...Como decía aquel poeta que escribió en su puerta: "El que entre aquí me hará un honor; el que no entre me proporcionará un placer"
El eterno retorno
Con ocasión de un viaje que realizaré próximamente a Tailandia, la guía de la organización amablemente, previa conformidad, ha creado un grupo de Whatsapp cuya finalidad práctica no es otra que conexionar al grupo y mantenerlo informado. Ocurre a menudo que el fin con el que se crean estos grupos se desvirtúa y pasa a convertirse en un espacio personal donde la nota dominante es el parloteo insustancial. Es verdad que hay muchas maneras de interpretar e incluso censurar "lo insustancial" "lo correcto o no" "lo que debería ser" de cuestionarse la manera de estar en un foro de estas características de la forma más adecuada. Seguramente discreparíamos por edades, por gustos o apreciaciones y no nos pondríamos de acuerdo en muchos aspectos; donde sí coincidiríamos sería en las diversas ventajas que para la organización y los viajeros tiene esta forma de comunicación.
No me gusta el mal uso y abuso que a mi entender se le da a estas herramientas de información e interrelación, menos si tenemos en cuenta que las personas no se conocen, poco o nada sabemos por lo general de los otros viajeros, ni de su procedencia, ni de su edad, ni de sus gustos, ni disgustos, ni de sus estados, ni de nada. ¿No deberíamos plantearnos pues la reflexión y la prudencia al primer impulso que nos mueve a escribir? Todos tenemos fuego interior con una llama que flamea cuando pensamos en un viaje que deseamos, todos pensamos en nuestro equipaje, en la manera de plantearlo, de no olvidar nada o de enrollar las camisetas para que no se arruguen, con muchos más etcéteras y dudas que irán saliendo y se plantearán en el encuentro previo que a tal fin los organizadores han planificado para conocernos y responder todas las dudas y cuestiones.
Yo lo que digo es que en estos foros se ha de practicar la prudencia y el tacto, y por supuesto el respeto y el buen hacer en beneficio de todos. Si dejamos este espacio para que la información y la comunicación fluyan de manera conveniente y adecuada todos nos beneficiaremos de ella; "Los me gusta, lo compro, te felicito, te doy los buenos días, te digo que te quiero" y todo lo demás está muy bien, pero para el gato, porque todo eso pertenece a mi entender al ámbito privado. Si no estamos atentos a lo importante, lo que no lo es nos atropella, y lo absurdo nos sucede, y lo banal y las nimiedades toman protagonismo en un escenario que no es el oportuno.
En los comentarios con recomendaciones y precauciones que de manera particular hacemos, también se ha de tener especial atención, opinar sobre iniciativas que se toman a modo particular y que a uno le benefician pueden crear inseguridad, desconciertos y miedos. Con esto no quiero decir que nos inhibamos, ni que dejemos de ser espontáneos y ocurrentes, solo respetuosos y reflexivos, dejando que sean ellos, los que organizan, los que tomen decisiones y sugieran lo más conveniente.
Si algo crees que es importante por algún motivo particular háblalo con las personas responsables: hazlo para que sean ellos quienes decidan, y si tienes que felicitar a un componente por un asunto personal dirígete a esa persona privadamente, porque los que no tenemos que hacerlo, sufrimos las consecuencias de esa avalancha de whatsapp que se encadenan y le suceden y a lo mejor entre medio nos perdemos información relevante del viaje.
Y por último no creemos necesidades en cuestiones de prevención, todos somos adultos y estoy segura que lo hacemos con la mejor voluntad, sin pensar que quizás estamos molestando a otras personas que piensan de otra manera y que ya han tomado sus decisiones. La organización, que por ciento lo hace muy bien, sabe el qué, cómo, cuándo y dónde actuar y aconsejarnos.
Mover un grupo tiene sus dificultades y todos tenemos el compromiso de colaborar, respondiendo y dando lo mejor de nosotros mismos, porque de nosotros depende que el viaje sea un éxito o no.
Personalmente cuando viajo procuro estar siempre en línea abierta con mi propio cuerpo para saber en cada momento qué es lo que le conviene o me está pidiendo. El cuerpo no entiende ni habla el inglés, se orienta adecuadamente con mapas sensoriales, ha recorrido todos los territorios con su brújula interior, con su instinto, con memorias ancestrales heredadas, tiene intuición, posee toda la información que necesita para orientarnos y protegernos, tan solo tenemos que sintonizar con su melodía y escuchar sus señales: Confiar.
En los viajes se nos abren infinitas oportunidades para enriquecernos, nunca volvemos de vacío, y no me refiero a la maleta. Más cuando incluye un programa especial, como es este viaje, que busca el contacto con el silencio en busca de respuestas, de paz y equilibrio que tanto necesitamos.
Un viaje empieza mucho antes de llegar a destino, hagamos las cosas bien, vaciemos nuestra mente y sus personajes de parlamentos y necesidades, de banalidades, y disfrutemos de la experiencia todos a una para hacerla completa y exitosa.
Que el corazón de todos nosotros se llene, ese y no otro es mi deseo.
Elena
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