Mostrando entradas con la etiqueta Contaminados por la mentira. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Contaminados por la mentira. Mostrar todas las entradas

viernes, 20 de agosto de 2021

CONVERSACIONES AMIGAS

 

Carta para Adriana

He leído estos días Vivir para contarla de Garcia Marquez, uno de esos libros que rescaté de tu altillo, de la caja de los desahucios de Flor. Lo saqué de entre sus preciados y queridos libros de medicina -aún calientes-  con una dedicatoria tuya de la que te envío una imagen, a modo de recordatorio para que no olvides que existieron tiempos felices, que sin ser los mejores, sin saber lo que el destino os tenía preparado eran simplemente maravillosos comparados con los que ahora os toca vivir.

Quería contarte que este libro me está ensanchando el corazón de conocimientos y autenticidad. Este Gabito inmenso, vivaz, intenso y tímido a la vez, contando los pasajes de su historia infantil y juvenil, mostrando los entramados donde se tejió su vida y la de su familia, la que después daría pie a sus grandes obras,  con esa vocación innata de escritor despertando en el, a contracorriente de los intereses paternos que querían de manera insistente convertirlo en abogado, y predestinada a lo que finalmente fue su profesión.   Ese impulso legítimo y auténtico despertando en Garcia Marquez acompañado por lecturas que devoraba con auténtico entusiasmo poco común en jóvenes de su edad, que tanto oficio le dieron para hacer de él lo que finalmente fue, un laureado y prestigioso escritor.  

Este es un libro maestro Adriana, cuyo pecho de autor llenaría de medallas y valores:  ¡cuan pequeña se queda una después de estas lecturas!. Cuantos caminos no recorridos... ¡Cuánto y cuánto por aprender!. El conocimiento es infinito. 

Leo en tu dedicatoria a Flor "De los malos también se aprende" De los malos momentos y de las malas personas también se aprende..., claro, como no, todo nos enseña cuando el propósito no es otro que aprender. No todos lo mismo, cada uno en su contexto, cada cual con sus propias asignaturas. 

Yo creo que hay mucha gente con una asignatura pendiente, la de escuchar el corazón. El corazón siempre nos habla no solo de manera amorosa, también certera. Aprender a escuchar las razones del corazón es atender con la misma escucha y credibilidad que cuando escuchamos a la madre.  Gente inteligente llena de  conocimientos y datos pero incompleta de lecturas, de esas que no están escritas en ningún libro de texto, ni en ningún manual, el mundo está lleno de esas personas, gentes dirigidas por otras mentes. Si observamos actuar la inteligencia en la naturaleza nos daremos cuenta que está regida por programas innatos autónomos. No necesita la inteligencia del hombre para sobrevivir ni reproducirse. Lo hace sola. A una madre tampoco le hace falta un manual para sacar adelante a sus hijos. Amar a los hijos no se aprende en ningún libro.  ¿Cómo podríamos llamar a esa asignatura? Filología aplicada del corazón? Ensayo mudo de la razón del corazón? ¿Pedagogía del corazón? Da lo mismo el nombre, nunca aprenderemos a escucharlo sin acallar los ruidos externos. Es como cuando estás en la cafetería de unos almacenes y se escucha una voz por megafonía tan elevada que no puedes escuchar al que tienes al lado. Hay quien se encarga de que no escuchemos las notas del corazón por miedo a que aprendamos a conducirnos con autotomía propia que nos permita pensar por nosotros mismos. Acuño la frase de la novelista Margaret Drabble «CUANDO NADA ES CIERTO TODO ES POSIBLE». Eso es justo lo que ahora esta sucediendo con el Covid, la pandemia y las vacunas.   

Ojalá nosotros algún día podamos contar nuestra verdad de manera tan clara, bella y amorosa como lo hace la madre tierra. Ojalá algún día podamos resolver nuestros asuntos con el mismo respeto, solvencia y lealtad al entorno, contar que aprendimos con todo y ampliamos nuestra conciencia. Ojalá algún día acabemos nuestros días en paz en medio de tanta oscuridad como nos rodea. No es fácil Adriana, lo se, hablamos mucho en este tiempo de confinamiento que compartimos hace ahora un año. "Nos inscribimos en un curso harto difícil" -algunos más que otros, ¿verdad? - con asignaturas altamente costosas y dolorosas- ¿Pero acaso no es esa, y no otra, la finalidad de la vida?: persistir, aprender y disfrutar: cuando no es así estamos muertos. Desgraciadamente hay muchos muertos en vida y otros viviendo en estado vegetativo. Eso no es vivir.

El corazón nos da respuesta a todo. El corazón está lleno de inteligencia, nos marca el paso, los tiempos, los aciertos. Nos indica cuando es momento de siembra, de cosecha, de abono, de espera, de cuidados... Todo lo sabe. Cuando lo atendemos bien no necesitamos noticieros ni maestros para cuidar de nosotros. Hemos de centrarnos en nosotros mismos con lealtad y voluntad. 

Deseo que estés en esa honda Adriana.



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...