Esta conversación que escuché hace unos días, se produjo en mi ciudad, en una estación de metro de la línea uno. Los techos de la estación son abovedados, las conversaciones apoco que se levante la voz se escuchan con total claridad por todo el andén. Yo me encontraba al final, eran las dos de la tarde. Salía de clase y me metí en el metro, bajé las escaleras y mientras esperaba que llegara, el que parecía un vigilante de seguridad -de origen Dominicano, o quizá Cubano- inició una conversación telefónica con un amigo, que me hizo arquear las cejas y sonreír: a mi y a todos los allí presentes. Corrí a escribir la historia antes que se me borrara, pues no tenía desperdicio, por espontánea y fresca, la pena es que la llegada del metro me impidió escuchar el final. Esto fue lo que oí
¿cómo estás?
yo por aquí
haciendo la ronda:
pillé a dos gais con el "folleteo"
los saqué del baño
¡tu ya sabes!
Desde que cerraron el gimnasio: fatal,
¡pero fatal hermano!
........
Me he echado una novia, sabes
tiene buen corazón
me llama cada día
trabaja en La Caixa
es una chica inteligente
estudiada
está gordita, pero eso es lo de menos
todos los días voy a comer con ella
y me habla bonito
...
Una sonrisa para esta historia, por favor. Bien la merece, ¿no os parece?
Elena Larruy
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