jueves, 1 de octubre de 2020

LA FRAGILIDAD QUE NOS HABITA



Ahora ya sabemos que la vida es comer con un amigo en una terraza, ir de librerías, tomar el sol, ver una película en un cine, perderte por una calle desconocida, coger un tren.

Por eso, cuando la vida regrese, le pediremos menos cosas.

Y me acuerdo ahora de los restaurantes llenos, de las bodas, de las fiestas, de los viajes en autobús, en avión, en el metro.

Nostalgia de las rebajas de todas las tiendas y mercadillos de España, mi gran país, mi pobre país torturado y humillado.

Cuando esto termine, yo creo que jamás volveremos a dar un beso protocolario. Todos los besos se volverán besos poderosos, fuertes, grandes, sexis y salvajes.

Cuando regrese la vida, me verá guapo y elegante, como siempre.

Cuando ella vuelva, porque volverá, me encontrará bien dispuesto y a la orden.




Un poema de Manuel Vilas: LA ESPERA,








Junto a otros seis autores nos dejan testimonio de este tiempo inquietante de alarma mundial que  estamos viviendo  con el Covid19. 



Ada Salas - BOSQUE  
                         
                                     


Estos

pájaros

-ahora, sí, tan nítidos-

que oigo -su canto: esa luz-

convierten

la ciudad

en el centro de un bosque.

Apenas dicen nada

de la muerte

dicen:

yo soy

la primavera.

Estoy de nuevo aquí.

Me acerco a tu ventana luego

dicen:

también

entre el horror

más pura

la belleza.


Felipe Benítez Reyes - EL ENFERMO




Instalado en la pureza más sola del dolor,

en un territorio incontaminado

donde no vive más que el dolor puro,

como una identidad desvanecida

que se ha llevado el aire,

¿con qué sueña?

¿Aristas que se juntan,

espirales letárgicas que giran,

un abismo al abismo...?

¿Qué narratividad rige su sueño?

En su sueño agitado, ¿qué sucede?

¿Qué hay dentro de cada cual que no es de nadie?

En esta asepsia clínica, en este plenilunio de la nada,

¿qué se puede soñar cuando ya solo queda

la pureza más sola del dolor?



Marwan - UN EXTRAÑO UTENSILIO




Me llevo a papá al hospital,

le está costando respirar.

Son las 21:35 del miércoles 25 de marzo.

Las calles son pasillos de geriátrico.

El miedo toma forma real,

se acomoda en mi familia.


Mi padre está peleando contra el aire

en una habitación de un hospital del sur de Madrid.

Mi hermano es enfermero allí,

él lo cuidará, nos decimos,

buscando la suerte en la desgracia.

Pero nada es fácil,

la angustia es una goma elástica,

el miedo, un tubo de ensayo,

vivo en una de las negrísimas pinturas de Goya.


La esperanza es solamente un extraño utensilio

que hoy sostengo entre las manos,

el tiempo un lento tren que no quiere atravesar el paisaje.

Soy el niño que llora por el dolor del hombre

que no puede sostenerle la mano a su padre.


La rama es fuerte, la vida, un pez remontando río arriba,

papá se recupera.


¿Cómo no pensar en ellos,

en los que se quedaron colgados

como una chaqueta en la última conversación

con un familiar del que no se pudieron despedir?


La esperanza es solamente un extraño utensilio

que se sostiene entre las manos.



Joaquín Pérez Azaustre - REPATRIACIÓN



(Vuelo Argel-Madrid, 31 de marzo, 2020)

Dile a un padre que suba en ese avión

sin mirar atrás.

Que lo importante es él, que piense en él,

y no en el ángel bueno y laborioso

que intentó deslizar sobre el jardín

de las horas felices, con su bruma de espanto.

Dile al padre más fuerte que no es nada la fuerza

de su voz siempre alegre, dile que la custodia

se impone a los minutos y debe decidir

regresar a la vida o inmolarse después.

Dile a un padre que olvide que las manos pequeñas

hoy pudieron subirse en el último vuelo

y afrontar la batalla de las horas del día.

Dile a un padre que rece.

Y que sueñe palabras consulares de amparo

porque no queda tiempo de escribir su novela

de patria potestad.

Dile al padre que un día los ojos verdaderos

de los hombres que escriben su geografía de amor

volverán a encontrarse en un fuego lejano




Ana Merino - EL HECHIZO



Este presente de remolino

de gotas invisibles,

de veneno minúsculo,

de susurros distantes.


Calendario perplejo de días repetidos

que intuyen el enigma

de la fragilidad que nos habita.


Qué despierte esa idea del pensamiento pleno,

la energía anhelada,

el sueño solar de las alquimias,

que se inventen la fórmula del cielo

y encuentren su respuesta

en los laboratorios

y rompan este hechizo.




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