martes, 26 de diciembre de 2017
NAVIDAD EN MI FALDA
La Navidad presiona
en mi plexo.
Un grueso nudo lo atraviesa.
Faltan pocas horas
para la función.
Se han encendido las luces,
toca ser feliz, comer pavo,
el foie del malogrado pato
los turrones y el caba,
adornar el árbol, decir tonterías,
sonreír a la familia,
acordarse de los que ya no están,
intercambiar palmadas y abrazos,
recibir regalos,
y halagos.
Siempre habrá alguien nuevo
en la mesa, al que agasajar,
y ausencias naturales.
Las familias ya no son lo que eran,
dicen los más viejos,
ni nosotros somos los mismos.
El que cenaba a tu lado
ocupará un lugar, quizá, en otra mesa,
nuevas caras vendrán.
Pese a la alegría,
con amor confitado, de estos días
no tengo paz.
Vacío está mi corazón,
lleno mi plato,
sin otro apetito
que comerte a ti a bocados
cachito a cachito,
vida mia:
cuando me buscas
en la mesa
y te pides mi falda:
entonces, solo entonces
empieza
la Navidad,
Elena
viernes, 22 de diciembre de 2017
NO ANDES BUSCANDO FUERA DE TI
Fuera de ti no esperes encontrar
lo que dentro de ti nunca has buscado.No es más hermoso el sol de otros lugares,
por lejanos que estén:
lo que importa es la luz que da vida a tus ojos.
No fatigues tus días
en recorrer países en busca de otros mundos.
No tardes en emprender el viaje a tu interior,
no vaya a ser que pronto sea tarde:
no estás de ti tan cerca como crees,
ni es tanto el tiempo de que aún dispones
para descubrirte y conquistarte.
Autor: Angel Guinda
Feliz encuentro con la luz en este solsticio de invierno, donde los días crecen, haciendo más largos los momentos de luz. Un nuevo ciclo de vida nos ilumina, despejando las sombras; nos indica el camino a recorrer a cada uno de nosotros, para poder encontrar la divinidad oculta y para proyectar luz a aquellos que mas la necesitan. Feliz celebración de la Navidad. Paz y amor para el mundo.
Elena
lunes, 18 de diciembre de 2017
INCERTIDUMBRE Y PRINCIPIOS DE LA POESÍA DE WISLAWA SZYMBORSKA
En su hoja blanca tantea a la duda con precisión polaca,
de su silencio aguarda la pausa.
de su silencio aguarda la pausa.
Es en ese instante de encuentro,
que el poema inicia su marcha
con andares de gata:
que el poema inicia su marcha
con andares de gata:
cadente, minucioso, preciso.
Confía en su instinto equilibrista
sorteando el vacío,
en la estrecha cuerda
del precipicio.
en la estrecha cuerda
del precipicio.
Se recrea en la incertidumbre y el misterio
le da voz a la niña,
para captar así muestra mirada
blanca.
Inocente, atenta,
siempre en vilo,
sosteniendo la templanza,
con pisada cautelosa
con pisada cautelosa
la andadura del verso avanza;
atenta nuestra mirada,
sigue el temblor de la cuerda.
sin mover una pestaña,
¿Y si te caes?,
¡ni tu ni tu alma lleváis arnés!
Ni alas tiene la gata,
y siempre cae a cuatro patas,
atenta nuestra mirada,
sigue el temblor de la cuerda.
sin mover una pestaña,
¿Y si te caes?,
¡ni tu ni tu alma lleváis arnés!
Ni alas tiene la gata,
y siempre cae a cuatro patas,
le contestas con ironía al miedo.
No hay valor sin riesgo,
ni posibilidad sin duda,
ni atención sin escucha,
ni palabra sin regla en ningún comienzo
que no se juegue la existencia, cuando todo se acaba.
La vida como los poemas tiemblan
bajo los pies.
Siempre tiemblan.
No se avanza sin un "no se"
Elena
que no se juegue la existencia, cuando todo se acaba.
La vida como los poemas tiemblan
bajo los pies.
Siempre tiemblan.
