Hace pocos días escuché como una mujer de Motríl,
Kandy Garcia, de ochenta y dos años, había dado la vuelta al mundo en nueve meses. Cuando volvió a su casa, abrió su ropero y empezó a desprenderse de vestidos y camisas, de tantas cosas inútiles que el viaje le había hecho comprender que no necesitaba para ser feliz. Durante los días del largo viaje había vivido con poco más que lo puesto. Se había jubilado, colgando la toga a la edad de sesenta y seis años, y decidió en ese momento cumplir su sueño. No aparentaba otro síntoma que el de salud, vitalidad y alegría, sin ningún rasgo de incertidumbre ni temor. Decía con ironía haber superado las pruebas médicas de "ITV" un año más, y vivir cada momento presente con intensidad, sin preocuparle el futuro. A la pregunta del presentador sobre su edad, esta fue su respuesta:
Tengo los años que me quedan por vivir, los que cumplí ya no los tengo, eso es lo que importa, lo verdaderamente importante para mí.
Esta misma pregunta de habérsela hecho a Isabel Allende fácilmente hubiera contestado lo mismo. Mujeres maduras, caudalosas, con identidad y luz propia, vividoras natas, en el sentido más amplio de la palabra, que cuando llegan a la edad adulta no solo siguen siendo lúcidas y tenaces, también visibles y ejemplarizantes para quien quiera aprender de ellas. Mujeres que dan pistas y dejan huellas para otras que vienen detrás.
En una publicación reciente contaba Isabel que tenía setenta y cinco años, que se había separado de su marido Willy hacía apenas dos y que en ese momento pensó que lo que le esperaba en el futuro era vivir sola. Pero sucedió que apareció de nuevo el amor, amor al que nunca renunció ni cerró las puertas; "porque si quieres que algo suceda, has de hacer que suceda". Dijo también que había vivido muchas cosas en su larga vida y que lo peor de todo ya le había pasado: la muerte de su hija Paula: la vida no podía presentarle peor sufrimiento.
Estas dos mujeres -espejos donde mirarse- son para mi motores de alegría. Me fascina de ellas su lucha y fortaleza, que llegada la madurez no renuncien a su juventud, que se enamoren y brillen con luz propia. Viajan ligeras de equipaje, porque han aprendido a soltar lo que lastra, todo aquello que inhabilita y dificulta el camino. Lo importante de lo vivido lo llevan en su memoria selectiva, a la orden de su corazón. Conocen el alcance de todas sus fuerzas, físicas y mentales, y viven aceptando con alegría cada momento de sus vidas. Sin duda mujeres singulares que dejan huella.
Isabel Allende
Pensamientos, reflexiones y fragmentos recogidos de sus novelas.
Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro”. – La suma de los días
Un hombre hace lo que puede. Una mujer hace lo que el hombre no puede.
La felicidad que se vive deriva del amor que se da.
Silencio antes de nacer, silencio después de la muerta. La vida no es más que ruido entre dos silencios insondables.
El miedo es inevitable, tengo que aceptar eso, pero no puedo permitir que me paralice.
No pertenezco a ninguna parte, soy extranjera en el mundo”. Cintillo en la portada del libro Mi país inventado
Tenía la idea de que al poner nombre a los problemas, éstos se materializan y ya no es posible ignorarlos; en cambio, si se mantienen en el limbo de las palabras no dichas, pueden desaparecer solos, con el transcurso del tiempo. La casa de los espíritus
Es fácil juzgar a otros cuando alguien no ha sufrido esa experiencia.
La lectura es como mirar a través de varias ventanas que se abren a un paisaje infinito. Para mi la vida sin leer sería como estar en prisión, sería como si mi espíritu estuviera en una camisa de fuerza. La vida sería un lugar muy oscuro y estrecho.
Escribir es como hacer el amor. No te preocupes por el orgasmo, preocúpate del proceso.
