Cada noche me acuesto agradeciendo tres cosas buenas que me han pasado durante el día; ayer me sentí agradecida por ayudar a una amiga que me pidió un favor. Cada vez que puedo echar una mano, a alguien que me lo pide, el sentimiento de agradecimiento es mutuo. «La recompensa de una buena acción está en haberla hecho.» decía Séneca. El segundo motivo fue el disfrutar de un libro que estoy leyendo, por segunda vez, de María Negroni, El corazón del daño, que me lleva a meterme en las cavernas más profundas de las entrañas: me gustan esos paisajes, que otros rechazan, y la tercera cosa que agradecí fue el bocadillo crujiente de pan gallego con chorizo ibérico que me comí con deleite en el desayuno; a solas en una cafetería, seguido de un cortado, mientras elucubraba las tareas del día que tenía por hacer.
El agradecimiento debería ser una actitud frene a la vida, ese tipo de agradecimiento que se guarda en conserva en el corazón, y que siempre se tiene para ofrecer.
¡Tenemos tanto que agradecer! No solo por las cosas que recibimos, también por aquellas otras que no vemos pero que están siempre ahí, embelleciendo el paisaje de nuestra existencia, haciéndola más llevadera. Cómo hace Oliverio Girondo en su poema Gratitud
Gratitud
Gracias aroma
azul,
fogata
encelo.
Gracias pelo
caballo
mandarino.
Gracias pudor
turquesa
embrujo
vela,
llamarada
quietud
azar
delirio.
Gracias a los racimos
a la tarde,
a la sed
al fervor
a las arrugas,
al silencio
a los senos
a la noche,
a la danza
a la lumbre
a la espesura.
Muchas gracias al humo
a los microbios,
al despertar
al cuerno
a la belleza,
a la esponja
a la duda
a la semilla,
a la sangre
a los toros
a la siesta.
Gracias por la ebriedad,
por la vagancia,
por el aire
la piel
las alamedas,
por el absurdo de hoy
y de mañana,
desazón
avidez
calma
alegría,
nostalgia
desamor
ceniza
llanto.
Gracias a lo que nace,
a lo que muere,
a las uñas
las alas
las hormigas,
los reflejos
el viento
la rompiente,
el olvido
los granos
la locura.
Muchas gracias gusano.
Gracias huevo.
Gracias fango,
sonido.
Gracias piedra.
Muchas gracias por todo.
Muchas gracias.
Oliverio Girando,
agradecido
azul,
fogata
encelo.
Gracias pelo
caballo
mandarino.
Gracias pudor
turquesa
embrujo
vela,
llamarada
quietud
azar
delirio.
Gracias a los racimos
a la tarde,
a la sed
al fervor
a las arrugas,
al silencio
a los senos
a la noche,
a la danza
a la lumbre
a la espesura.
Muchas gracias al humo
a los microbios,
al despertar
al cuerno
a la belleza,
a la esponja
a la duda
a la semilla,
a la sangre
a los toros
a la siesta.
Gracias por la ebriedad,
por la vagancia,
por el aire
la piel
las alamedas,
por el absurdo de hoy
y de mañana,
desazón
avidez
calma
alegría,
nostalgia
desamor
ceniza
llanto.
Gracias a lo que nace,
a lo que muere,
a las uñas
las alas
las hormigas,
los reflejos
el viento
la rompiente,
el olvido
los granos
la locura.
Muchas gracias gusano.
Gracias huevo.
Gracias fango,
sonido.
Gracias piedra.
Muchas gracias por todo.
Muchas gracias.
Oliverio Girando,
agradecido
Y a ti ¿Qué cosas te hacen ser agradecido/a?. Cuéntame tres cosas buenas que te han pasado recientemente y te han hecho sonreír y decir: gracias, gracias. ¡Cuéntamelas!
Hay muchas cosas por las que doy gracias. Por haberme despertado y que mis ojos puedan continuar viendo. Por poder Sentir el Amor de mi esposa. Por Sentir cada día lo que en realidad Soy. En fin, ya ves, hay muchas más, pero con estas tres ya me doy por satisfecho.
ResponderEliminarUn abrazo y muchas gracias por hacerme participe de tus escritos un besito.
Me viene a la cabeza J.Ángel, la letra de la canción que dice "Gracias a la vida, que me ha dado tanto..." de Violeta Parra.
ResponderEliminarLas cosas que tu nombras son las que nos hacen tener una sonrisa permanente en la cara; sonreír es también una manera de agradecer.
