lunes, 3 de diciembre de 2018

MUJER DE AGUA Y ESPINAS

"A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra,  ninguna indiferencia lo cansa."



"La razón no me ha enseñado nada. Todo lo que yo sé me ha sido dado por el corazón"
Pensamientos de León Tostoy



Por el mero acto de vivir adquirí habilidades y escribí poesía, quién así se expresaba era el poeta Ángel González, el mismo que había sido adiestrado en el ejercicio de la paciencia y en la cuidadosa restauración de ilusiones sistemáticamente pisoteadas, el que se acostumbró muy pronto a quejarse en voz baja, a maldecir para sus adentros, y a hablar ambiguamente, poco y siempre de otras cosas; es decir al uso de la ironía, de la metáfora, de la metonimia y de la reticencia. De todo ello nos da buena cuenta su antología poética Palabra sobre palabra.

Este poema está inspirado en la poesía de Ángel González. Para él mi agradecimiento, admiración y cariño. 
También para Pepa, una vieja amiga, a la que me encontré hace unos días y al hilo de la conversación me dijo ¿Tu no crees Elena que estamos muy desaprovechadas? ¿No te pasa encontrarte en situaciones que tienes respuestas rápidas, solventes y acertadas  y has de esperar que algún incompetente, en teoría más apto, no te las de, o no las tenga, o sean malas.?  MUJER DE AGUA Y ESPINAS habla de eso, de cómo la sociedad retira la palabra, la mirada y la atención a la mujer valiosa y experta por el mero hecho de ser mayor. Triste y cautiva realidad.





M U J E R  D E   A G U A  Y  E S P I N A S



Los días pasan inexorables
inconmovibles al derrumbe de tus formas.
Cabe esperar de hoy
que sea lunes todo el día,
-con sabor a almendra amarga-
sin que un alma apuntale su caída.

Al sol la promesa, su intención.

Con la mirada puesta en el vacío
ajustarás cuentas
con el dios de Sabina,
en el paro,
y un cielo en liquidación.

Panzudas y perezosas las nubes
detendrán su vuelo cansado.
Sobre tu vieja casa
derramarán su llanto.

Y lloverá. Lloverá lluvia ácida y arena.

Abatida y húmeda,
tenderás al sol la esperanza,
como cada mañana,
como cada día de la semana
en un vano intento de rescatarla.

Iras a la compra, a la farmacia
darás los buenos días: mentirás,
freirás salmonetes para tu marido,
deshojaras el calendario y los días,
completarás las tardes de vacíos
y en sus intermedios estirarás las piernas
irás por harina para hacer un hojaldre.
Algún taller que otro entretendrá
tus tardes de hastío,
tu soledad, tu apatía.

Y esperarás,
mientras te abandona el día.
Esperarás las noticias de las nueve,
a consumir tu dosis de basura,
como ordenan los que mandan en tu mente,
en tu vida,
y te opinan.

Ganas tendrás de arremeter con furia
de gritar con rabia, sin medida,
de escapar de la ponzoña
de huir por la baranda,

pero no lo harás,
te irás a la cama con tus pastillas
y a la mañana siguiente
de una en una, bajarás las escaleras
obediente y pulcra.
Te cruzarás con los otros de tu quinta,
que nacieron mucho antes,
incompletos y grises,
con su receta en la mano
y su oferta de viaje.

Devaluados: medio vivos,
o medio muertos
que para el caso que nos ocupa
es lo mismo.

Es poco probable que mañana
sea martes,
todos los indicios apuntan
que este lunes durará dos días.

Mujer de aguas difusas
más sirena que pájara,
apta, convencida
convenientemente desaprovechada,
contracorriente,
oceánica
desencantada.

Por tu piel madura,
afluentes
por donde discurre la vida,

y se te escapa.

Elena


viernes, 23 de noviembre de 2018

LA SOLEDAD DE ALFONSINA Y EL MAR





F R E N T E  A L  M A R




Oh mar, enorme mar, corazón fiero

de ritmo desigual, corazón malo,

yo soy más blanda que ese pobre palo

que se pudre en tus ondas prisionero.



Oh mar, dame tu cólera tremenda,

yo me pasé la vida perdonando,

porque entendía, mar, yo me fui dando:

"Piedad, piedad para el que más ofenda".



Vulgaridad, vulgaridad me acosa.

Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.

Hazme tener tu cólera sin nombre:

Ya me fatiga esta misión de rosa.



¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,

me falta el aire y donde falta quedo.

Quisiera no entender, pero no puedo:

es la vulgaridad que me envenena.



Me empobrecí porque entender abruma,

me empobrecí porque entender sofoca,

¡Bendecida la fuerza de la roca!

Yo tengo el corazón como la espuma.



Mar, yo soñaba ser como tú eres,

allá en las tardes que la vida mía

bajo las horas cálidas se abría...

Ah, yo soñaba ser como tú eres.



