LA VIDA COMO LOS CUADROS CONVIENE MIRARLA CUATRO PASOS ATRÁS
Espero morir como he vivido, respetándome a mi mismo como condición para respetar a los demás y sin perder la idea de que el mundo debe ser otro y no esta cosa infame.
El ser humano no recibió el don de la palabra para ocultar sus pensamientos.
Cuanto más viejo más libre y cuanto más libre más radical.
Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal.
Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal.
En democracia el ciudadano debe elegir, que yo sepa las multinacionales no se presentan a las elecciones y tienen el poder efectivo, real. Es una comedia de engaños.
La vejez empieza cuando se pierde la curiosidad.
Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es exactamente lo que somos.
Dicen que el tiempo cura las heridas, pero nadie ha vivido lo suficiente para probar dicha teoría.
El poder lo contamina todo, es tóxico. Es posible mantener la pureza de los principios mientras estás alejado del poder. Pero necesitamos llegar al poder para poner en práctica nuestras convicciones. Y ahí la cosa se derrumba, cuando nuestras convicciones se enturbian con la suciedad del poder”.
...la voz pública que, como sabemos, es capaz de jurar lo que no vio y afirmar lo que no sabe.
¿Qué clase de mundo es éste que puede mandar máquinas a Marte y no hace nada para detener el asesinato de un ser humano?
Ahora, no hay duda de que la búsqueda incondicional del triunfo personal implica la soledad profunda. Esa soledad del agua que no se mueve.
Ni la juventud sabe lo que puede ni la vejez puede lo que sabe.
Al igual que el hábito no hace al monje, el cetro no hace al rey.
Cuanto más te disfraces más te parecerás más a ti mismo.
Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver pero que no miran.
Vamos hacia los quinientos canales de televisión, y ¿para qué sirven? para que la gente no cuestione el poder.
Nuestra única defensa contra la muerte es el amor.
Solo si nos detenemos a pensar en las pequeñas cosas llegaremos a entender las grandes.
El problema es que la derecha no necesita ningún ideal para gobernar, mientras que la izquierda no puede gobernar sin ideales.
No nos faltan movimientos sociales reclamando un mundo diferente, pero si no nos coordinamos de manera internacional, el capitalismo simplemente se ríe de estas pequeñas organizaciones.
He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro.
Los escritores viven de la infelicidad del mundo. En un mundo feliz no sería escritor.
Haber sido despedido es lo mejor que me ha pasado en la vida. Me hizo pararme a reflexionar. Fue mi nacimiento como escritor.
Creo que soy una persona que no se complica la vida. Siempre he vivido mi vida sin dramatizar, procurando vivir cada momento, ya fuese bueno o malo.
En ocasiones es mejor conformarse con lo que uno tiene con tal de no perderlo todo.
La sociedad ha de cambiar, pero los poderes políticos que poseemos actualmente no son suficientes para efectuar este cambio. Para ello, el sistema democrático en su totalidad habría de ser rediseñado.
Podemos escapar de todo excepto de nosotros mismos.
Las conciencias permanecen en silencio más de lo que deberían.
Si soy sincero hoy, ¿qué importa si me arrepiento mañana?
La actitud de altanería insolente es propia de las relaciones que los americanos forman con aquello que les es extraño.
Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio, que es bueno para mi salud, pero nunca he escuchado a nadie que le diga a un deportista: tienes que leer.
En realidad no soy novelista, sino un ensayista fracasado que empezó a escribir novelas porque no sabía cómo escribir ensayos.
El peor dolor no es el que se siente en el momento, sino el que se siente más tarde cuando no hay nada que se pueda hacer.
Para continuar viviendo, hemos de morir. Esa es la historia de la humanidad, generación tras generación.
Usamos las palabras para entendernos los unos a los otros, y algunas veces, para encontrarnos.
Nunca me han gustado los “héroes positivos” de la literatura. Casi siempre son clichés, copias de copias, hasta que se ha trillado el modelo. Prefiero la confusión, la duda, la inseguridad; no simplemente porque es material crudo y productivo, literariamente hablando, sino porque es como realmente somos los humanos.
Cada segundo que pasa es una puerta hacia el futuro. Pero quizás sea más acertado decir que el futuro es inmenso vacío del cual se nutre el eterno presente.
El mundo está gobernado por instituciones no democráticas: el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio, etc.
