACÍO

Morir, eso no se le hace a un gato.
Porque, ¿qué puede hacer un gato
en un piso vacío?

Trepar por las paredes.
Restregarse contra los muebles.






Parece que nada ha cambiado,
y, sin embargo, ha cambiado.
Que nada se ha movido,
pero está descolocado.

Y por la noche la lámpara ya no se enciende.
Se oyen pasos en la escalera,
pero no son esos.

La mano deja pescado en el plato;
tampoco es la que lo ponía.

Hay algo que no empieza
a la hora de siempre.

Algo no sucede
como debería.

Alguien estaba aquí, estaba siempre,
y de repente se fue
y se empeña en no estar.

Se ha buscado ya en los armarios,
se han recorrido los estantes.
Se ha comprobado bajo la alfombra.
Incluso se ha roto la prohibición
de esparcir papeles.

¿Qué más se puede hacer?

Dormir y esperar.

Ya verá, cuando regrese,
ya verá, cuando aparezca.

Se enterará de que no son maneras
de tratar a un gato.

Se irá hacia él
como quien no quiere la cosa,
despacito,
con las patas muy ofendidas.

Y nada de brincos ni maullidos al principio.




Un gato en un piso vacío es el título de este conocido poema de Wislawa Szymborska que evidencia lo que es la poesía de esta gran poeta Polaca: curiosa, ingeniosa, observadora inteligente, irónica... Su más sabido interés por el conocimiento la llevó a leer lo mismo antropología y ciencia que libros de jardinería o de animales. Era una gran observadora, de ahí que escribiera sobre todos los temas, porque todo le interesaba, menos lo referido al erotismos, del que decía no encontrar ninguna lectura que le hiciera justicia, y no se refería al amor. Descubrió a Rilke y es a través de él que empezó su fascinación por la poesía, pese a todo decía leer poca. Wislawa jugaba con las palabras, hacía de la poesía un juego. Partía de la curiosidad que se interroga y duda; duda que la lleva siempre a buscar posibilidades y respuestas con las que se seguir interrogando y jugando, y lo hace de manera única. No hay en su poesía rabia, ni rasgadura, ni dolor. Esto opinaba sobre ella:

"Todos los poemas nacen del amor, incluso aquéllos que transmiten el mal, tienen en el fondo una forma de amor hacia el mundo. Estoy totalmente convencida... Y si no es así, lo siento por esos poetas"


 Publicó su primer poema Busco la Palabra el 14 de marzo de 1945 en Dziennik Krakowski (Diario de Cracovia)  con apenas 22 años 



Quiero definirlos en una sola palabra:
¿Cómo son?
Tomo las palabras corrientes, robo de
los diccionarios,
mido, peso e investigo.
Ninguna
responde
La más valiente – cobarde,
La más desdeñosa – aún santa
La más cruel – demasiado
misericordiosa,
La más odiosa - poco porfiada.
Esta palabra debe ser como un volcán,
que pegue, arrastre y derribe,
como la temerosa ira de Dios,
como el hervor del odio.
Quiero que ésta una sola palabra
esté impregnada de sangre,
que como los muros del calabozo
encierre en sí cada tumba colectiva.
Que describa precisa y claramente
quienes eran - todo lo que pasó.
Porque lo que oigo,
lo que se escribe,
resulta poco,
siempre poco.
Nuestra habla es endeble,
sus sonidos de pronto - pobres.
Con empeño busco ideas,
busco esta palabra -
y no la encuentro.
No la encuentro.


Cómo todo gran poeta su voz se hizo singular. Antes de que la academia sueca le concediera en 1996 el premio Nobel de Literatura su país ya la había laureado y honrado. Una mujer inteligente, capaz, que creo curiosidad, expectación y sorpresa. Sin duda un gran referente para la literatura universal. Sembró "la duda" como herramienta de búsqueda, para que los que detrás veníamos nos moviéramos en ese temblor que la creatividad necesita: "no se avanza sin un no se". De mirada original sobre las pequeñas cosas, sobre asuntos que nunca nadie antes había tratado en poesía. Cuentan que en Polonia los niños aprenden a memorizar con la poesía del gato, quiero pensar que buscan sensibilizarlos con este género literario que tan buenos poetas ha dado su país. La poesía es cultura, y la cultura es conocimiento y comprensión. No todo lo que se sabe se comprende, y en este sentido creo que la poesía sigue siendo la gran desconocida, la más incomprendida. Hay grandes lectores de todos los géneros, pero solo una minoría llegan a ella.






