sábado, 2 de diciembre de 2023

PONER EN HORA EL CORAZÓN

 




    Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación, escribió el escritor, poeta y filósofo estadounidense Henry David Thoreau. Yo no diría todas pero sí creo que son muchas. Esta introducción viene a colación para hablaros de lo que mi amiga Carmen y yo, unos años mayor, tenemos entre manos. Nos gustaría reunir un grupo de mujeres mayores de sesenta, que dejaron atrás cargas familiares y responsabilidades laborales y que en la actualidad vivan de manera estable con sus parejas de siempre y se cuestionen sus vidas presentes y futuras: como sacarlas adelante y como mejorarlas,  muchas veces sin ilusión, o con ella, pero sintiendo vacíos existenciales importantes.  Conocer de primera mano que les pasa a otras iguales que nosotras, que proyectos tienen, de que manera son queridas o no. Saber cuan desgastada están sus relaciones de pareja, en el mejor de los casos, en el peor cuanto degradadas o amenazadas. Y lo queremos hacer sin dramas ni denuncias. Sacar la parte de nosotras más auténtica, sacudirnos la sensación de ser puertos abandonados donde nadie llega. 
   Porque tenemos constancia de esa insatisfacción, queremos recoger de sus testimonios las experiencias vividas, sus temores e inseguridades, lo que las hace felices, lo que les preocupa, inquieta y ocupa a esta edad, donde el viaje por la vida se podría decir que es más de regreso. Compartirlo entre nosotras y  abrir caminos no explorados, en forma de pensamientos nuevos, que cuestionen las expectativas sociales que se construyeron en torno a las mujeres de nuestra generación y que de alguna manera marcó a muchas como se marca a las reses. Preguntarnos ¿Qué nos plantea el futuro, si debemos o no reformularlo? a sabiendas de lo que ahora sabemos, que no es poco. 
Las oportunidades motivadoras que la sociedad brinda a este colectivo, son tremendamente pobres y escasas. Por eso es necesario saber de ellas, conocer sus andanzas, si es que quieren ser contadas -muchas, tan ricas como "inconfesables". ¿Qué les ilusiona y apasiona, qué les desespera?, cómo viven en la soledad, tantas veces impuesta. 

    A la pregunta de ¿Y a ti cómo te va? en un primer encuentro, elaboraremos los temas a tratar en los siguientes. Y lo abordaremos sin miedos ni tabúes, de manera valiente y honesta. Destapando el engaño que a menudo se esconde tras la palabra. Apoyándonos las unas en las otras y  como no podía ser de otra manera,  desde el más absoluto respeto y lealtad al grupo.

    Es nuestro propósito dar voz a esa parte de nuestra historia personal, que nos enriquezca a todas. Muchas de estas mujeres -y también muchos hombres-  viven vidas paralelas, consentidas unas, y otras a escondidas.  
Entre esas parejas os sorprendería el número tan importante de relaciones extramatrimoniales que existen, fuera de casa, y las que pactan vivir como compañeros de piso, guardando las apariencias  y cada uno a lo suyo. Incluso las hay de encuentros esporádicos,  fines de semana y vacaciones, donde cada uno vive plácidamente en la casa propia. 
Una persona de mi confianza, que trata con todo tipo de personas, en su consulta, me contaba el caso de un hombre viudo que vivía solo y mantenía relaciones estables, desde hacía tres años, con una mujer que también vivía sola, pero que ahora quería ir a vivir con él. El hombre, en cuestión,  no sabía como decirle que no, amaba su independencia por encima de todo, quería a esa mujer y lo pasaban bien juntos pero se negaba a compartir su espacio. Me contó también el caso de otra que soñaba en ir a ver un espectáculo de chicos Boys y llevarse uno a su casa con el que pasar un buen rato, sin pretensión alguna de querer romper su matrimonio, ni su estabilidad familiar. Y lo de otra mujer de sesenta y cinco años que se había  enamorado de un hombre, como nunca antes lo había estado.  Historias de esas que solo se cuentan al oído y entre iguales. Vidas que necesitan ser escuchadas por otros oídos, para que todos sepamos que se cuece en los sótanos de nuestras vidas. 
¿Se ha convertido tu pareja de siempre en tu compañero de piso? ¿Fuisteis alguna vez amigos? Tenemos mucho que escuchar y que contar...
Conocer la verdad, hablar, conciliar, entender sin señalar, sin que nadie se sienta mal ni culpable, nos enseñará a  llevar una vida más digna.  Hay demasiado engaño y fingimiento a nuestro alrededor. Muchos de los brillos que nos muestran los otros son espejismos o verdades a medias, que son lo mismo que las mentiras. En lo que no se ve ni se cuenta hay mucha más verdad de lo que es. 

