Ningún maestro
sábado, 11 de junio de 2022
LA FORJA DE UNA SONRISA
Ningún maestro
martes, 19 de abril de 2022
TODA TÚ
Extendida, carnosa, húmeda.
Un temblor sin lapso.
Sin equívoco.
Torbellino en torno de la flor de blando terciopelo, acorazonada, que nace del clima de tus piernas como un grito nocturno. Flor que se liba.
Sombra de flor. En la sinfonía ciega de las corrientes, lozana forma de mis manos sin ojos. Cuerno remoto de los rendimientos.
Llego navegando ondulaciones desesperadas. Soy dichoso.
¿Cuál es el color de esta fruición desencadenada, cómo llamarla, qué dios nos ha entregado esta conjunción? Me iré, Venus, me iré, pero antes quiero apurar la copa. Ahogar los límites mollares, sofocar los cerrojos albeantes, vencer la sombra leda de la desnudez, sacrificar el sonrojo numerado.
No me marcharé hasta que esta vegetal confusión de ondas no se haya cumplido. En tanto mi animal lamedor no esté sosegado.
Amo los blandos linderos de inefable tinte, ondulantes en la selva enana y espléndidamente libre que sobresale de tu cuerpo como mil vocecillas frutales, el letífico aroma, el muelle calor, el ansioso tremar. Toda tú, adunada por mareas geométricas, a mi piel. Toda presión, jadeo, huida, retorno, blancor, demencia. Nadadora. Extensión que amamanta mi vicio. Sombra del láudano bajo mi pesado tiempo.
No partiré sin llevar una hora feliz en la corola, giradora, vencida y celante de los ojos que como al sol te reciben.
viernes, 1 de abril de 2022
LAS DOS MIRADAS
Pablo Picasso
Nadie puede imaginar
lo que digo cuando estoy silente,
a quién veo cuando cierro mis ojos,
cómo me enajeno cuando estoy enajenada,
aquello que busco cuando estiro mis manos.
Nadie, nadie sabe
cuando estoy hambrienta, cuando hago un viaje,
cuando camino, y cuando estoy perdida.
Y nadie sabe
que mi ida es un retorno
y mi retorno es una abstención,
que mi debilidad es una máscara
y mi fuerza es una máscara,
y que lo que viene es una tempestad.
Ellos piensan que saben
así que los dejo pensar,
y yo transcurro.
Ellos me pusieron en una jaula, así que
mi libertad debe ser un regalo de ellos,
y debo agradecerles y obedecerles.
Pero yo soy libre ante ellos, después de ellos,
Con ellos, sin ellos.
Yo soy libre en mi opresión, en mi derrota.
¡Mi prisión es lo que quiero!
La llave de la prisión es su lengua,
pero su lengua está enrollada alrededor de los dedos
de mi deseo,
y mi deseo no lo pueden nunca dirigir.
Soy una mujer.
Ellos creen que poseen mi libertad.
Yo dejo que se lo crean,
y transcurro.
Joumana Haddad
martes, 22 de marzo de 2022
EL SILENCIO COMO INSPIRACIÓN Y FUENTE DE FORTALEZA
sábado, 19 de marzo de 2022
LA VIDA DETENIDA
Alguna vez, de pronto, me despierto:
Un dolor me recorre tenazmente,
un dolor que está siempre, agazapado,
por saltar, desde adentro.
Entonces tengo miedo.
Entonces, me doy cuenta que estoy sola
frente a mí, frente a Dios, frente a un espejo
lleno de mis imágenes,
de rostros polvorientos.
Estoy sola, pero siempre estoy sola:
Es lo único cierto.
El amor era un huésped,
la soledad es siempre el compañero
que permanece al lado, inconmovible.
Lo único seguro, verdadero.
Oigo mi corazón, vieja campana
que dobla y que golpea,
que rebota en las sienes y en la nuca
y en la boca y los dedos.
Es cierto, tengo miedo.
Miedo de no poder gritar, de pronto,
de que ya sea demasiado tarde
para un ruego.
La costumbre ahoga las palabras
y alarga el desencuentro.
Ah, tantas cosas quedarán ocultas,
perdidas, sin recuerdo,
tantas palabras que no fueron dichas,
tantos gestos.
Unos dirán: Yo sé, la he conocido,
fue una ardiente rebelde,
se desolló las manos y la vida
por defender los que creyó más débiles.