Y porque de gatos va esta entrada, de ironía y de pasar el rato, ahí os dejo mi poema del que fue mi gato. Os podría contar muchas fechorías y genialidades de Lucky y nunca acabar, pero mejor lo ahorraré. Fue un gato afortunado, al que sobreviví en este caso. Las mascotas siempre dejan buenos recuerdos de los que poder hablar, a diferencia de otros, estos nunca hacen daño y siempre dibujan una sonrisa agradable en la cara. Como decían las palabras de la poeta, a pesar de las muchas trastadas y gordas que Lucky nos llegó a hacer a lo largo de doce años, su recuerdo y las historias que de él contamos en familia siempre nacen del cariño.   


VIVO EN CASA DE  MI GATO

Me gusta su distinción,
sus rasgos felinos
su trato justiciero
acariciar su pelo fino,


sus andares elegantes
su mirada fiera,
su manera de esperarme

y ajustarse a mi regazo,
cuando se tumba a mi costado
y ronronea: me gusta,
o cuando se pone zalamero
y remolón  hace la croqueta,
y brinca de repente para esconderse
en el primer cajón que encuentra.

Me acomodo a su vivir independiente,
lo mismo que él hace conmigo,
nunca inoportuno, invade mi espacio
.
Cuando se muestra engreído y ufano
también me gusta.


De su higiene y de su pelo
se ocupa con esmero,
afila sus uñas en un madero.
Aunque algo caprichoso,
nada exige cuando come,
si se indispone:

se dirige a su maceta
y come la hierba
que en orden lo pone.

Políticamente incorrecto,
inadecuado a las visitas,
no se anda con chiquitas:
si le gustas te acaricia,
si no, huye sin titubeos.

Cuando el radar de su cola,

-siempre en guardia-
atisba un peligro,
pelos y chepa pierden compostura
y con un soplido furo 
a la amenaza
desaparece de la vista.

Más si de amores se trata
los tejados vecinos visita
para encontrar una gata.
Al regreso, maltrecho y despeinado,
no hay reproches ni enfado
bajo este techo, 

para este amor correspondido
que cuida y acompaña
que protege y abriga,
que asiste y reconforta
que te aguarda cada día,

tras la puerta, al llegar a casa.

Así es nuestro hogar,
así su casa.

Hazme caso:
¡deja que te adopte un gato!


Elena Larruy




domingo, 14 de abril de 2019

ACTIVAR LA INTELIGENCIA


Autor Thomas P. Peschak


“Dependemos de la naturaleza no sólo para nuestra supervivencia física. También necesitamos a la naturaleza para que nos enseñe el camino a casa, el camino de salida de la prisión de nuestras mentes. Nos hemos perdido en el hacer, en el pensar, en el recordar, en el anticipar: estamos perdidos en un complejo laberinto, en un mundo de problemas. Hemos olvidado lo que las rocas, las plantas y los animales todavía saben. Nos hemos olvidado de ser: de ser nosotros mismos, de estar en silencio, de estar donde está la vida: Aquí y Ahora”.
 Eckhart Tolle El silencio Habla 2003


