viernes, 26 de octubre de 2018

EL SECRETO DE LAS PIEDRAS

Las piedras son la base de la existencia, la estructura, el esqueleto que conforma un cuerpo con todos sus órganos vivos: árboles, montañas, bosques,  ríos, vegetación. La vida sin las piedras no sería posible, sin ellas no existiría el mundo que conocemos y en el que vivimos. Las grandes cadenas montañosas con su sistema vegetal soportan la naturaleza y el desarrollo de su ecosistema, fertilizan la tierra de sustancias minerales, la sostienen, la cubren de un manto donde germinan y se desarrollan todas las especies vegetales y animales, desencadenando el proceso evolutivo hasta la especie humana. Estamos de paso, nada nos pertenece por mucho que queramos trazar líneas fronterizas y parcelas. Somos especies en evolución, tan solo tenemos una minúscula y microscópica visión del conjunto al que pertenecemos, sabemos más verdad por lo que nos dice el corazón y nos cuentan las piedras que por lo que leemos en los libros. 

Imagen Elena Larruy


Por insólito que parezca
converso con las piedras con facilidad,
aparentemente no hablan
pero yo tengo esa facultad extraña,
esa  rareza de escucharlas
de entenderme con ellas.

Hace milenios
yo fui una de ellas.

Cuando salís al camino,
me contó una mal trecha,
que tomé en mi mano:
tropezáis,
una y otra vez nos golpeáis
nos echáis la culpa
de vuestra torpeza.
Nosotras que somos
testigos mudos de la historia,
que en nuestra piel
a base de golpes, esculpís la memoria
y derramáis la sangre.

Pasajeras del mundo
rodando desnudas sin bagajes
por los infinitos caminos
de los siglos, sin atajos,
hasta que el océano
nos encuentra
nos recoge
nos deshace.

Todos los perfiles
aristas y elocuencias
nos conforman:
humildes, arrogantes 
desbocadas, como bocas de feriantes.
Sumisas montañas
encadenando paisajes,
esperando su momento.
Obedientes piedras
discurriendo por meandros,
¡cuán parecida la vida a la nuestra!
arrastrada  por corrientes
de errores y aciertos.
Caídas y golpes
dándonos forma y consistencia.

O las otras,
las que la mano del hombre
arranca de la cantera
en desolado lienzo
y construye pirámides y templos
puentes
edificios, catedrales
mausoleos
estatuas magnas
sin nervio.

Las piedras  no se lamentan
permanecen estoicas
aguantan, soportan
asumen su destino heroico
cuando son decapitadas,
desmembradas
divididas y separadas
de su centro.

Se entretienen vagabundas
por los caminos del mundo:
lustros y siglos.
Se pierden, se reencuentran
se baten, se rompen en mil pedazos
descendiendo por laderas
y pendientes.

Dios sabe cuántos siglos aguardan
la  crecida violenta
del agua del deshielo
para rendirse a él en sacrificio.
O los menhires, alineados como soldados
entregados en actitud pétrea y eterna
esperando la sacudida
de un huracán
que los derribe
para por fin descansar
en la mullida tierra.

No, no tienen  boca las piedras
no se equivocan
ni  suspiran falsamente
por eso no mienten:
lo sé con certeza.
Atesoran misterios
en las cavernas recónditas
de las simas más profundas,
donde nada ni nadie penetra,
donde el silencio guarda sus secretos
y cristaliza pura la verdad del universo,
auténticos templos de piedra
que la naturaleza nos oculta
donde la fe no se hereda
ni existen los dioses justicieros,
espacio sagrado
donde la maldad no cabe.

Elena Larruy


martes, 23 de octubre de 2018

EXPOSICIÓN OBRA DE AURELIO HUGUET





El arte acerca a las personas, las hace más sensibles, nos ayuda a entendernos y relacionarnos mejor. Un cuadro nos invita a dialogar, nos trasmite sensaciones y emociones, nos interroga.
A los que estuvisteis con nosotros el pasado día 17 en la inauguración de la exposición, gracias. Vuestra compañía nos hizo sentir muy acompañados, arropados por vuestro calor y amistad, por las palabras que nos dedicasteis. Gracias por llenar la sala de sonrisas.
A todos aquellos que queráis disfrutar de su pintura y no estéis muy lejos de Barcelona podréis encontrar la dirección y horarios de la galería en el folleto que os dejo al final de la página, que estará abierta hasta el próximo 2 de Noviembre.