    Una cosa si es cierta «en este caso oficial»; España es el país con el índice mayor de parejas rotas, un 61%. Cataluña va en cabeza, le sigue Andalucía. Es evidente que el mundo está de reformas, en muchos aspectos a la deriva. Los cambios son  vertiginosos y abruptos, cada día más. La manera de vivir es otra, el conocimiento nuevo nos cae en cascada, se nos escapa como agua entre las manos. Todo nos empieza a desbordar. Y nosotras en medio de todas esas turbulencias, desconcertantes, buscando asideros, como el caso que me contó Carmen de una amiga: 
Su relación de pareja hacía un año que no iba bien, su marido había dejado de darle besos y atenciones cuando llegaba a casa, no cogía su mano, ni la acariciaba ni le dedicaba ningún gesto de cariño desde que ella había puesto fin a sus relaciones íntimas, después de muchos años de matrimonio. Toda una vida.  Una noche discutieron, ella se fue a dormir a otro cuarto, no pegó ojo en casi toda la noche. Por primera vez le había insinuado a su pareja la conveniencia de tomar caminos diferentes. Él se limitó a decirle que sus vidas se habían desgastado, que era normal, a lo que ella le contestó ¿algo tendremos que hacer, no te parece?. ¿Acaso me dices que he de cambiar? le replicó él ¿o has de hacerlo tú? no, verdad que no, se contestó él mismo, y se  levantó de la butaca donde estaba sentado, con un gesto feo de esos que dicen: déjame en paz, pesada... Su vida en pareja se estaba yendo al traste y el se durmió esa noche como si nada hubiera pasado.  Al levantarse a la mañana siguiente cuando la mujer salía de casa vio una nota sobre la mesa de la cocina, se acerco pensando que era para ella. Por un instante pensó en palabras de disculpa, o algo bonito, quizás  amoroso por su parte. Y la nota decía:
Limones, pan, agua, chocolate, amoniaco...  Efectivamente, era la lista de la compra. Ese fue el pensamiento con el que el marido se levantó a la mañana siguiente de la discusión: con la lista de la compra. Parece el guion de una película de Almodóvar, le dije a mi amiga con sorna. Las dos echamos una pequeña carcajada.
Hay ciertos hombres, como es el caso, que para amar necesitan poner el corazón en hora.  

    La amiga mal querida, no imaginaba el resto de su vida así, muriendo a cachitos, un poquito hoy, otro poquito mañana. La vida de esa persona no estaba en las manos de ese hombre, cierto, pero era él quien la había acompañando durante muchos, muchos años de matrimonio. Estaba claro que la pareja tenían necesidades diferentes. Él de sexo y ella de ternura. 
Tengo un amigo con el que nos reímos a menudo sobre la ocurrencia de que el hombre siempre piensa  "en lo único" . Lo que muchos de ellos no saben es que las mujeres necesitamos ser conquistadas y queridas por algo más que un falo mecánico. El cariño y los cuidados no están reñidos con el sexo: todo lo contrario.
    El sexo nos proporciona gusto y alegría. ¡Bienvenido sea el placer a nuestras vidas!,  a cualquier hora, a cualquier edad, acompañados o a solas.  ¿Cómo?  pues eso es de lo que queremos hablar las mujeres mayores de sesenta, de setenta, de ochenta.  ¿De como vivir el presente con alegría? Quizás la respuesta sea: tú en tu casa y yo en la mía, sin muchos de los timoneros que huyen de los puertos, con la vela izada en su pequeña embarcación,  negando su ternura y su cariño, cuando no son cumplidos sus deseos. 
 
     A todas las mujeres mayores que sufren el abandono y el desamparo de sus parejas les dejo esta frase de Eleanor Roosevelt:
Con cada día llegan nueva fuerza y nuevos pensamientos. Adelante, compañeras, esto no se acaba aquí.

Necesitamos vuestro testimonio, también vuestra visión y opinión. Os estamos esperando.
Gracias a todas. 

Elena Larruy

10 comentarios:

  1. Querida Elena tus reflexiones son muy enriquecedoras y te salen del alma. Siempre es bueno ponerle voz a mujeres que quizás no pueden o no saben expresarlo.

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    1. A veces el alma está tan escondida que no salen las palabras. Gracias por las tuyas querida amiga anónima. Un abrazo

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  2. Adelante con tu proyecto!