Todo ser vivo tiene a su alrededor un campo de energía electromagnético a través del cual percibimos más allá de nuestros cinco sentidos. La base científica demuestra que cada célula de nuestro organismo tiene una carga eléctrica de entre 70 y 90 milivoltios en estado de salud. Cada célula, como cada uno de nuestros órganos y sistemas, generan un gran campo electromagnético (CEM) que se extiende y actúa a nuestro alrededor cumpliendo determinadas funciones y generando importantes influencias en nuestro cuerpo. Este campo de energía  conocido comúnmente como el aura tiene un radio de acción y una intensidad medibles. Sus ondas de longitud y frecuencia emiten y trasmiten información de manera sutil sobre nuestro estado físico, psicológico y emocional, a la vez que interactúa con el exterior y las personas que lo rodean. A través de las vibraciones de baja, media o alta frecuencia, se puede obtener información.
Se dice que una persona tiene salud energética cuando se mueve y adapta  con facilidad en las tres frecuencias, eso le permite percibir y trasmitir más allá de los cinco sentidos. Sin embargo, cuando se encierra en una escala de frecuencia se vuelve rígida, apareciendo alteraciones que derivan a niveles que se perciben claramente en el cuerpo físico, mental, emocional y espiritual. Cuando hay perturbaciones en el CEM los procesos psicofísicos se alteran. Estas alteraciones cerebrales de tipo eléctrico que pueden venir del interior, como cuando sentimos miedo o tristeza, desestabilizan al campo electromagnético; si esta situación es pasajera pronto se normalizará, pero si el estado es permanente se vuelve crónico y el CEM queda "dañado". Cuando las alteraciones vienen del exterior recibimos energías que influyen en nuestro estado anímico y de percepción de manera que pueden cambiar nuestra disposición física y psicológica. Todos en diferente grado estamos interactuando en los otros, influenciando, afectando sus campos electromagnéticos. 


Ahora que ya sabemos que nuestro cuerpo físico -y todos los otros cuerpos- están rodeados por un gran campo electromagnetico que recibe y emite ondas, entenderemos, sin entrar en detalle de su complejidad, lo importante que es implicar cada una de las partes en lograr equilibrio y salud física y mental.

Tenemos el conocimiento, somos conscientes de la importancia que es mantener esa energía vital limpia y de calidad. Ahora solo nos falta practicar y entrenar esa capacidad para alcanzar vivir en estados de armonía y bienestar. 
La meditación es una práctica que nos ayuda a conseguir el equilibrio deseado. A la meditación se llega por el silencio. Los estados de silencio nos permiten modificar los campos dañados que actúan sobre los órganos y sistemas del cuerpo físico y de los cuerpos emocionales. En el silencio no hay fantasía, ni interpretación, ni juicio. La meditación es una  experiencia de vaciado y de silencio; en la meditación no hay resistencia ni ruido. Pueden aparecer imágenes, ideas, formas y pensamientos diversos que dejaremos fluir sin identificarnos, ni hacer interpretaciones, como cuando estamos con los ojos abiertos y nada miramos, ese sería el ejemplo. Solo dejamos que todo suceda desde la quietud y el silencio, que transcurra sin oposición ni interrupción.  La experiencia sensible no es casual: significa algo. ¿Pero qué? Todos tenemos una interpretación básica de las sensaciones. Bloqueo, tensión o constricción sugieren dificultad. Ligereza, facilidad y fluidez apuntan a un buen funcionamiento. Esto no siempre es así, pero sirva de orientación. Cuando  mediante la práctica de la meditación logramos sostener las sensaciones, la no resistencia desde la aceptación, el silencio se pronuncia de manera inconfundible, hace que surjan las percepciones, las intuiciones y la claridad mental.  Las respuestas y señales que llegan a través del oráculo del silencio siempre son certeras, ese es el poder que nos otorga la meditación.     

Elena Larruy







HAIKUS



Hay pocas cosas 
tan ensordecedoras 
como el silencio 


Lo peor del eco
es que dice las mismas
barbaridades

Mario Benedetti


La mente quieta
se llena de energía, 
observa y crea.


La mente inquieta
piensa, controla y corre;
exhausta queda.

 Aurelio Huguet



Soy tan partidario de la disciplina del silencio que podría hablar horas enteras sobre ella.
George Bernard Shaw (1856-1950) Escritor irlandés.

miércoles, 27 de marzo de 2019

VIVIR ES TRANSFORMARSE

Vivir es trasformarse, desnudarse, cambiar la mirada y el pensamiento.




A N O T A C I O N E S


Visión humana

En mi vida personal no soy una persona dramática pero tengo una visión humana muy triste de la existencia. No renuncio a vivir otras vidas. Creo que existen mundos paralelos en otras dimensiones  imperceptibles a nuestros sentidos donde energías superiores de conciencia elevada  desarrollan inteligencias y humanidades con principios éticos. No pierdo la esperanza de vivir y sentir en ese espacio, este mundo nuestro enfermo y viciado en la mentira me parece una gran estafa.