EL ARTE NECESITA ADEPTOS Y MIRADAS LIMPIAS




































lunes, 15 de octubre de 2018

TODO ESTÁ POR HACER



Ahora mismo enhebro esta aguja
con el hilo de un propósito que no digo
y me pongo a remendar. Ninguno de los prodigios
que anunciaban taumaturgos insignes
se ha cumplido, y los años pasan de prisa.
De nada a poco, y siempre con el viento de cara,
qué largo camino de angustia y de silencios.
Y estamos donde estamos, más vale saberlo y decirlo
y asentar los pies en la tierra y proclamarnos
herederos de un tiempo de dudas y de renuncias
en que los ruidos ahogan las palabras
y con muchos espejos medio enmascaramos la vida.
De nada nos vale la añoranza o la queja,
ni el toque de displicente melancolía
que nos ponemos por jersey o corbata
cuando salimos a la calle. Tenemos a penas
lo que tenemos y basta: el espacio de historia
concreta que nos corresponde, y un minúsculo
territorio para vivirla. Pongámonos
de pie otra vez y que se sienta
la voz de todos solemne y claramente.
Gritemos quién somos y que todos lo oigan.
Y al acabar, que cada uno se vista
como buenamente le apetezca, y ¡adelante!
que todo está por hacer y todo es posible.

Martí i Pol

domingo, 14 de octubre de 2018

ACTITUD Y PERSEVERANCIA

Cueva de Cala Blanca Ciutadella Menorca


“Una persona puede hacerse a sí misma feliz o miserable independientemente de lo que esté realmente sucediendo «fuera», tan solo cambiando los contenidos de su conciencia. Todos conocemos individuos que pueden transformar situaciones desesperadas en desafíos que superar, simplemente por la fuerza de su personalidad. Esta capacidad de perseverar a pesar de los obstáculos y retrocesos es la cualidad que la gente más admira en los demás y con justicia, porque es probablemente el rasgo más importante, no sólo para tener éxito en la vida, sino también para disfrutarla”.

Mihaly Csikszentmihalyi 
Una Psicología de la Felicidad
de su libro “Fluir (Flow)



sábado, 13 de octubre de 2018

EL SILENCIO HABLA




“Dependemos de la naturaleza no sólo para nuestra supervivencia física. También necesitamos a la naturaleza para que nos enseñe el camino a casa, el camino de salida de la prisión de nuestras mentes. Nos hemos perdido en el hacer, en el pensar, en el recordar, en el anticipar: estamos perdidos en un complejo laberinto, en un mundo de problemas. Hemos olvidado lo que las rocas, las plantas y los animales todavía saben. Nos hemos olvidado de ser: de ser nosotros mismos, de estar en silencio, de estar donde está la vida: Aquí y Ahora”
Eckhart Tolle
El silencio habla

miércoles, 10 de octubre de 2018

OTOÑO A DESTIEMPO





Es primavera
en mi jardín todo el año
por mucho que se empeñe
el calendario
en señalarme otoños
y regalarme ocasos.

Abro de mi casa las ventanas
autorizo al viento
que abata nostalgias y hojarasca
que se lleve el aire viciado.

De la alfombra de mi cuarto
sacudo la tristeza
vacío los armarios de inútiles recuerdos
limpio los cajones
de añoranzas viejas.

De mis húmedas memorias
achico el agua
desnudo el verso herido
quemo su ropaje viejo.

Es tiempo de deshielo
para este silencio
estacionado en sombras
que viene de muy lejos,
para este corazón creciente
que se anda buscando
deseoso de vuelo
y de pecado.

Nada de este Otoño
me interesa. Nada quiero
que no sea unas alas
para cambiar de paisaje,
y un vestido de fiesta
para esta alegría que me crece
por todo el cuerpo.

A ella me debo.

Gozosa a ti me entrego
con la libertad
del que sabe
que está haciendo
lo correcto
a destiempo.

Elena Larruy

domingo, 7 de octubre de 2018

ELEGÍ LA VIDA

Este poema de Rudyard Kipling,  es un canto a la vida,  la que se sobrepone día a día al cansancio, a la decepción, al abandono, al camino sin prosas y al desaliento. 





Elegí la vida un poema de Rudyard Kipling

No quise dormir sin sueños:
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena,
y no la vida vacía de quien no busca nada,
de quien no desea nada más que sobrevivir cada día.