El poder real es económico entonces no tiene sentido hablar de democracia.
Es incomprensible que haya personas que participen en elecciones y referéndums de manera democrática, y que luego sean incapaces de aceptar la voluntad democrática del pueblo.
No dudo que el hombre pueda vivir solo perfectamente, pero estoy convencido de que empieza a morir tan pronto como cierra la puerta de su casa tras de sí.
El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir.
En todas las etapas siempre hay nuevas maravillas que sorprenden al ser humano hasta que se acostumbra y pierde el interés.
La gente vive bajo la ilusión de que tenemos un sistema democrático, pero eso es únicamente la forma externa de dicho sistema. En realidad vivimos en una plutocracia, el sistema de gobierno de los ricos.
Discúlpame si lo que es pequeño para ti, lo es todo para mí.
La abstención significa que te quedaste en casa o que fuiste a la playa. Al votar en blanco estás diciendo que tienes una consciencia política, pero que no estás de acuerdo con ninguna de las opciones políticas disponibles.
No tenía libros en casa. Empecé a frecuentar una biblioteca pública en Lisboa, donde, sin ninguna ayuda excepto la curiosidad y el afán por aprender, mi gusto por la lectura empezó a desarrollarse y refinarse.
Las palabras que vienen del corazón nunca son dichas, se atoran en la garganta y solo se pueden leer en los ojos de los demás.
Leer es probablemente otra manera de estar en un lugar.
Existen esos momentos en la vida, cuando mientras el cielo se abre, es necesario que una puerta se cierre.
Tal vez solo en un mundo ciego las cosas se verían como realmente son.
La única cosa más aterradora que la ceguera es ser el único que pueda ver.
Sabes el nombre que te fue otorgado, pero no sabes el nombre que tienes.
Nunca consideramos que las cosas que los perros saben de nosotros son cosas de las que no tenemos ni la más mínima idea.
Un árbol llora cuando lo cortan, un perro aúlla cuando le pegan, pero un hombre madura cuando le ofenden.
El caos no es más que el orden esperando ser descifrado.
La duda es el privilegio de aquellos que han vivido por un largo tiempo.
Cada parte en si misma constituye el todo a lo que pertenece.
No es que sea pesimista es que vivo en un mundo pésimo.
La muerte definitiva de un escritor tiene lugar cuando absolutamente nadie lee sus libros. Esa es la verdadera muerte.
La muerte está presente cada día de nuestras vidas. No es que ello me produzca una fascinación morbosa, pero es una de las verdades de la vida.
La novela no es un género literario, sino un espacio literario, como un mar que se alimenta de muchos ríos.
No hay personas inocentes; cuando uno no hes culpable de un crimen, es indefectiblemente culpable de una falta.
La naturaleza humana es, por definición, habladora, imprudente, indiscreta, chismosa, e incapaz de cerrar la boca y mantenerla cerrada.
El humano es un ser que está constantemente en construcción, pero también, y de manera paralela, siempre en un estado de destrucción.
No solo escribo, sino que escribo lo que soy.
Acaso no sabes, si no das un paso fuera de ti mismo, nunca descubrirás quién eres.
Todo en la vida es un uniforme; el único tiempo que nuestros cuerpos están realmente vestidos de civil es cuando estamos desnudos.
La importancia que tiene usar una palabra en vez de otra, aquí, más allá, un verbo más certero, un adjetivo menos visible, parece nada y finalmente lo es todo.
Tus preguntas son falsas si ya conoces las respuestas.
Un estómago acostumbrado a pasar hambre se satisface con muy poco.
La memoria es selectiva y tiende a borrar las partes más duras, va armando un recuerdo basado solo en lo más dulce...pero hay que tratar de ser honestos.
¿Acaso nadie entiende que matar en nombre de Dios solo te hace un asesino?
Como todo lo demás en esta vida, dejemos que el tiempo tome su curso y encontrará soluciones
No creo en dios y no me hace ninguna falta. Por lo menos estoy a salvo de ser intolerante. Los ateos somos las personas más tolerantes del mundo. Un creyente fácilmente pasa a la intolerancia. En ningún momento de la historia, en ningún lugar del planeta, las religiones han servido para que los seres humanos se acerquen unos a los otros. Por el contrario, sólo han servido para separar, para quemar, para torturar. No creo en dios, no lo necesito y además soy buena persona.
Graaaande Saramago!!! muy grande.
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