El miedo se vive del revés

Me deleita en la madurez el gozo que me proporciona la escritura y la poesía. De pequeña aprendí más que me enseñaron, y lo hice con dolor y miedo. Hay una frase que tomo de un famoso escritor Portugués, Miguel Torga, que decía en un epígrafe "siento miedo al revés". Así era mi miedo: reversible, más para adentro que para afuera. Yo me sentía una niña al revés a la que ningún adulto le preguntaba opinión y qué era lo que le hacía feliz. También es cierto que yo no fui ninguna excepción, en el contexto socio político de los años cincuenta las formas y normas dictaban obediencia y apariencia. Nada de lo interno era relevante. De ahí mi interés y fascinación por ese espacio interior donde se forma el carácter y se deforma la personalidad.



La arquitectura de la soledad

En la adolescencia mi cabeza era como un ovillo de lana enredado por un gatito juguetón. Mi mente confusa, repleta de nudos y cabos sueltos no sabía como ordenar semejante  maraña, ni articular una idea; es más  ¿Las ideas? ¿Qué eran las ideas? Mi corazón me respondía en clave  morse, en un tono consolador y amoroso que no necesitaba traducción ninguna, solo su pálpito hacía que no me sintiera tan naufraga. Empecé a sospechar que había algo más importante que un cuerpo a lo que atender y escuché la voz que me hablaba desde dentro y aprendí a estar sola, con y para esa voz que me daba respuestas y esperanza, aprendí a aceptar los desafíos, a superar los retos, a vencer los miedos, aprendí, aprendí y aprendí a construir fortalezas y murallas. Ahora que me entiendo más o menos y me quiero con ambigua generosidad, he pactado una franquicia con la soledad a modo de sinergias. Con ella y para ella, mi compañera y aliada,  de ella y en ella sigo aprendiendo.



Vivir es transformarse

Prefiero pensar que soy más singular que rara. Tengo bastante interés por mi persona y mis logros; me construyo con material de mosaico que tomo de los desechos. Me rompo y reconstruyo como la imagen de una moviola. Prefiero divagar a razonar a la hora de buscar respuestas y soluciones, y sobre todo defiendo la duda, no como indecisión, si no como acción necesaria que nos pone a la escucha para valorar y empatizar con otras ideas, planteamientos y personas, en el saber de que todo es cambio y transformación, que somos como  jardines en su  continuo morir y vivir.



La identidad

Estoy afiliada al ser humano, sus causas y efectos, su historia personal, su arquitectura, sus actos, sus patrones de conducta; cómo libera sus cadenas y se orienta sin credos ni condicionantes, cómo se condena. Como miembro de ese gran grupo humano me siento comprometida con los afectos y el conocimiento, aunque no sea la mejor aliada, estoy en ello. Admiro a las personas con ideas curvas que se construyen sólidas sin trampas ni mentiras, flexibles como juncos y sobre todo las que ponen en sus vidas música, poesía y belleza.




A propósito del paisaje interior

Me gusta abrir ventanas que corra el aire, respirar su frescura y dejar que arrastre lo vivido y lo viciado aceptando que en las paredes de la memoria hay huellas imborrables que siempre estarán allí. Mucho más que la geografía, la historia o las matemáticas el paisaje interior es lo que más me gusta  con diferencia. Si hubiera podido hacer de ello una profesión, me hubiera llamado Paisajista de Interiores.



En clave de Sol

Cada persona toca un instrumento para el que está más dotada, y es su responsabilidad mantenerlo afinado y limpio para que la  orquesta de la que forma parte suene bien y su música sea armónica.




Principios sobre la rebeldía y la responsabilidad

Hay muchas maneras de ser rebelde, yo lo soy;  Cuando te desmarcas de algo siempre hay alguien que te señala y acusa o te etiqueta  y te hace su enemigo. Prefiero la rebeldía activa  silenciosa la que se ejerce desde la individualidad, consciente del efecto, no tan inmediato como sí eficaz y decisivo que tiene en el conjunto de una sociedad libre y responsable en la que me gusta vivir. Otra forma de rebeldía es llevar la contraria y querer convencer al otro, a ese respecto José Saramago decía que era invasivo. Me gusta ese pensamiento.



