HAY ALGUIEN QUE SOLO QUIERE ESTAR A TU LADO SI ES POR ENCIMA DE TI. B.Prado
Siempre tenemos alguien al lado poniendo a prueba nuestra "inteligencia de neumático". Por eso se aconseja tener siempre un recurso de recambio por si pinchamos y no queremos quedarnos tirados en las "inmediaciones de la miseria" como perros abandonados. Y es que nuestro presumido ego tiene el mismo valor que un balón de Nivea en la playa. No hay mejor recurso que conocer nuestras fortalezas y las de los otros, aceptarlas sin presunciones, desde la más absoluta normalidad, sin ceremonias ni parafernalias, sin tampoco arrugarnos cuando el inteligente o listo de turno exhibe su "teorema/teoría/discurso", con intenciones sospechosas de dejarnos por debajo. La misma actitud y el mismo acomodo ante nuestras debilidades y flaquezas. No tenemos que pedir perdón, ni bajar la cabeza. Somos como somos, como nos parieron y educaron, como nos modeló la vida, con toda su "perfección imperfecta", sintiéndonos enteros y humildes a la vez: "así es como nos comemos el trocito de mundo que nos toca". Asumiendo quienes somos, sumando esfuerzos y siempre arriesgando; quien no juega con fuego se muere del frío.
Si hemos de competir que sea con nosotros mismos, sabiendo que no siempre conquistamos aquello que perseguimos, pero que siempre ganamos si lo intentamos; y en cualquier caso habrá valido la pena.
Para llegar a ser una torre alta y no sentir ridículo se ha de trabajar mucho tiempo en la base, en sus cimientos. Las personas más manipulables son las que primero se abandonan y dejan de pertenecerse; con facilidad se adscriben a causas ideológicas o de partidos, que poco o nada tienen que ver con ellas, pero que les hacen sentir más fuertes. Cuando se da este abandono, se pierde identidad, libertad de pensamiento y se acaba actuando como un títere, en un vivir aborregado. La inseguridad y el miedo nos encadenan. "Seamos personas de primera mano" que nadie nos use.
Medirse con otros no es construirse. Siempre habrá alguien que nos supera en algo. No es mejor el que llega primero que el que se supera y se supera y se sigue superando hasta llegar y volver a empezar. Es una cuestión de voluntad, de trabajo y de sonrisa. Estos son los argumentos, estos los tejidos que dan consistencia a nuestra cabeza y solidez a la vida; dejemos de escondernos, de condenarnos, de poner "parches a las ruedas" y hagamos que el vivir de cada día fluya natural y sea fácil. Fiémonos del favor del instinto, si es que no lo hemos hecho todavía, es el mejor de los asistentes. Esta en nuestras manos.
Elena Larruy
Genia!
ResponderEliminarSe te echa de menos por aquí mi querida Adriana.
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