No se avanza sin un "no se"
Elena
Elegante y delicada "gata", estrella de la palabra, poeta polaca, entrañable, inocente. Reconciliable, reconciliada, admirada y querida Wislawa. La mujer talentosa que jugó con las letras y sus reglas para dejarnos una preciada obra poética de extenso conocimiento de vida. Sí, querida amiga, tu poesía nos ensancha y da vuelo, así nos lo expresaste en el magnífico discurso, que aquí dejo, aceptando el prestigioso premio nobel de literatura, que la academia sueca tuvo el acierto de concederte en 1996, como prueba de reconocimiento a tu trabajo y a tu talento, con sello propio. Así eres y serás siempre recordada, querida Wislawa Szymborska.
jueves, 14 de diciembre de 2017
CUANDO LA PALABRA ENFERMA
Siempre he estado mucho más interesada en lo que pasa dentro de mi que en lo de afuera, hablo por boca de mi misma, me lo recuerdo porque a veces hasta lo dudo. Lo de afuera lo atendí, mucho más que lo de afuera a mi, y contra más lo atendía más enmudecía: ¡tanta la falsedad y la mentira, la decepción y la trampa...! Casi todo lo que sé y tiene valor e interés, desde que uso la razón, lo he aprendí observando con todos mis sentidos, y con la boca cerrada: actuando lo necesario hasta "desgañitarme los huesos y la esperanza".
No se si los demás aprendieron mucho o poco de mi, o nada, pero yo si aprendí de ellos. Contra más observaba y escuchaba, y contra más y más observo y escucho, mayor fue y es mi interés por no decir nada: nada -hoy no cuenta- y mucho menos de utilizar la palabra de la manera tan indigna como se la utiliza ahora.
La sordera en la calle, con tanto ruido y griterío, va en aumento, la necedad, los narcotraficantes del verbo, los insultos, los insulsos personajes de porexpan, los disparos de los francotiradores, las respuestas soeces, los listos por turnos y temporada, los idiotas anónimos y sus emociones tontas y refritas de mal gusto, con tanto lerdo en acción benéfica atendiendo la tontería.
Yo, que creía en la palabra, -aún no he perdido la esperanza- me descorazono, temo ser contagiada de estúpidas opiniones de tendencias insulsas, de baratijas al uso televisado: quincalla a granel en las redes, en los noticieros, en los juzgados, -"tan serios, ellos las ilustradas señorías, los letrados"- con los políticos de medio pelo y los impostores de todos los oficios y colores.
Tantos, tantos y requetetantos, tonteando con idioteces, debates basura, a diario y por doquier, que esta mudez mía es cada día más profunda. Porque digo yo que a lo mejor no es tan malo, que alguien calle para sanar la palabra, dañada con tanto argumento vulgar, con tanta engreída nueva cultura falsa coleando por las redes y los medios. Alguien habrá que defienda la palabra, la sane y la rescate de analfabetos funcionales y de idiotas al cuadrado.
Reitero mi mudez por estas fechas navideñas, para pedir que con el pavo y los polvorones nos entre la lucidez y entre todos dignificamos la palabra para hacerla lúcida, culta y hermosa y callemos así todas las bocas enfermas y sucias, y a mi se me va de una vez por todas esta afonía.
Elena Larruy
martes, 12 de diciembre de 2017
EL INVIERNO DE MARTI I POL
Amo la quietud de los jardines
y las manos prietas y rojas de los peones.
Amo la ternura de la lluvia
y el paso inseguro de los mayores sobre la nieve.
Amo los árboles con dibujos de escarcha
y la quietud de los atardeceres cerca de la estufa.
Amo las noches interminables
y la gente que se apresura a la salida del cine.
El invierno no es triste:
Es un poco melancólico,
de una melancolía blanca y muy íntima.
El invierno no es el frío y la nieve:
es un olvidar la preponderancia del verde,
un recomenzar siempre esperanzado.
El invierno no es los días de niebla:
es una rara flexibilidad de la luz
sobre las cosas. El invierno es el silencio,
es el pueblo en silencio,
es el silencio de las casas
y el de las habitaciones
y el de la gente que mira, tras los cristales,
cómo la nieve unifica los horizontes y todo se vuelve
impresionantemente próximo y asequible.
I N V I E R N O de Miquel Martí i Pol
viernes, 8 de diciembre de 2017
COMO UN DESEO QUE NUNCA SE DETIENE
La vida se sostiene
y florece en las condiciones más extremas.
... como una rima inacabable y sostenida,
como una esperanza siempre insatisfecha,
como un deseo que nunca se detiene.
como una esperanza siempre insatisfecha,
como un deseo que nunca se detiene.
Juntas estáis matemáticas y poesía
jueves, 7 de diciembre de 2017
AMOR AL PORTADOR
Amor a la menta, a la taza, de salvia, esperanzado, de romero, deshidratado, nuevo, renovado, para todos, descosido, desenfrenado, o solo desabrochado?. ¿Se te escapa el amor o lo tienes bien guardado?
Amor pasado por agua, a la vainilla, amor al portador, amor a plazos. Amor analizable, analizado. Amor ultramarino. Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, amor con leche... lleno de prevenciones, de preventivos; lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor con una gran M, con una M mayúscula, chorreado de merengue, cubierto de flores blancas...
