Artista Arturs Akopjans |
yo que desafino entre líneas ensimismada en la nube del cerro que abrigo sueños de escarcha y pinto esperanzas turquesa yo que acompaso soledades con sonatas de Bach Jazz y poesía mi dulce amiga y yo que siempre me ando buscando y que cuando me encuentro ya no soy la misma yo que me despacho y atiendo con sorpresa y amable sentimiento y yo que no aguanto la estupidez ajena y la propia me la cuestiono para disculpar la exigencia yo que sin dudarlo disparo a bocajarro sobre los lerdos ni me propongo antes apuntar ni quiero solo tomo notas precisas y me ajusto al silencio cuando observo actuar la inteligencia se me acabó la paciencia y el tiempo que en otros tiempos dediqué a los idiotas punto yo que por mimetismo me rechazo en la misma medida que me celebro que llevo máscara en la mano y yo que un día fui puerto y hoy isla ensanchando de destino cancelado ya me crecieron las alas y con ellas amo y vuelo hasta ti yo la que te quiere hasta la luna y su regreso y te lo canta bajito en tu descanso a la orilla de tu pecho mi pequeña Sira con tu cuerpo de koala agarrado al mio entre mareas subiendo y bajando corazón con corazón latido con latido en mi cuerpo navío surcando tu amoroso sueño y ya de vuelta en la casa cocino sueños con riesgo que nadie gusta probar yo que sin ser árbol di a la vida frutos mis raíces no tienen suelo ni son fronterizas son aéreas como mis sueños y yo que detesto las huidas que no sean para escapar del suelo que no consiento la mezquindad del perverso que con trampas se erige en amo y gobierna esclavizando y empobreciendo yo amiga de epitafios de irreverencias de ventanas anchas con vistas a futuros sin mercadeos y de puertas cerradas a pasados presentes en nuestra mirada y en nuestros actos yo que me importa más un pepino que las insignias las consignas las marcas registradas los trapos sucios los modelos impostados de la belleza que gran estafa y los combates verbales del bla bla bla de los expertos en nada con lenguas y bocas resueltas y entrenadas en la mentira y la trampa son tantos los ejemplos de bobos disfrazados de gente honrada y seria de buches llenos y egos inflados yo que no acepto las doctrinas para ovejas con su rumiar de rezos vacuos si supieran cuan sagrada me parecen las piedras con las que hablo y me abrazo y yo que río para dentro y levito de gozo leyendo versos de buenos poemas y respiro su belleza me descubre me reinventa amo todas sus hechuras cómo puedo yo proteger la poesía ponerla a salvo en el lugar merecido tanta sabiduría despreciada confundida y yo que de la ignorancia sé todo lo que se ha de saber y de lo que no sé y saben los otros aprendo me inspiro y mal compongo como hago ahora con este poema al que le sobran palabras yo que tan lejos estoy de ser casi perfecta otros alimentan esa falta para tenerme a su servicio por eso nos piensan y nos dictan conductas y pensamientos por eso tengo siempre a la duda en guardia la que me cuestiona la que mide la que pesa y pondera y resuelve yo ecléctica rara mendiga de conocimientos de palabras que me den brillo calor color orgullosa con acierto y desatino por ambas caras vestida y desnuda y nada posesiva que me enredo y me aclaro me crezco y me encojo como un gusano miedoso en su ovillo yo alma indignada que clama el rayo de un cielo que ajuste cuentas con los tiranos yo que en la noche recibo atenta el sabio consejo que la almohada apunta a mi oreja y que he necesitado muchas disciplinas de la ciencia y de la medicina para contar con cadencia repetidamente uno dos tres uno dos tres cuatro cinco seis que no me gustan las restas que no mejoran los tiempos ni las distancias a las metas de horizontes que valen alegrías y no las penas que nos cuentan los que llevan las cuentas que sentido tiene la vida pues si en el transcurrir de este acaudalado río no fluimos con gracia y ligereza yo que atrás dejé los edificios muertos las mentiras que los próximos me contaron sin ellos mismos saberlo y creí sobre las que construí edificios de cartón piedra con jardines esperando primaveras yo manca que imaginé personas que me tendieran manos personas que siguieran mis pasos yo coja entendí por fin que nadie que no sea yo vendrá a buscarme para salvarme yo que en ese recorrido dejé alientos y respiros que ahora necesito y no tengo y sobre todo ahora que soy mujer niña lo que más aprecio la inocencia como recuperar esa mirada tantas preguntas para tan pocas respuestas y yo que ni por encargo soy paciente porque nada espero ya solo ser calma y paz y que otros brazos arropen los mios cuando agotados nada sostengan y que la voz linterna siempre me acompañe yo principio que en la encrucijada de la sombra me convierto en estatua griega desmembrada porque soy como el gerundio siempre esperanzando aguardando que una nueva pierna me crezca y echar a correr por el camino que espera mis pasos con cualquier pretexto punto y suspiro
Elena Larruy
Texto inspirado en un poema de Berta Garcia Faet poema sobre mirar el cielo de noche y pensar muchas cosas