Los cuentos sufís son relatos, fábulas, leyendas, parábolas y poesías que despiertan el camino del corazón y la intuición a través de la palabra. Palabras sencillas pensadas con amor, e inspiradas para ser observadas, como se observa un hermoso jardín. No tratan de convencer ni adoctrinar, sino de seducir al lector que encuentra, con asombro y prodigio, las respuestas que le ayudaran a conocerse mejor.
En plena noche, un amigo se encuentra con otro que está en medio de la calle buscando algo por el suelo, bajo la luz de un farol. Le pregunta qué hace y el otro le responde que está buscando la llave de su casa. El amigo se agacha y le ayuda a buscar la llave. Al cabo de un buen rato de estar remirando todos los rincones de la calle y de no encontrar la llave, le pregunta si está seguro de haber perdido la llave allí y el primero le responde: "No, aquí no se cayó. La perdí allí, en la oscuridad, pero aquí hay luz para buscarla".
El conocimiento de uno mismo, el universal "conócete a ti mismo", debe ser buscado en las zonas más oscuras, incómodas y confusas del propio ser.