Mírame aquí, pequeña, miserable,

todo dolor me vence, todo sueño;

mar, dame, dame el inefable empeño

de tornarme soberbia, inalcanzable.



Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza,

¡Aire de mar!... ¡Oh tempestad, oh enojo!

Desdichada de mí, soy un abrojo,

Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.



Y el alma mía es como el mar, es eso,

ah, la ciudad la pudre y la equivoca;

pequeña vida que dolor provoca,

¡que pueda libertarme de su peso!



Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...

La vida mía debió ser horrible,

debió ser una arteria incontenible

Y apenas es cicatriz que siempre duele.

Alfonsina Storni

miércoles, 21 de noviembre de 2018

EL HACER NATURAL DE LAS COSAS



Mujer con una jaula Jozsef Rippl-Rónai

Una jaula, una espera, un pájaro que se lo piensa,  un pincel maestro que abre puertas, un hermoso poema de Jacques Prévert.  


PARA HACER EL RETRATO DE UN PÁJARO


A Elsa Henríquez


Pintar primero una jaula
con una puerta abierta
pintar luego
algo lindo
algo simple
algo bello
algo útil
para el pájaro
poner luego la tela contra un árbol
en un jardín
en una arboleda
o en un bosque
esconderse detrás del árbol
sin decir nada
sin moverse…
A veces el pájaro llega rápido
pero también le puede llevar largos años
tomar la decisión
No desalentarse
esperar
esperar si hace falta muchos años
la rapidez o la lentitud que le tome al pájaro llegar
no tiene ninguna relación
con el éxito del cuadro
Cuando el pájaro llegue
si llega
guardar el más profundo silencio
esperar a que el pájaro entre en la jaula
y cuando entró
cerrar suavemente la puerta con un pincel
después
borrar uno a uno todos los barrotes
teniendo cuidado de no tocar las plumas del pájaro
Hacer luego el retrato del árbol
eligiendo la más bella de las ramas
para el pájaro
pintar también el follaje verde y la frescura del viento
el polvo del sol
y el ruido de los insectos sobre la hierba en el calor del verano
y después esperar que el pájaro se decida a cantar
Si el pájaro no canta
es mal signo
signo de que el cuadro es malo
pero si canta es buen signo
signo de que puede firmar
Entonces arranque suavemente
una de las plumas del pájaro
y escriba su nombre en un rincón del cuadro.









POUR FAIRE LE PORTRAIT D’UN OISEAU



Peindre d’abord une cage
avec une porte ouverte
peindre ensuite
quelque chose de joli
quelque chose de simple
quelque chose de beau
quelque chose d’utile
pour l’oiseau
placer ensuite la toile contre un arbre
dans un jardin
dans un bois
ou dans une forêt
se cacher derrière l’arbre
sans rien dire
sans bouger . . .
Parfois l’oiseau arrive vite
mais il peut aussi bien mettre de longues années
avant de se décider
Ne pas se décourager
attendre
attendre s’il le faut pendant des années
la vitesse ou la lenteur de l’arrivée de l’oiseau
n’ayant aucun rapport
avec la réussite du tableau
Quand l’oiseau arrive
s’il arrive
observer le plus profond silence
attendre que l’oiseau entre dans le cage
et quand il est entré
fermer doucement la porte avec le pinceau
puis
effacer un à un tous les barreaux
en ayant soin de ne toucher aucune des plumes de l’oiseau
Faire ensuite le portrait de l’arbre
en choisissant la plus belle de ses branches
pour l’oiseau
peindre aussi le vert feuillage et la fraîcheur du vent
la poussière du soleil
et le bruit des bêtes de l’herbe dans la chaleur de l’été
et puis attendre que l’oiseau se décide à chanter
Si l’oiseau ne chante pas
c’est mauvais signe
Signe que le tableau est mauvais
mais s’il chante c’est bon signe
signe que vous pouvez signer

traducción de Valeria Melchiorre


domingo, 18 de noviembre de 2018

SIENTE LA MAGIA DEL CHOCOLATE

LOS PLACERES DEBEN COLOCARSE EN LA VIDA LO MISMO QUE LAS COMAS EN UNA FRASE.
 Eugenie de Guerin


Untuoso, pasional, lúdico, fundente,  elegante, idílico, lujurioso, versatil, locura de adultos y de niños, intemporal, dulcemente prohibido, enloquecedor, erótico y espiritual, clásico y actual, nutritivo, satisfactorio, voluptuoso, humilde y lujoso, claro, oscuro, espeso, blando, duro, líquido, almendrado, alargado, redondo, cuadrado, festivo, calmante, aromático, humeante, escultórico, dulce y amargo,  inspirador, seductor, caprichoso,  mensajero, embriagador
                                                             ... El Chocolate




Un cuadrado oscuro de chocolate
tiene para los dientes
el mismo efecto sensual
que el lodo en los pies traviesos de la niñez.

