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domingo, 7 de agosto de 2022

EL IMPACTO DE LA GRATITUD

 

Artista Georg Paulí

Louise Glück, poeta estadounidense, premio Nobel de Literatura 2020, muestra en su inconfundible voz  poética lo que la realidad esconde de la pérdida, el sufrimiento y la decepción, y lo hace desde el Yo personal valiente, entrelazando su propia biografía con la observación del mundo, en un lenguaje directo de lúcida sencillez.

Leí, no hace mucho, unas declaraciones suyas donde manifestaba desarrollar gratitud a partir de los desastres personales que le ocurrían. Así creó Octubre, una de los poemas, que  transcribo, de los que dice sentirse más satisfecha. Cuenta que surgió a partir de un traumatismo cervical que la tuvo en constante dolor y sufrimiento durante un largo periodo de cinco años. 

Este poema se lo dedico a aquellas personas que sufren accidentes y traumatismos, en cualquier ámbito de sus vidas, -entre las que me incluyo- cuya recuperación es larga y dolorosa, en el deseo que aporte luz de comprensión, hasta tal punto que el agradecimiento pueda o llegue a ser el motivo de su recuperación. 



Octubre

¿Es invierno otra vez, otra vez hace frío,
no acaba Frank de resbalarse en el hielo,
no se curó, no se sembró la simiente de primavera

no terminó la noche,
no anegó acaso el hielo al derretirse
los estrechos desagües,

no fue mi cuerpo
rescatado, no estaba a salvo,

no se formó la cicatriz, invisible,
sobre la herida?

Terror y frío,
¿no acabaron hace poco,
no está ya el jardín roturado y sembrado?

Recuerdo la sensación de la tierra, densa y roja,
en surcos bien derechos ¿no se sembró la simiente,
no trepó la parra por la pared del sur?

No oigo tu voz
por el viento que chilla y silba sobre la tierra desnuda.

Ya no me importa
cómo suene.

¿Cuándo fui silenciada, cuándo describir ese sonido
pareció por primera vez inútil?

Cómo suena no cambia lo que es.

¿No terminó la noche, no estaba a salvo
la tierra cuando fue sembrada

no plantamos nosotros la semilla?
La tierra, ¿no nos necesitaba?

Las parras, ¿se recogió su fruto?

 2.

Verano tras el fin del verano,
bálsamo tras la violencia:
no me hace bien
que se me trate bien ahora;
la violencia me transformó.

El alba. Las colinas resplandecen,
ocre y fuego, hasta el campo resplandece.
Sé lo que veo: un sol que podría
ser el sol de agosto y que devuelve
todo lo que ha sido arrebatado.

¿Oyes esta voz? Es la voz de mi mente.
No puedes tocar mi cuerpo ahora.
Se transformó una vez, se endureció,
no le pidas que vuelva a responder.

Un día como un día de verano.
Una calma extraordinaria. Las largas sombras de los arces
casi color malva en la grava del camino.
Y por la tarde calor. La noche como noche de verano.

No me hace bien. La violencia me ha transformado.
Mi cuerpo se ha enfriado como los campos desnudos.
Ahora sólo está mi mente, cauta y precavida,
sintiendo que la están poniendo a prueba.

El sol vuelve a salir, como en verano,
generoso, bálsamo tras la violencia.
Bálsamo tras la mudanza de las hojas, tras la siega
y el arado.

Dime que esto es el futuro,
no te creeré.
Dime que estoy viva,
no te creeré.

Louise Glück


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