Estas imágenes que muestro vienen a colación del artículo de Rosa Montero en El País "Aviso a navegantes", del 3 de Enero, donde recojo que la belleza y el arte nos salvan, o por lo menos nos ayudan a sobrevivir a experiencias extremas, como la del libro que acaba de leer Instrumental: memorias de música, medicina y locura, de James Rhodes (Blackie Books) que cuenta la historia de Rhodes un pianista concertista de 40 años que de pequeño sufrió la violación durante varios años de su profesor de boxeo y, de como su vida posterior se convulsionó hasta extremos de locura, como consecuencia de esa terrible desgracia. A pesar de tanto sufrimiento, logro sobrevivir con la ayuda de su música.
Y estas imágenes decía, del reconocido fotógrafo Australiano, David Lazar
que también es compositor y profesor de música y que descubrí no hace mucho, nos muestran, a mi juicio, esa belleza necesaria: donde ponerse a salvo para sobrevivir al dolor y a la pena. Y no solamente al artista, realmente cautivado por la belleza, sino también al observador, dejándose impregnar por la serenidad y pureza que trasmiten esas imágenes.
Elena Larruy
Los juegos, la sonrisa: la mirada y el disparo de un cazador de instantes irrepetibles
Manos y brazos poderosos sosteniendo vidas
La belleza de una mirada: patrimonio de la humanidad
El lenguaje universal de la inocencia
El mapa de los caminos recorridos
Rostros inmaculados, portadores de paz
Las máscaras que nada ocultan: de momento
Limpias de impurezas
Cabellera para trenzar o ser trepada
Serenidad y armonía
Dos bellezas: el autor y su modelo
Nata y Chocolate
Ternura
La mirada: otra paisaje
Por aquí ya ha pasado el dolor
La alegría contagiosa de los niños, todavía virgen
Armonía, paz
Mirando los caminos del mañana
Un lugar donde refugiarse
El Autor DAVID LAZAR |