Soy una mujer de mi tiempo

Me gusta escribir sobre el dolor, la perplejidad y el drama humano. Me siento una mujer del presente, llevo conmigo todo lo que viví y heredé, por eso no me gusta recrearme en los detalles del pasado; con demasiada frecuencia observo en la gente que me rodea enganches,  trampas, dolor, dependencias, vacíos existenciales  y mucho chantaje de todo tipo. Echando  la vista atrás se pierden paisajes del presente y  horizontes  cargados de futuro, ¡hay mucho por hacer!. Yo pertenezco al futuro. Siempre estoy aprendiendo, no concibo otra manera de vivir. Método y trabajo, persistencia y creencia en lo que se quiere, son necesarios para hacer cosas importantes. Vivir de manera saludable con y en la alegría debería ser un estado y no una finalidad y sobre todo un propósito.




Mundo depredador y corrupto sin fecha de caducidad

Hoy ha sido en el desayuno cuando me he vuelto del revés  presenciando en los medios la escena del llanto de un niño negro de unos dos añitos, medio desnudo en una charca con sus padres asesinados a sus pies, y no en la cena como noche tras noche presencio  mientras me llevo un trozo de pan a la boca: una lapidación, una violación, un asesinato,  o una tortura gratuita...   No puedo borrar de mi mente la imagen de ese niño: ¿Cómo quitármela de la cabeza?(...igual me acerco en la mañana al corte ingles a distraerme un rato o me uno a una causa que me importe una mierda pero que me llene este vacío  existencial y su frío helador de huesos, o ¿y si me compro unos pendientes o un perro? ironías aparte, hoy he sentido el terror y la desolación de ese niño  condenado a la cadena perpetua de la orfandad y el desprecio a la vida. ¿Cómo impediremos que ese inocente haga lo mismo y le devuelva al mundo con la misma crueldad su justo precio? No tengo respuesta para eso. 



Visto lo visto   

El tono es importante cuando se escribe y cuando se vive. ¿En qué nota de ese tono queremos vivir?. La cuestión es si una vez elegido el tono que nos favorezca somos capaces de sostener esa sintonía cuando nadamos contracorriente, cuando luchamos contra lo imposible, cuando se pone a prueba nuestra vulnerabilidad.




Demasiado cobardes para ser ciertos.

Creo en las personas: creo que somos humanos y buenos, importantes y capaces, pero también que somos insustanciales, frívolos, inconstantes, mentirosos, mediocres y cobardes, a los crueles ya los nombré, de esos no formo parte, espero que ninguna fuerza extrema me ponga a prueba.




Lazos y nudos

En las relaciones humanas también intentamos lo imposible, extendemos lazos que nos unan unos, otros de soga que nos aten y hasta nos condenen,  nudos gordianos, emocionales, pretenciosos, y también fracasamos, porque nada de lo esencial podemos compartirlo en su totalidad sin salir heridos o trasquilados. Valoramos las cosas desde nuestro propio ombligo, por eso la gloria y la fatalidad se viven en  solitario. Hay un pensamiento de Leo Buscaglia, un orador y profesor universitario de origen italiano, que me gusta pensar que es así y que dice: Cada hombre que se acerca más así mismo, en alguna forma, se acerca mayormente a los demás. 



martes, 19 de marzo de 2019

LA AMISTAD FUENTE DE FELICIDAD Y CELEBRACIÓN


Selección de citas sobre la amistad

“Decir amistad es decir entendimiento cabal, confianza rápida y larga memoria; es decir, fidelidad.”
Gabriela Mistral

“No necesitamos tanto de la ayuda de nuestros amigos como de la confianza en esa ayuda.”
Epicuro de Samos

“¿Hay algo más dulce que tener a alguien con quien poder hablar de todas tus cosas, como si contigo mismo fuera?”
Cicerón

“Si los ciudadanos practicasen entre sí la amistad, no tendrían necesidad de la justicia.”
Aristóteles

“Cada hombre que se acerca más a sí mismo, en alguna forma, se acerca mayormente a los demás.”
Leo Buscaglia

“Tal vez no existen los buenos y los malos amigos; tal vez sólo hay amigos, gente que nos apoya cuando sufrimos y que nos ayuda a no sentirnos tan solos. Tal vez siempre vale la pena sentir miedo por ellos, y esperanzas, y vivir por ellos.” 
Stephen King