Amor espermatozoico, esperantista. Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos; con sus faltas de puntualidad, de ortografía; con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes, de los bomberos. Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas, que arranca los botones de los botines, que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto. Amor, incandescente —y amor incauto.
Amor indeformable. Amor desnudo. Amor-amor que es, simplemente, amor.
Amor y amor... ¡y nada más que amor!
Oliverio Girondo
¿Tu corazón tiene dueño? o
¿es solo madera esperando un incendio?
¿Cómo es ese amor?
Juguemos a imaginar: si tu amor fuese un alimento
¿cual sería?
¿cual sería?
Empezad vosotros, yo lo cuento luego.
lunes, 4 de diciembre de 2017
DE LA POESÍA NO SE REGRESA
Hace algún tiempo que empecé a escribir en este espacio, al que llamé efectoprimavera: así era como me sentía en ese momento de feliz encuentro con mi nueva vida. Atrás dejaba una etapa profesional de cuarenta y tres años. Muchos años de esfuerzo y exigencias: propias y externas, y también extremas. Los primeros años fueron como todos los trabajos deberían ser: estimulantes y apasionantes; pero con la experiencia de la madurez, esa edad en la que pocas cosas se sostienen, empezaron a caerse los ideales, las esperanzas, las máscaras... Los héroes resultaron ser villanos, las princesas de plástico, sus coronas quincalla, y las promesas, como los méritos otorgados, de cartón piedra. Decepcionada y debilitada por el esfuerzo de una mente idealista y luchadora, por que así me sentía, viví esa última etapa de mi vida profesional con más pesar que acierto.
Me llevó mucho tiempo entender que yo era un alma libre que estaba prisionera, desenmascarar a actores y actrices, yo también lo era, y lo que fue peor ya no había retroceso; Cuando se abre de par en par la mente, la conciencia te exige coherencia, y eso fue prácticamente imposible, con lo que mi desesperación fue en aumento. Cuando por fin llegó el momento ansiado, sentí que llegaba agua a mi desierto: fértil, tremendamente dichosa y con grandes deseos de perseguir y cultivar la belleza.
Muchos de los que hoy son mis amigos me tendieron su mano y sus brazos, para estrecharme tan fuerte que podía oír sus latidos. Amigos que para siempre viven instalados en el jardín, sin rejas, de mi nueva vida. Ellos son los que me hablan de mis heridas, los que ponen orden a mi confusión, los que me señalan el color de las puertas del miedo, escuchan atentos, dan voz a mis sentimientos.
Juntos nos hemos celebrado, consolado y juntos seguiremos soñando en los infinitos posibles de la alegría y de la esperanza.
La poesía ha sido estos últimos años de mi vida mi aliada, la mejor amiga, la que cada día despierta mi curiosidad y mis dudas para seguir haciéndome preguntas, la madre amorosa que acompaña y calla. Siempre tiene atenciones conmigo, y yo con ella.
En los pequeños actos de la vida cotidiana encuentro la verdad y su belleza, la que siempre estuvo y yo no veía. También observo mucho dolor a mi alrededor, y gente tremendamente sola esperando ser rescatada de este vacío en el que estamos condenados a vivir. En los corazones de esos náufragos también hay poesía, por que la poesía nace del dolor dicen los poetas, otros creen que nace del amor, y yo pienso que todos tienen razón. Ahora no puedo concebir otra vida que no esté envuelta de esa luz.
Mi agradecimiento y admiración a todos ellos, amigos y grandes poetas, que me han ayudado a volar, arrastrando mi equipaje en este corto trayecto; que me han enseñado que amar es para siempre y que tampoco tiene retroceso, y que el dolor cuando se comparte tocamos a menos. Todos me han desvelado secretos, han estirado las arrugas de mi piel, dejando en ella su perfume y su caricia.
