Tengo una amiga
que sabe hacer galletas de zanahoria
-y poco más-
cuando alguna mañana la encuentro
le pido la receta
y ella me dice:
venid, las haremos en casa
¡mi horno es de inducción y calienta más!
Mi mascota, que es muy larga,
me golpea con su hocico
y al instante asiento:
¡iremos mas tarde!
Y es que no hay receta más dulce
ni sabor tan exquisito
que iguale su rico abrazo.
elena