“La amistad es un acto de fe en otra persona, no un acto de renuncia.” 
Paulo Coelho







Poema para mis amigos
M.Dolors y José Ángel
por su fe y lealtad en la amistad






Quitemos el velo que nos oculta,
los abalorios que nos adornan,
la palabra falsa que nos ensucia
y seamos nosotros mismos:
imperfectos, trasparentes,
claroscuros...
Que nada quite brillo ni reste belleza
al todo que nos completa
y nos hace perfectos.
Llamémonos hermanos
M.Dolors, José Ángel;
deseemos que cada palabra
sea lo que dice,
que su fruto sea bueno,
auténticos sus actos.
Celebremos la amistad,
vuestro aniversario y tu santo,
hoy diecinueve de Marzo.
Renovemos los deseos
de que unidas sigan nuestras manos
y la de los hermanos mayores
y sabios, referentes de amor y fortaleza.
Porque no estamos solos.
Porque nada nos falta: agradezcamos,
               Sonriamos…

Elena

miércoles, 13 de marzo de 2019

DE TU A TU





Si aquietases
tu pesar en la arena
si pudieras soltar el amarre esclavo
al que tu mente anda sujeta
mientras te diriges despacio
hacia el faro,
te sería sencillo quizás
despejar de las brumas
una a una
tus revueltas.

Sí fueses capaz
de encontrar la esquina
donde tu sombra se escapa
y la atropella un tranvía,
tal vez, en ese caso
liberado el peso de la carga
entenderías la ligereza que supone
para un cuerpo cansado
volar sin alas.

Y con esa alegría incierta
de deleite de ocaso
en tu rostro ceniza
y tu pelo plateado
elegir pudieras
la alegría: del que suelta
del que afloja y libera,
del que piensa
en el transcurrir natural
de las cosas de la vida
y acepta sus sentencias.

¡El olvido o la vida!

¡Camina!
No abandones,
cuando tu te paras
yo tambien me extingo.

Elena

jueves, 7 de marzo de 2019

POESÍA AMOROSA DE ÁNGEL GONZALEZ


Mural Jorge Gay

El eje central de la obra de Ángel González gira en torno a la derrota histórica del hombre en su existencia decadente conducida hacia la nada. Concibe la pasión del individuo -la suya propia- al anonadamiento. Condena la falsedad que adultera la vida y busca en el conocimiento la voz de la autenticidad,  en un tono desolado y a menudo irónico.
El poema En ti me quedo hace un recorrido por su infancia de soledad y desesperanza presenciando una guerra que desmembró a su familia poco después de fallecer su padre cuando tan solo contaba dieciocho meses. Pese a toda desolación manifiesta sus poemas de amor nos muestran un Ángel conectado a la vida, como se aprecia en estos poemas: Me basta así y Muerte en el olvido, nos dan buena muestra de ello.



EN TI ME QUEDO

De vuelta de una gloria inexistente,
después de haber avanzado un paso hacia ella,
retrocedo a velocidad indecible,
alegre casi como quien dobla la esquina de la
calle donde hay una reyerta,
llorando avergonzado como el adolescente
hijo de viuda sexagenaria y pobre
expulsado de la escuela vespertina en la que era becario.
Estoy aquí,
donde yo siempre estuve,
donde apenas hay sitio para mantenerse erguido.

La soledad es un farol certeramente apedreado:
sobre ella me apoyo.

La esperanza es el quicio de una puerta
de la casa que fue desarraigada
de sus cimientos por los huracanes:
quicio-resquicio por donde entro y salgo
cuando paso del nunca (me quisiste) al todavía (te odio),
del tampoco (me escuchas) al también (yo me callo),
del todo (me hace daño) al nada (me lastima).

No importa, sin embargo.