¿Cómo no hablar de guerra, pobreza y desigualdad cuando las personas que sufren estos males no tienen voz para hablar?.
El amor nos vuelve buenos, no importa a quien amemos, tampoco importa ser correspondidos o si la relación es duradera. Basta la experiencia de amar, eso nos trasforma.
Igual que en el momento de venir al mundo, al morir tenemos miedo de lo desconocido. Pero el miedo es algo interior que no tiene nada que ver con la realidad. Morir es como nacer: solo su cambio. La casa de los espíritus
La verdadera amistad resiste el tiempo, la distancia y el silencio. Retrato en sepia
A los niños nadie les enseña algunas cosas indispensables, como arreglar una llave que gotea, sobornar a un funcionario o cortarle el pelo al perro.
No se puede encontrar a quien no quiere ser encontrado. La casa de los espíritus
La felicidad no es exuberante ni bulliciosa, como el placer o la alegría. Es silenciosa, tranquila, suave. Es un estado interno de satisfacción que empieza por amarse a sí mismo.
La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo. Eva Luna
Nuestros demonios pierden su poder cuando los sacamos de las profundidades donde se esconden y los miramos a la cara en plena luz del día.
La vida es una tapicería que se borda cada día con hilos de muchos colores, unos pesados y oscuros, otros delgados y luminosos. Todos los hilos sirven.
La mente es mucho más interesante que el cuerpo.
Acepta a los hijos de la manera que aceptas a los árboles, con gratitud porque son una bendición, pero no tengas expectativas ni deseos. Uno no espera que los árboles cambien, los ama tal como son.
Las fotografías engañan al tiempo, suspendiéndolo en un trozo de cartón donde el alma queda bocabajo, decía.
Lo que se olvida es como si nunca hubiera sucedido. Hija de la fortuna
¿Que nos pasó? Tal vez estamos en el mundo para buscar el amor, encontrarlo y perderlo, una y otra vez. Con cada amor volvemos a nacer, y con cada amor que termina se nos abre una herida. Estoy llena de orgullosas cicatrices. Paula
La belleza suele ser una maldición porque despierta las peores pasiones en los hombres. Una mujer demasiado bella no puede escapar del deseo que provoca. Retrato en sepia
Hemos perdido nuestro sentido de la ética. Vivimos en un mundo de pequeñez, de gratificación sin felicidad y de acciones sin sentido.
La vida no es una foto en la que uno ordena las cosas para que se vean bien y luego se fija la imagen para la posteridad; Es un proceso sucio, desordenado, rápido, lleno de imprevistos. Lo único seguro es que todo cambia.
Enfrenta los obstáculos a medida que se presenten, no pierdas energía temiendo lo que pueda haber en el futuro. El reino del dragón de oro
Para las mujeres el mejor afrodisíaco son las palabras. El Punto G está en los oídos. El que busque más abajo está perdiendo el tiempo. De amor y de sombra
Lo único que uno aprende es lo que uno averigua solo. Sostenía que la experiencia es lo que se obtiene justo después que uno la necesita. La Ciudad de las bestias
El temor es bueno, es el sistema de alarma del cuerpo, nos avisa del peligro; pero a veces el peligro es inevitable y entonces hay que dominar el miedo.La Ciudad de las bestias
Los años pasan sigilosamente, de puntillas, burlándose en susurros, y de repente nos asustan en el espejo, nos golpean las rodillas o nos clavan una daga en la espalda.
¿Que hacer con esta felicidad que nos llega sin motivo especial, esta felicidad que no requiere nada para existir?
Casi todo el mundo miente, algunos por vanidad, para aparecer en una luz favorable, otros por temor y la mayoría simplemente por costumbre.
La edad por si sola no hace a nadie ni mejor ni más sabio, sólo acentúa lo que cada uno ha sido siempre.
He visto a muchas personas que hablan sin pensar, sin darse cuenta de que hablar es también ser. La palabra y el gesto son el pensamiento del hombre. No debemos hablar sin razón.