Cuando repaso el día buscando tres cosas por las que dar las gracias, menudeo, busco en lo pequeño, en aquello que nos pasa desapercibido, o que nos pasa por primera vez, o que no siendo la primera nunca hemos reparado en agradecer, también y lo extraordinario.
Ayer estuve en casa de un familiar celebrando un cumpleaños, éramos un grupo grande, cuando llegué a la cocina encontré a mi tía Eva, que pronto cumplirá 90 años, su cabeza está lúcida y su generosa sonrisa intacta y acogedora, cuando la estreché entre mis brazos la levanté en volandas y no le di una vuelta porque había mucha gente y poco espacio. Poder decirle que la quería así, me hizo dar las gracias anoche, al acostarme.
Gracias amigo J.Ángel
Gracias por tus
Me siento muy identificada con el tema que tocas hoy Elena, Por la noche agradezco todo lo del día, sea bueno o no, cuando me levanto, el solo echo de levantarme ya lo agradezco. Cuando algo no me ha gustado, me pregunto que me enseña, y lo agradezco también. Para mi el agradecimiento es primordial.
ResponderEliminarUn beso
M.Dolors
Muchas gracias por tu comentario M.Dolors. Ser agradecido nunca está de más, cuando lo hacemos de verdad. Yo insisto en el agradecimiento inverso: cuando damos, en el echo de dar ya hay un motivo de agradecimiento, creo que hay mucha gente que no lo sabe.
ResponderEliminarUn abrazo grande amiga M.Dolors
Bonita reflexión que ya tengo en cuenta y que a pesar de haber padecido una gran pérdida personal.. doy las gracias por los acontecimientos diarios que van nivelado la balanza. Como poder vivir junto al mar, el cual disfruto a diario, poder plasmar sobre el lienzo lo que siento y compartir con buenas amistades. Gracias Elena. Carmen.
ResponderEliminarEsas tres cosas que nombras son grandes cosas que han acontecido en los últimos doce meses en tu vida, que te tienen muy contenta y agradecida, lo se, pero lo que yo propongo son esas otras pequeñas que pasan inadvertidas y nos hacen sonreír, piensa en ello Carmen. Gracias por comentar
ResponderEliminarElena,
ResponderEliminarhace unos días leí :" La gratitud es una de las formas de SER y ESTAR más elevadas"
Así lo creo yo también, por eso es muy importante no olvidarse de la importancia de AGRADECER. Pienso que es como sintonizar con un dial en el canal correcto, como decirle a la vida quiero más de esto que me hace SENTIR BIEN. Reflexionar sobre ello nos permite RECONDUCIR nuestra vida en el caso de que te resulte difícil lograr encontrar aquello por lo que estar agradecido.
Siento que algunas personas, dedicadas a ver qué está mal en sus vidas se pierden lo provechoso de hacer lo contrario y me cuesta entender que no se lo planteen .Cuánto mejoraría sus vidas con un ejercicio tan SENCILLO.La SENCILLEZ qué cualidad tan grande y provechosa.
Yo agradezco tener la familia que tengo, la salud que tengo ( sustancialmente mejorable pero doy gracias por la que sí tengo) , doy gracias por todas las personas ,que como tú, contribuyen a mejorar mi VIDA 🤗🙏
Raquel Muíño Varela
Yo también creo que la palabra gracias debería estar siempre en nuestra boca. Cuando doy un vistazo por el mundo y cuando me quejo me recuerdo que vivo en un país privilegiado, en un entorno privilegiado, con una familia privilegiada.
ResponderEliminarLa sencillez escuché el otro día a una paleontóloga que decía: "la sencillez del sabio", ese ser que casi todo lo sabe y no presume de nada: que extraordinario, cuanto que aprender, verdad?
Gracias infinitas (como tu dirías) por el tiempo que me dedicas Raquel. Y gracias porque tú también mejoras mi vida.
Que bonita y poderosa es la gratitud. Agradecer todo en la vida, es mi manera de vivir. No hay ni bueno ni malo, ni fácil ni difícil, solo experiencias y situaciones que vivir y gestionar. Yo siempre agradezco todo. Por difícil que pueda parecer cualquier situación que nos llegue, tengo comprovado y al cabo del tiempo que siempre es mayor el beneficio aportado que el sufrimiento o dolor padecido. Grácias vida!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu enriquecedora reflexión. Pienso como tu, solo que se me olvida muchas días agradecer. Y lo hemos de hacer, hasta en las situaciones más controvertidas y con las personas que nos lo ponen más difícil, porque como tu dices agradecer es una forma poderosa de estar y de ser. Un abrazo grande amiga.
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