Otros dirán: Yo sé, la he conocido,
era dura, malévola,
avara de ternura, con la boca
mostraba su desprecio.
Alguien dirá: Y cómo sonreía…
Qué importa
lo que vendrá después del gran silencio.
Claro que tengo miedo.
Así, en la madrugada
mientras algún dolor -un dolor, siempre-
va hincando sus agujas en mi cuerpo,
abro las manos en la sombra dulce
para atrapar mi soledad, de nuevo,
y me quedo a su lado, sin moverme,
con los ojos abiertos
la vida detenida.
Toda mi sangre es un temor inmenso.
domingo, 13 de marzo de 2022
Y ME VOY
Como diente de león
que al aire cede
el lugar que ocupa.
Como pétalo escarlata
que abandona su flor
sin herida.
Como hojas de menta
enhebradas
en verde rama marchita,
Elena Larruy
domingo, 6 de marzo de 2022
EL PRODIGIOSO ESPECTÁCULO DE LAS FLORES
domingo, 6 de febrero de 2022
COSAS QUE HE APRENDIDO EN ESTE VIAJE
Una, a estas alturas de carrera ha aprendido que "el dinero es el puto amo del mundo". Que la enfermedad y la pobreza son necesarias para sostener el imperio basura donde vivimos. ¡Esto es una escuela, un instituto, una universidad... no una granja bovina!. Que las certezas son cuestionables, que la verdad se hace pequeña y líquida en nuestras manos,. Somos temporales, estamos siempre de paso; seres cambiantes, como un paisaje en marcha que se renueva en cada estación, por eso nunca acabamos de conocernos ni estamos encantados de hacerlo, porque nunca somos los mismos que ayer, salvo aquellos que viven como muertos en los sótanos de sus vidas. Cada experiencia nos transforma.
Una, estas alturas de programa sabe que en el presente todo es posible, funciona, acciona una manera de vivir a voluntad, podemos cambiar memorias dolorosas, podemos proyectar futuros, diseñar destinos, "ser nosotros los putos amos". Porque somos energía en acción, porque tenemos voluntad, amor, determinación: es cierto, lo tengo testado.
Una, a estas alturas de viaje ha aprendido que no todo es malo: funciona la naturaleza, el gran templo humano donde ir a orar, a encontrarse con uno mismo y con Dios. Funcionan los semáforos, los horarios comerciales, el bisturí del cirujano, la radiestesia, los buenos sentimientos, el placer de la mesa y la alegría. funcionan. Siempre tenemos mil cosas que agradecer y celebrar, aunque aprender nos cueste dolor. Dice el escritor de Barbastro Manuel Vilas en Ordesa -extraordinario y laureado libro- que a la alegría se llega por el dolor. Siempre hay algo que aprender, alguien en quien confiar, muy especialmente si no lo dice la la tele.
Una, a estas alturas de vida y ya en mi viaje de vuelta puedo afirmar que el amor es la fuerza más poderosa que existe, el amor sin azúcares añadidos ni aditivos. Ajustarse a su forma, estar en las cosas de manera natural, no forzada, sin debates ni juicios. Sin nada que lo cuestione ni lo ensucie, solo estar en su presencia de una manera pura. Su caudal de vida es fértil, transoceánico, purificante, hace posible el despertar y el cambio evolutivo que tanto necesita la humanidad. Eso sí que ya lo sabía desde que estaba en el vientre de mi madre.
Elena Larruy
viernes, 28 de enero de 2022
EL DESAMPARO
Laia, una niña tranquila y educada, hacía unos días que había discutido con la líder del grupo y esta aprovechó su ausencia para malmeter y contar mentiras y patrañas a las otras niñas; para aislarla, ponerla en contra y así llevar al grupo a su terreno. Laia se encontró de un día para otro, sola y decepcionada por el abandono injusto de sus amigas, ya que todo lo que pudo oír de ellas eran mentiras y falsedades, ella no solo era una buena amiga sino también una buena compañera de las que hasta entonces habían sido durante más de cuatro años su grupo. Cuando se acercó a pedir explicaciones a la que hasta entonces había sido la más cercana, ésta no quiso dárselas, evidenciando el temor a la represalia por parte de la líder.
Un niño que sufre el desprecio, el insulto, golpes brutales de todo tipo de otros menores, debería ser salvaguardado y protegido de la misma manera y con la misma firmeza que lo hace la ley ante el desamparo, de la misma manera que los asiste con sentencias firmes e inapelables en sus derechos fundamentales, como menores que son.