No quise vivir en la angustia:
y elegí la paz y la esperanza,
la luz,
el llanto que desahoga, que libera,
y no el que inspira lástima en vez de soluciones,
la queja que denuncia, la que se grita,
y no la que se murmura y no cambia nada.

No quise vivir cansado:
Y elegí el descanso del amigo y del abrazo,
el camino sin prosas, compartido,
y no parar nunca, no dormir nunca.
Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,
y llegar más lejos,
habiendo disfrutado del paisaje.

No quise huir:
y elegí mirar de frente,
levantar la cabeza,
y enfrentarme a los miedos y fantasmas
porque no por darme la vuelta volarían.

No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones;
y no vivir lamentándome
por aquello que no pude cambiar,
que me entristece, que me duele,
por el daño que hice y el que me hicieron.
Elegí aceptar el pasado.

No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir a otro,
de dar, de compartir,
y no el resentimiento sucio que encadena.
Elegí el amor.

Y hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.

Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.

No quise vivir muriendo:
y elegí la vida.
Así podré sonreír cuando llegue la muerte,
aunque no la elija…
                                       …porque moriré viviendo.





sábado, 6 de octubre de 2018

TE DESEO








T E   D E S E O


Te deseo primero que ames,

y que amando, también seas amado.

Y que, de no ser así, seas breve en olvidar

y que después de olvidar, no guardes rencores.

Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,

sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos,

y que, incluso malos e inconsecuentes

sean valientes y fieles, y que por lo menos

haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así,

te deseo también que tengas enemigos.

Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,

para que, algunas veces, te cuestiones

tus propias certezas. Y que entre ellos,

haya por lo menos uno que sea justo,

para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil,

más no insustituible.

Y que en los momentos malos,

cuando no quede más nada,

esa utilidad sea suficiente

para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante,

no con los que se equivocan poco,

porque eso es fácil, sino con los que

se equivocan mucho e irremediablemente,

y que haciendo buen uso de esa tolerancia,

sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no

madures demasiado de prisa,

y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,

y que siendo viejo no te dediques al desespero.

Porque cada edad tiene su placer

y su dolor y es necesario dejar

que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste.

No todo el año, sino apenas un día.

Pero que en ese día descubras

que la risa diaria es buena, que la risa

habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras,

con urgencia máxima, por encima

y a pesar de todo, que existen,

y que te rodean, seres oprimidos,

tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un perro,

alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero

erguir triunfante su canto matinal,

porque de esta manera,

sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla,

por más minúscula que sea, y la

acompañes en su crecimiento,

para que descubras de cuantas vidas

está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero,

porque es necesario ser práctico,

Y que por lo menos una vez

por año pongas algo de ese dinero

frente a ti y digas: “Esto es mío”.

sólo para que quede claro

quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno

de tus defectos muera, pero que si

muere alguno, puedas llorar

sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre,

tengas una buena mujer, y que siendo

mujer, tengas un buen hombre,

mañana y al día siguiente, y que cuando

estén exhaustos y sonrientes,

hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar,

no tengo más nada que desearte.

Victor Hugo

martes, 2 de octubre de 2018

TU ABRAZO ENREDADERA

Este poema que compuse para una nieta, cuenta la alegría del reencuentro, de verla crecer desde la distancia, de nuestras confidencias en las noches de verano. Ella vive en otro país, sus papás están separados, nos visita a menudo, cuando el calendario escolar lo permite. Nunca nos hemos sentido separados, ni creo que jamás lo sintamos por muchas fronteras y kilómetros que se interpongan. 



Si tuviera una casa con porche y un jardín,
si fuera mayo
si tú fueras la flor que siempre has sido
y yo tu jardinera
adoptaría un perro de ojos negros 
atentos
un perro de orejas grandes
que supiera guardar secretos,
que le gustara el banjo y la música country
sentarse en la escalera del porche
para mirar el encendido de luces del cielo
anocheciendo la tarde,

contigo en mi regazo

y en el tuyo, el hocico del perro.

Cuando yo era primavera y tu flor de pitiminí
salíamos al fresco 

a contemplar los fuegos 
en las noches de Santa Ana

Ya entonces me pedías un perro. . .

Fuiste creciendo como cauce de río
que ensancha y riega cultivos viejos.

