Artista Faig Ahmed |
Hay un silencio de paz cuando las tribus están reconciliadas, cuando la noche recoge su frescor; es como si hiciéramos alto con las velas recogidas, en un puerto tranquilo. Hay un silencio de mediodía cuando el sol suspende los pensamientos y los movimientos. Hay un silencio falso cuando el viento del norte ha cedido y, la aparición de insectos arrancados, como polen a los oasis del interior, anuncia la tempestad del Este, que trae arena. Hay un silencio de confabulación cuando se sabe, de una tribu lejana, que está fermentando. Hay un silencio de misterio cuando se anudan los indescifrables conciliábulos entre árabes. Hay un silencio tenso cuando el mensajero tarda en volver.
Un silencio agudo cuando se retiene la respiración, por la noche, para escuchar. Un silencio melancólico si se recuerda a quien se ama.
Carta a un rehén
Antoine de Saint-Exupéry
fragmento.
A veces, en Octubre, es lo que pasa…
Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frío oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;
cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,
como susurros que dispersa el viento;
entonces,
ya se sabe,
es lo que pasa:
esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.
No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.
Ángel González