Wislawa Szymborska
Angel Gonzalez
Fernano Pessoa
Gioconda Belli
Diana Bellesi
Begoña Abad
Juan Gelman
Octavio Paz
Betina Edelberg
Federico Garcia Lorca
Jose Luis Borges
Mario Benedetti
Laura Llasan
Olga Elena Mattei
Gabriel Celaya
Amy Lowell
José A.Goytisolo
Katja Perat
Amalia Bautista
Luis Garcia Montero
Oliverio Girondo
Jaime Gil de Biedna
Benjamín Prado
Carilda Oliver
Jose Saramago
Alfonsina Storni
Jaime Sabines
Clarice Lispector
M.Jesus Mingot
Pedro Salinas
Rafael Cadenas
Blanca Varela
Miquel Marti i Pol
Jacinto Benavente
Jose Agustin Goytisolo
Eduardo Galeano
Luis Eduardo Aute
Joaquín Sabina
Itziar Minguez
Joan Manel Serrat
Alejandra Pizarnik
Alaide Foppa
Denise Levertov
Diane di Prima
Manuel Carrasco
Pablo Neruda
Jeanette Miller
Mercedes Escolano
Cristina Peri Rossi
Joan Margarit
Olga Orozco
Walt Whitman
Walt Whitman
Anna Ajmátova
Antonio Gamoneda
Bob Dylan
Ida Vitae
Ida Vitae
No siempre la poesía la entendemos,
no siempre la leemos en el momento adecuado,
no a todos nos trasmite lo mismo.
Lo que de ella nos llega vale,
a veces es tan solo un desvelo
en un verso.
La poesía, como todo lo intangible en la vida,
se interpreta,
es un acontecimiento, una escucha
una experiencia.
La diferencia con otras lecturas es que esta no se juzga,
se siente,
y la música que de ella llega,
eso es lo que cuenta.
Un Poema de Anna Ajmátova
Hay en la intimidad un límite sagrado
que trasponer no puede aun la pasión más loca
siquiera si el amor el corazón desgarra
y en medio del silencio se funden nuestras bocas.
La amistad nada puede, nada pueden los años
de vuelos elevados, de llameante dicha,
cuando es el alma libre y no la vence
la dulce languidez del goce y la lascivia.
Pretenden alcanzarlo mentes enajenadas,
y a quienes lo trasponen los colma la tristeza.
¿Comprendes tú ahora por qué mi corazón
no late a ritmo debajo de tu diestra?
viernes, 1 de diciembre de 2017
SEA LA LUZ UN ACTO HUMANO
Juro que la belleza
no proporciona dulces
sueños, sino el insomnio
purísimo del hielo,
la dura, indeclinable
materia del relámpago.
Artista Lita Cabellut |
Hay que ser muy hombre para
soportar la belleza:
¿quién, invertido, separa,
hace tumbas distintas
para el pan común y la
música extremada?
Ay de los fugitivos,
de los que tienen miedo
de sus propias entrañas.
Si una vez el silencio
les hablase, ¿sabrían
respirar la angustiosa
bruma de los espíritus?
¿Cantarían su propia
conversión al espectro?
Y aquellos otros, estos
miserables amados,
justificados por el dolor:
advertid que tan sólo
a los perros conviene
crecimiento de alarido.
Algo más puro aún
que el amor, debe
aquí ser cantado;
en cales vivas, en
materias atormentadas,
algo reclama curvas
de armonía. No es
la muerte. Este orden
invisible
es
la libertad.
La belleza no es
un lugar donde van
a parar los cobardes.
Toda belleza es
un derecho común
de los más hombres. La
evasión no concede
libertad. Sólo tiene
libertad quien la gana.
Solicito
una sublevación
de paz, una tormenta
inmóvil. Quiero, pido
que la belleza sea
fuerza y pan, alimento
y residencia del dolor.
Un mismo canto pide
la justicia y la
belleza.
Sea la luz
un acto humano.
Se puede
morir
por esta
libertad.
lunes, 27 de noviembre de 2017
EL SILENCIO DE LAS PLANTAS
E L S I L E N C I O D E L A S P L A N T A S
Imagen Elena Larruy |
Sé lo que es hoja, pétalo, espiga, piña, tallo
y lo que os pasa a vosotras en abril y en diciembre.
Aunque mi curiosidad no es correspondida,
me inclino especialmente sobre algunas
y hacia otras levanto la cabeza.
Tengo nombres para vosotras:
arce, carde, narciso, brezo,
enebro, muérdago, nomeolvides
y vosotras no tenéis ninguna para mi.
Hacemos el viaje juntas.
Y durante los viajes se conversa ¿o no?
se intercambian opiniones al menos sobre el tiempo
o sobre las estaciones que pasan volando.
Temas no faltan, porque nos unen muchas cosas.
La misma estrella nos tiene a su alcance.
Proyectamos sombras según las mismas leyes.
Intentamos saber cosas cada una a su manera
y en lo que no sabemos también hay semejanza.
Lo aclararé como pueda, preguntadme y ya está;
qué es eso de ver con los ojos,
para qué me late el corazón
o por qué mi cuerpo no echa raíces.
Pero cómo contestar a preguntas nunca hechas,
si además se es alguien
para vosotras tan nadie.
Wislawa Szymborska
Imagen Elena Larruy |
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