Muchos nombres te llamamos:
estrella, princesa, gorrión,
bombón,
compota de frambuesa,
presa de este corazón gastado de tanto uso
el que ahora se acelera y frena

sin causa ni secuencia.

Todos los nombres te merecieron:
hasta el de trucha,
        ¡nos mira sorprendido el perro!


Le contaríamos tus correrías por mi cuerpo
para alcanzar la mejilla

donde dejar tu beso
¿te acuerdas? 
Brincabas como un ladronzuelo, huyendo
entre carcajadas y prisas,
y yo tras de ti me arrancaba

tensa como flecha 
para vengar el lengüetazo

del húmedo
beso trucho. 

Ahora que te crecen las alas,
y que sólo te encaramas a mi cuello
para abrigarlo con tu abrazo,
siento que no importa el mes
ni el día
ni la estación del año,
ni que otras fronteras te habiten
ni que te cobije otro techo
ni siquiera que otras manos acaricien

tu pelo negro.

Aunque nos duela

no estar en primera fila de tu vida,
cuando el avión aterriza
y alegres salimos a tu encuentro
nos decimos para adentro:
       ¡ya está aquí la primavera!

Tus ganas de vernos,
de contarnos
de medir tu crecida
cuerpo a cuerpo en cada reencuentro,
las distancias que se acortan
de tu beso a mi beso:
ni tú te aupas
ni yo me agacho tanto.
Tu contagiosa alegría
siempre floreciendo
en los aeropuertos.
Ese  abrazo tuyo que se enrosca a mi cuello
como verde enredadera.
No hay flor que luzca tanto
ni brazos para mi cuello
que me gusten más
que tus abrazos.

¡Debieron llamarte Mayo!


Elena Larruy



domingo, 30 de septiembre de 2018

EL CANSANCIO

El esfuerzo por sobrevivir nos lleva al agotamiento, nos lo cuentan muchos poetas; nos cansamos de repetir insistentemente la palabra y los actos, nos cansamos de las personas. Nos cansamos del amor, de que nos mientan, de que nos engañen, de nuestro propio lamento, de levantarnos cada día, de ponernos la careta y salir al trabajo. Levantar la voz y revelarnos es una forma de protesta, otra es el silencio, cómplices ambas del hastío que como nube sin voluntad transita por los espacios infinitos.


Hoppe Gangloff


El cansancio. De nuevo, el
cansancio. El esfuerzo por
sobrevivir. Reiterado.

Observar las nubes.
Dentro.
Barrer.
Dentro.

Elegir quedar.

Toda nube
lleva una trayectoria. Asumir
la trayectoria. Imposible
barrer todo siempre. Está el
cansancio.

Aunque también el de
las trayectorias. De ver pasar las nubes.
También ese cansancio.

Entonces,
por un momento, ahora.
Sin voluntad. Y casi está bien.
Hasta pensar el estar bien y convertirlo
en nube. En trayectoria.

Chantal Maillard
de su poemario Hilos 2007


Una mente abierta puede ver lo extraordinario en lo aparentemente corriente y cotidiano. En estado creativo, la mente libre de pensamientos inútiles, emite lo poético, deja que se manifieste la belleza.





Cuando la cabeza se recrea en pensamientos que acostumbran a ser del pasado y la llena de ruidos hace que sollocen los espacios, inundándolos de soledad.



Recostada sobre el ladrillo desolado
y en silencio,
busco apoderarme de las sombras que danzan burlonas
sobre el patio rojizo y a la intemperie.
Las paredes cincuentonas del ayer,
crujen solitarias y al desnudo,
descarnando las cicatrices cansadas del recuerdo.
Una porción de historia autografiada,
desata a las muecas desesperadas de la furia,
mientras, sollozan lentamente los espacios
inundando soledades de costumbres apretadas por cimientos.
Un desamparo frío,
destiñe a las alas coloridas de la casa.

Todos marcharon, menos el olvido
que sobre mis huesos, se quedó mirándome.

LA CASA DESOLADA
MARY ACOSTA



Dicen los expertos que cada individuo genera al día cincuenta mil pensamientos, la gran mayoría de esos pensamientos son mecánicos, repetitivos y hasta obsesivos, no llevan a ningún lugar que no sea el agotamiento y la angustia: el cansancio de mí, de ti, de todo cuanto nos rodea. La obra del pintor noruego Edward Munch es una gran manifestación de personajes en actitudes trágicas más allá del cansancio: la desesperación y la soledad.  