Los aviones de propulsión a chorro salvan rápidamente
la distancia que separa Tokio de Copenhague,
pero con más rapidez todavía
me desplazo yo a un punto situado a diez centímetros
de mí mismo,
de prisa,
muy de prisa,
en un abrir y cerrar de ojos,
en sólo una diezmilésima de segundo,
lo cual supone una velocidad media de setenta kilómetros a la hora,
que me permite,
si mis cálculos son correctos,
estar en este instante aquí,
después mucho más lejos,
mañana en un lugar sito a casi mil millas,
dentro de una semana en cualquier parte
de la esfera terrestre,
por alejada que os parezca ahora.
Consciente de esa circunstancia,
en muchas ocasiones emprendo largos viajes;
pero apenas me desplazo unos milímetros
hacia los destinos más remotos,
la nostalgia me muerde las entrañas,
y regreso a mi posición primera
alegre y triste a un tiempo
—como dije al principio:
alegre,
porque sé que tú eres mi patria,
amor mío;
y triste,
porque toda patria, para los que la amamos,
—de acuerdo con mi personal experiencia de la patria—
tiene también bastante de presidio.

Así,
en ti me quedo,
paseo largamente tus piernas y tus brazos,
asciendo hasta tu boca, me asomo
al borde de tus ojos,
doy la vuelta a tu cuello,
desciendo por tu espalda,
cambio de ruta para recorrer tus caderas,
vuelvo a empezar de nuevo,
descansando en tu costado,
miro pasar las nubes sobre tus labios rojos,
digo adiós a los pájaros que cruzan por tu frente,
y si cierras los ojos cierro también los míos,
y me duermo a tu sombra como si siempre fuera
verano,
amor,
pensando vagamente
en el mundo inquietante
que se extiende —imposible— detrás de tu sonrisa.


ME BASTA ASÍ

Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso—;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando —luego— callas...
(Escucho tu silencio.
                              Oigo
constelaciones: existes.
                               Creo en ti.
                                               Eres.
                                                       Me basta).


MUERTE EN EL OLVIDO

Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
—oscuro, torpe, malo— el que la habita...

jueves, 28 de febrero de 2019

ESTIMADA ROSA






Para Rosa Ramirez:
Toda amor,
refugio de alta montaña.



En tu ausencia te imagino,
presente estás en mis días:
en su centro.  No es la primera vez
que de mi sale y que de ti lo escucho:
Te quiero.
                       De ti 
tomo la paz que no tengo
cuando me abandono
o me enervo en la cresta.
Cuando me hago torbellino,
un abrazo tuyo me afloja,
colocas en mi cuello una guirnalda,
me envuelves con tu abrazo,
que es arrullo, cálido y sencillo.
Contigo Yo Soy, solo una:
Elena. La que a menudo se pregunta
¿Quien es esa? Cuando lo sabe,
se le escapa, y es en ese recorrido
que cambia, y es otra más completa
la que de nuevo te habla,
la que duda y te interroga,
la que te cree a medías
cuando la encumbras,
la que te dice:
Tú lo haces posible.
Camaradas de caminos,
de estimas, de oteros infinitos:
tu mansa yo brava,
tu afrutada yo salada,
con notas de rocío en la cara.
Nada y todo se nos escapa.
Hilo y aguja tejiendo vidas,
con el ojo precavido
a los pozos y a las sombras
donde habitan los dormidos,
los lerdos y la maldad de los astutos
de peor juicio,  los voceros
a los que no les tiembla el discurso,
ni se cuestionan la duda.
Te declaro culpable
de hacer buenas las cosas,
limpias,  abundantes
y amables.
En tus bolsillos frutos,
semillas y corazones,
en tu mesa libros, pan y flores,
en tu cara sonrisas,
en tus manos las mías.
Nuestra amistad  lo hace todo sencillo.
Confías en tus sueños y en los míos,
hasta hacerlos materia. Por eso
y por cosas que me dejo,
estimada Rosa, te quiero.
En tu cariño me renuevo
cada instante que te pienso.

Sabes que mi abrazo es también tu casa. 

Elena Larruy














martes, 26 de febrero de 2019

ESTACIÓN NORTE



Y sin embargo,

esta ciudad es mía, pertenece a mi vida
 como un puerto a sus barcos.

Luis García Montero


Siempre esta sensación

de alejamiento, de extravío,

de estar lejos de casa.


Cuando yo nací

los niños venían de París.

Se equivocó la cigüeña

al atravesar la frontera

y me dejó en otra casa:

una ciudad pequeña 

con rio, una estación,

un castillo en ruinas,

-como un presagio-

y niebla,

mucha niebla.