Un niño maltratado o abandonado por su grupo, mediante la burla o el desprecio, sufre graves secuelas psicológicas que condicionan y dañan su personalidad. Estos niños pierden autoestima, se hacen pequeñitos, no desarrollan sus capacidades. Desvalorizados y abandonados en la intemperie más absoluta por los suyos, por los que ellos consideran sus referentes más importantes, sus amigos más íntimos, sufren pérdidas irrecuperables.
La crueldad, incluso la brutalidad de estos comportamientos por jóvenes que ejercen ese tipo de violencia debería erradicarse desde el minuto uno, no solo por las víctimas que lo padecen y sufren sino también por ellos mismos, pues más pronto que tarde ellos serán los receptores de esa violencia; la vida los castigará en la misma medida, de diferentes formas. Esa es a ley de la correspondencia. Toda la maldad ejercida caerá sobre sus espaldas.
Me resulta incomprensible y doloroso que haya un niño sufriendo cualquier tipo de maldad. Protegemos al tirano, al violento, al que en apariencia parece más fuerte, por miedo a las consecuencias, a los que nos pueda caer y dejamos a las víctimas en el más absoluto desamparo.
Eso no es la vida, por mucho que puedan decir que se trata de la cruda realidad. Así no se educa. La auténtica y primordial realidad que debemos atender en estos momentos de la vida de un menor es saber que se está formando su personalidad; a estos niños se les debe estima, acogida, no rechazo: y no lo estamos haciendo. Cómo queremos que estos jóvenes sean gente sana, nos sirvan y sean útiles a una sociedad de la que todos formamos parte, como les vamos a exigir que den lo mejor de sí mismos si los estamos alimentando de odio, desconfianza, de estrategias defensivas de maldad, en el mejor de los casos. Las consecuencias de estos hechos lamentablemente y en muchos casos les lleva al peor de los desenlaces.
Las familias sufren por sus hijos, sufren de impotencia, enferman, y ¿las instituciones educativas no pueden poner freno a este drama humano?
Los niños que de alguna manera expresan maldad han de ser tratados y escuchados aparte. Esa maldad no es gratuita, ha de ser tratada como un trastorno de la personalidad, por buenos psicólogos y profesionales, que les ayuden a valorarse, que reflexionen con ellos. El maltratador también sufre y sufren sus familiares, ellos también son o han sido víctimas de alguna manera en algún momento de sus vidas. Una gran mayoría provienen de familias con carencias y desórdenes de todo tipo, con escasez de medios y poca formación. Necesitan víctimas propicias para volcar sus inseguridades y temores; son también víctimas del desamor, de la falta de atención, del abandono. Se defienden a su manera, intimidando al grupo con su conducta, ejerciendo su influencia y los reclutan para proteger su seguridad. Tenemos la obligación y el deber de escuchar a los niños y entenderlos.
Los educadores han de actuar con determinación, de manera ejemplarizante, cuando se cometen este tipo de actos, y tomar decisiones valientes.
Basta ya de bullying. Basta ya de sufrimiento y angustia de nuestros menores. Basta ya de no saber protegerlos. Devolvámosles la confianza, principalmente desde la escuela, por supuesto desde las familias -no todas tienen los medios ni las capacidades para poder hacerlo-. No todos los niños tienen padres y educadores que les enseñen valores, que les enseñen respeto y confianza, que los amparen y valoren. Por desgracia hay muchos hijos de familias rotas, desestructuradas y con falta de medios, de ahí mi insistencia en señalar a las instituciones educativas como los principales promotores y responsables de llevar a cabo esta tarea tan primordial.
La educación es la base de todo, incluso de la salud. Se puede enseñar a un niño resistencia y lucha, trabajar la voluntad, cuando persigue logros y metas, pero no a resistir en el dolor y la tristeza, eso siempre explota y lo hace de la peor de las maneras.