Edward Munch


No es posible que todos los habitantes de este pueblo,
se levanten, desayunen tranquilamente,
salgan a trabajar, a comprar o al ambulatorio
sin reparar en esta catástrofe.

No puedo entender cómo andan tan tranquilos
y se limiten a mirarme cuando se cruzan por la acera
sin percatarse de tan desatinada mañana.

Es inconcebible que algunos se atrevan a llevar gafas de sol
- de qué sol está usted guardándose- le preguntaría,
O dejen al niño en la escuela, tomar un café con una amiga,
comentar el fin de semana entre risas.

Es absolutamente intolerable que en esta mañana,
en que todo está negro, más aún que anoche,
que sé con certeza que seguiré siendo el cuarenta y uno
(descendiendo al cuarenta y dos) de los cuarenta principales,
que tengo que callarme porque no tengo voto ni soy ninguna,
que si se me ocurre formalizar una petición soy gusano
y que no tengo fuerzas para romper el maldito lazo que me une a ti,
es absolutamente intolerable que los habitantes de este pueblo
sigan viviendo como si no ocurriese nada

LAS COSAS NO DEBERÍAN SER ASÍ
Remedios Álvarez




Otra forma de cansancio y agotamiento es la utilización de tiempos verbales condicionales: "el si yo hubiera hecho o dicho tal cosa o el si yo debería quizás hacer o decir tal otra"
Incorporar prácticas que acallen los pensamientos estériles, sería lo correcto, comprender de donde vienen, dejar pasar las nubes, generar espacios mentales fértiles.




Obra de Berndnaut Smilde


Cuando cansancios como el del gran poeta argentino Oliverio Girondo nos llevan a "la extenuación de tantos diálogos bostezables, de tantas resonancias huecas de la madre patria, al extravismo mismo de los huesos, a las recansadísimas de tantas metáforas estanca, a las sirenitas reputitas, al harto y extenso entrenamiento, al engusanamiento y al silencio" suena de esta manera.



Extraordinario poema 
 Cansancio de Oliverio Girondo
en la voz de Florencia Saravi Medina



Si has llegado hasta aquí, seguramente como yo, tienes alma y cansancio de poeta, fácilmente vivas hastiado muchos ratos de tu vida a la sombra de una higuera en invierno o en el cuarto de los desencantos, más tiempo del deseado. Pues bien querido, sufrido y amado coetáneo, te recuerdo lo que ya sabes que "todo pasa y todo queda" que lo nuestro es pasar, como nos dejó escrito el gran poeta Antonio Machado pero que nunca olvides seas o no poeta los dos últimos versos: la senda que nunca se ha de volver a pisar.


Al andar se hace camino 
y al volver la vista atrás 
se ve la senda que nunca 
se ha de volver a pisar



Por esos caminos nuevos por los que quiero transitar y espero encontrarte algún día, con un libro en tus manos que diga elijo la vida. Levantarás la cabeza y cruzaremos nuestras miradas para decirnos:
No queremos dormir sin sueños. 







Elegí la vida un poema de Rudyard Kipling

No quise dormir sin sueños:
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena,
y no la vida vacía de quien no busca nada,
de quien no desea nada más que sobrevivir cada día.

No quise vivir en la angustia:
y elegí la paz y la esperanza,
la luz,
el llanto que desahoga, que libera,
y no el que inspira lástima en vez de soluciones,
la queja que denuncia, la que se grita,
y no la que se murmura y no cambia nada.

No quise vivir cansado:
Y elegí el descanso del amigo y del abrazo,
el camino sin prosas, compartido,
y no parar nunca, no dormir nunca.
Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,
y llegar más lejos,
habiendo disfrutado del paisaje.

No quise huir:
y elegí mirar de frente,
levantar la cabeza,
y enfrentarme a los miedos y fantasmas
porque no por darme la vuelta volarían.

No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones;
y no vivir lamentándome
por aquello que no pude cambiar,
que me entristece, que me duele,
por el daño que hice y el que me hicieron.
Elegí aceptar el pasado.

No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir a otro,
de dar, de compartir,
y no el resentimiento sucio que encadena.
Elegí el amor.

Y hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.

Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.

No quise vivir muriendo:
y elegí la vida.
Así podré sonreír cuando llegue la muerte,
aunque no la elija…
…porque moriré viviendo.


                                                                                                       Elena Larruy
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