Diecisiete años de espesura,

de húmeda travesía

hasta encontrar la mía:

Barcelona,  una ciudad sin mi:

diecisiete años.

Un deseo sostenido

una idea desatada

una maleta con sueños,

en mi mano coordenadas,

un destino innegociable,

una mujer enamorada

de una ciudad incompleta,

de una estación de llegada.

Hay amores que nos funden,

sueños que nos alcanzan,

lugares que nos desnudan

y sacan de nosotros brillo.

Recuerdos que no enmohecen,

que atesora la memoria.

Estaciones Norte de llegada

con nuestro nombre escrito.

Elena Larruy

martes, 19 de febrero de 2019

LA DUDA DEL POETA




La inspiración no es privilegio exclusivo de los poetas ni de los artistas en general. Hay, hubo, habrá siempre un número de personas en quienes de vez en cuando se despierta. A este grupo pertenecen los que escogen su trabajo y los cumplen con amor e imaginación. Hay médicos así, hay maestros, hay también jardineros y centenares de oficios más. Su trabajo puede ser una aventura sin fin, a condición de que sepan encontrar en él nuevos desafíos cada vez. Sin importar los esfuerzos y fracasos, su inquietud no desfallece. De cada problema resuelto surge un enjambre de nuevas preguntas. La inspiración, cualquier cosa que sea, nace de un perpetuo "no lo sé''.
Fragmento del discurso de aceptación del Novel de Literatura concedido en 1969  por la academia sueca a la poeta Wislawa Szymborska



Desciende la noche,
el alma del poeta se emancipa,
como una puerta se abre,
sale hacia fuera
a encontrar su brillo.

Una bóveda celeste
con infinitos ojos titilantes
la vigilan,
iluminan su temor repentino,
mostrándole el camino.

¡Es oficio de poeta

sacar una paloma
de un ladrillo! piensa la luna,
quien también la mira.

Ante tan basto universo,
el alma se asusta

y rauda, huye como un conejo,
a esconderse a su cado.

¿Y si te caes, con tanta prisa?
-alerta el miedo a su dueña-


¡Ni tu alma ni tu lleváis arnés!

Ni alas tiene la gata,
y siempre cae a cuatro patas,
-se escucha irónica, una voz Polaca-

No hay valor sin riesgo,
ni posibilidad sin duda,
ni palabra sin regla
en ningún comienzo.
El temblor es necesario.
Duda, sobre la blanca hoja desnuda.
Que la duda te lleve lejos,
por la estrecha y acerada cuerda
del precipicio,
donde todas las hojas tiemblan.

La poesía, como la vida,
tiembla bajo los pies.
Siempre tiembla.

No se avanza sin un "no se"


Elena Larruy

viernes, 15 de febrero de 2019

ELOGIO A LA VEJEZ


"Es mejor caminar lleno de esperanza que llegar"



Siempre me ha alegrado e impresionado la tenacidad con que mi pequeña haya conserva sus hojas. Cuando todo se ha helado desde hace mucho tiempo, continúa erguida con la vestidura de sus hojas marchitas a lo largo de los meses de diciembre, enero y febrero, la tormenta la sacude, la nieve cae sobre ella y de nuevo se derrite, las hojas secas, inicialmente de un pardo oscuro, se ponen cada vez más claras, más finas, más sedosas, pero el árbol no las suelta, tienen que proteger los nuevos botones. Alguna vez en cada primavera, y cada vez más tarde de lo que se esperaba, un día el árbol había cambiado, había cambiado el viejo follaje sustituyéndolo por la nuevas yemas, tiernas y henchidas de humedad. Pero esta vez fui testigo de aquella transformación. Era inmediatamente después de la lluvia, que había dejado el paisaje verde y fresco, una hora después del mediodía, hacia mediados de abril, cuando aquel año yo todavía no había escuchado a ningún cuclillo ni había descubierto narciso alguno en el prado. Pocos días antes había tenido que aguantar un cierzo violento que congelaba y golpeaba el cuello, y había advertido con asombro cómo el haya se enfrentaba impasible al viento huracanado sin apenas cederle una hojita; tenaz y valiente, dura y obstinada mantenía su viejo y pálido follaje.


Hermann Hesse

Elogio de la vejez
fragmento

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