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  3. Bonitas y sinceras palabras Elena, escritas desde el corazón y muy emotivas.Yo, también como mujer dentro de la franja que tu defines, podria añadir que a menudo se habla sin decir nada, se silencia por no ser señalada y se esconde todo aquello que los demàs ya no quieren oir porque incomoda. Debemos dar voz de una vez por todas a nuestro sentir, alzarla y romper de una vez tópicos arcaicos y que ya no nos sirven.
    Espero que tu projecto se consolide y sea la voz compartida de todas aquellas mujeres que aún y teniendo " una buena vida" no se sienten cómodas en su propia piel. Gracias Elena!

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  4. Que bonitas palabras. Agradezco tu reflexión, pienso como tu. Atrevernos con lo incómodo, con lo inconveniente, con los credos religiosos y sociales que tanto han silenciado a las mujeres. Liberar todo lo que nos esclaviza ¿Y para qué? para estar menos sometidas y ser más libres. Muchas gracias amiga.

    (Acordaros de poner vuestro nombre al acabar, si no sé a quien dirigirme. Gracias)

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  5. Querida Elena, te confirmo mi asistencia y la de mi amiga Maribel T.
    Montse A.

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    1. Que bien Montse, me alegro mucho. Te mantendrá informada de la primera reunión que será entre los días 14/15 de Enero. Os avisaré con tiempo de la fecha exacta y el lugar.
      Un abrazo

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  6. Elena, creo que para muchas mujeres y hombres lo que explicas describe SU PROPIA REALIDAD. Recuerdo hace muchos años cuando trabajaba de noche, tenía el hábito de escuchar la radio y existía un programa al que llamaban personas y explicaban sus vidas muchos de ellos sus dobles vidas. Yo pensaba qué falta de AMOR PROPIO y qué falta de VALENTÍA en defender lo que quieres. Hoy en día ya pienso distinto, es muy fácil opinar sin estar en la piel del otro. Cada cual vive como buenamente puede, y actúa de conformidad con sus circunstancias. Hoy en día no me atrevería a opinar a cerca de la vida de los demás pues decidí que primero voy a mirarme a mi misma y a arreglar todos los desperfectos que en ella hay :D y luego ya me pongo con los demás ...... me temo que esto me llevará lo que me quede de vida y seguramente el día que me despida de esta dimensión me iré con la sensación de que se podía haber mejorado mucho de haber prestado más atención a los detalles IMPORTANTES.

    Por si acaso me he quedado con varios mantras, uno de ellos es : " MEDITA SOBRE LA MUERTE Y SÉ AMIGO DE LA VIDA" y otro es " Vive como se te fueras a morir mañana y trabaja como si fueras a vivir toda la vida" .

    Estoy segura de que tu amiga y su marido tienen perspectivas, intereses en la vida diferentes sin duda, no hay matrimonio de toda la vida que tengan los mismos intereses y motivaciones ese sería un monotema. Pero las parejas de toda la vida lo son por alguna razón que pudiera haber dejado de existir o pudiera ser que RENUEVEN SU AMOR al encontrarse a faltar: OJALÁ ASÍ SEA SI ESO ES LO MEJOR PARA LOS DOS y de lo contrario, cada uno a seguir su camino de la mejor de las maneras posibles desde el RESPETO MUTUO.

    El tiempo es un especialista en arreglos que pone a cada cual en su lugar.

    Hasta pronto.

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  7. Has tocado muchos temas Raquel. Creo que la percepción que tenemos de las cosas varia mucho con la edad y la experiencia de las personas, tu bien lo comentas. Por eso en los debates donde intervienen diferentes generaciones la gente no se entiende y acaban discutiendo. Todo el mundo tiene su verdad. Yo por ejemplo ahora nunca diría la frase "vive como si te fueras a morir mañana" ni la otra "trabaja como si fueras a vivir toda la vida" Sería muy largo de explicar aquí. Solo te diré que para morir no hay un mañana, morimos a cada instante y eso me hace tener una conciencia muy focalizada en vivir despierta, aprendiendo y atendiendo solo lo que me interesa, que hoy es la compañía de personas inteligentes y buenas. Hago un esfuerzo cada día por encontrarme bien conmigo, porque también me canso de mi.
    Las parejas no siempre se entienden en una relación larga y estable, las relaciones se desgastan, no estamos preparados para amar de manera incondicional como nos gustaría. Una condición para el buen vivir es aceptar la imperfección de que estamos hechos, aprender a vivir con ello cuando no podemos cambiar la propia vida, la que por fortuna o desgracia nos toca vivir.
    Muchísimas gracias, querida amiga Raquel, agradezco de verdad tu tiempo y tus comentarios.

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