Elena Larruy
lunes, 24 de enero de 2022
El VIAJE FRUSTRADO
Sucedió en el 2020 a mediados de Octubre. Dos amigas y yo íbamos a pasar unos días a Palacios de la Sierra, un pueblecito de Burgos, invitadas por una de ellas: Carmen. Llevábamos preparando el viaje desde el verano, teníamos muchos deseos de salir de la ciudad, tocar tierra, ver cielo, conocer nuevos paisajes. Todo estaba preparado, listas las maletas y las ganas. Nuria recogería a Carmen con el coche en un punto estratégico de la ciudad, luego me recogería a mi, le venía de paso para tomar la Gran Vía dirección Lérida-Zaragoza. Haríamos una parada en Soria para comer algo y descansar, probaríamos los torreznos, típicos de Soria y estiraríamos las piernas por la Alameda de Cervantes donde tomaríamos un café para más tarde continuar con el viaje un par de horas más, hasta llegar a Palacios. Calculamos sería entre cinco y seis de la tarde. Javi, un amigo de Carmen nos tendría calentita la casa, a petición de nuestra amiga. Pero sucedió lo que temíamos y no queríamos que sucediera. A menos de cuarenta y ocho horas de nuestra marcha, el Piqueras en una frase escueta nos pinchó los tres globos anunciando que confinaban Burgos -capital y provincia-. Así que no quedó más remedio que deshacer las maletas y las ganas: todas, y esperar a que llegara la primavera y se fuera el maldito bicho.
EL VIAJE FRUSTRADO
Ropa de abrigo
calcetines de lana
pijama de franela
ropa interior nueva.
En Burgos las temperaturas son muy bajas
me recuerda la amiga.
No te preocupes si algo te dejas,
en la casa hay de todo,
no lleves secador
ni toallas
ni nada de baño,
tampoco comida,
llevo caldo para la cena
compraremos cecina y morcilla
en la tienda de Ana
todo está estupendo.
Coge buen calzado
con pantalones de montaña
eso sí es obligado
para pasear por la sierra
y visitar la necrópolis del cerro
-tiene su interés-
además de hermosas vistas.
Pasaremos por el cementerio
a llevar flores a Juan,
y al bajar, visitaremos
"el roble centenario"
al monumento más noble de Palacios.
Poco antes de comer
tomaremos unas cañas en la terraza de Ana,
en su tienda de la plaza,
compraremos infusiones, tomates y rosquillas
-todo ecológico- de la mejor calidad.
Coge jersey de cuello alto
camisetas
neceser con las pastillas,
la tarjeta de asistencia -por si acaso-
Que poquito nos queda querida:
¡y qué ganas tengo!
muchos han sido los meses de encierro.
¡A la mierda el viaje y las maletas!
Acaba de anunciar el Piqueras
que confinan Burgos
desde mañana a las ocho,
que no podemos entrar
los que venimos de afuera,
que nos quedemos en casa,
que no se admiten turistas
ni viajeros, ni gente de paso,
que tiempo habrá
de conocer La Catedral, El Espolón y La Cartuja,
el Monasterio de las Huelgas,
los paseos por el río Arlanza,
el caminar por los pinares
o el casco viejo de Burgos.
Castillo, conventos, y cartujas
todo estará en el mismo sitio
en primavera. Solo cabe esperar,
confiar que se vaya este bicho.
Que el que quiera rezar
que rece
pero que lo haga en su casa.
Que cada cual -en la suya-
se monte la fiesta en la terraza,
se sirva un par de cañas
con un pincho de morcilla
-comprado en el Bon Área-
y le eche ingenio y unas risas,
que para pecar
con un asado de lechazo
no hace falta irse tan lejos.
Ventajas tendrá
no tener que confesarse
aunque de buena mano se
que en Burgos dan indulgencias
a pronto pago,
se dice que el perdón
va incluido en la cuenta del asado.
"Valor añadido es":
¡Se me hace la boca agua!
¡Me consuelo!
Me deshago por dentro!
¡Mejor... no lo pienso!
me voy tan pronto pueda
escapar de este encierro
¡me voy para Palacios!
Tengo asuntos pendientes:
varios.
Elena
La primavera llegó siete meses más tarde -el Covid19 nos dió un respiro- y por fin hicimos el deseado viaje. Recorrimos todos los lugares descritos y otros parajes preciosos de la naturaleza Castellana-Leonesa, porque Burgos es una extensa alfombra verde coronada por un cielo de nubes blancas espectaculares e intensas, caprichosas y viajeras que en los atardeceres por el ocaso se vuelven rojas y naranjas: no podía dejar de mirarlas. Toda la provincia fue fácil de recorrer. La catedral -visita obligada- una auténtica joya gótica. Los paseos por las tiendas del casco antiguo entre calles peatonales también son muy agradables. Y qué decir del lechazo a la leña con sus patatitas panaderas y su copa de Rivera... genuino "placer de dioses" que no puede viajero alguno dejar de probar.