En la lengua, la densa materia oscura
suelta saliva en rojos cauces.
El chocolate se disuelve en un dulce espeso fango
cuando lentamente se acarician los bordes
hasta que la tableta en la cavidad cálida
suelta aromas recuerdos y flores
en las distendidas papilas.
Ríos de chocolate
atraviesan encías y resquicios dentales
y el placer -que uno sabe fugaz-
da vueltas atrapado en la boca.

Devoro chocolate ahora que no te tengo
para, lícitamente y sin culpas,
abandonarme al erotismo.

Comiendo chocolate pienso en tu piel a mordiscos
pienso en tus piernas
tus pies
pienso en los manjares suculentos
de la vida.

Gioconda Belli
Placer de Chocolate



Comer Chocolate encoge la ropa...




CUANDO NADIE TE ENTIENDE EL CHOCOLATE ESTÁ AHÍ ...




sábado, 17 de noviembre de 2018

TODOS CON FLORENCIA

Imagen Elena Larruy


El día 9 de este mes Flor, para los amigos, se indispuso, se levantó de la cama y se desplomó en el suelo de su casa, un charco de sangre había inundado la parte derecha de su cerebro. Tan solo hacía siete días que Florencia había dado a luz, a su pequeño Santi. Ha transcurrido una semana y la joven madre sigue en su sueño, luchando por volver a casa. Adriana, su madre, mi amiga, hoy cumple años y pide un deseo: que su hija viva, que juntas puedan celebrarlo y volver a sonreír. Sus pequeños Luc y Santi y su familia toda la necesitan.


Encendamos todos un pensamiento con su llama de luz para Florencia


Para Adriana


Ahora es ella, tu pequeña,

la que lucha entre vías y agujas

la que sujeta a un tallo de cables

se afana en su carrera

como enredadera

buscando la luz.


Recibirás la llamada que te anuncie:

¡tu niña madre ya despertó!


Y al hacerlo 

lo mirará todo con mudo asombro

como mira la Flor que se abre

por vez primera.

Elena





TODOS CON FLORENCIA


martes, 13 de noviembre de 2018

ENSAYAR LA PALABRA ANTES DE USARLA



Voy buscando poemas  con los que dialogar en la red, como el buscador de metales busca joyas y monedas en la arena de la playa. Rastreo por todas las páginas, me adentro en sus fondos más profundos hasta encontrar aquello que persigo, nunca regreso de vacío. Lo mismo hago con las imágenes y con las musas a las que invito a participar del juego coral de mi página en blanco.
Encadenando movimientos un personaje se me acerca, su gesto me interesa, el acontecimiento que lo rodea, unas palabras que suenan auténticas empiezan a tomar forma Me quedo con un pensamiento, una frase en mi cabeza resuena, un nombre: Rafael, un apunte en mi conciencia; una intuición desencadena otra, que me anima  a seguir en la búsqueda y que acaba en feliz hallazgo; a veces es él, otras, como en esta ocasión, soy yo quien lo encuentra. Leo sus poemas, los ensayos, sus respuestas, lo busco de frente, quiero su mirada y lo que hay detrás de ella, me presento en su trabajo, lo observo, lo sigo con el mismo sigilo que en él y su palabra encuentro, doy con sus huesos, presiento su cara B, todos tenemos una cara B para cada ocasión y ahí estoy yo con mi alegría y mis ganas,  preguntándome de que cabo tirar para contar el acontecimiento y feliz encuentro.
Como bruñir el material, ordenar las palabras precisas, concisas, y elegir las buenas, para presentar a Rafael Cadenas, prestigioso artesano de la palabra, hombre pausado, defensor de lo humano, gran conocedor de sus incertidumbre y fragilidades, como lo presentan y lo presiento. Profesor universitario y gran poeta venezolano que en mayo de este año 2018 la Universidad de Salamanca le concedió el XXVII premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

No seré yo quien lo haga, no me alcanzan las palabras para tanto, mejor que os lo cuente su poesía y sus actos.




ARS POÉTICA


Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.

No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir
brillos a lo que es.
Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad.
Seamos reales.
Quiero exactitudes aterradoras.
Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis
palabras. Me poseen tanto como yo a ellas.

Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame
la impostura, restriégame la estafa.
Te lo agradeceré, en serio.
Enloquezco por corresponderme.
Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme.



MATRIMONIO


Todo, habitual,
sin magia,
sin los aderezos que usa la retórica,
sin esos atavíos con que se suele recargar el misterio.

Líneas puras, sin más, de cuadro clásico.
Un transcurrir lleno de antigüedad,
de médula cotidiana,
de cumplimiento.

Como de gente que abre a la hora de siempre.





DIFICULTAD

El actor destruye todo lo que pueda reflejarlo. En vez de la vía directa prefiere el interminable rodeo. Vive entre dilaciones, aguzando su capacidad de perder de vista, pasando por alto, mirando oblicuamente, escondiendo pruebas, alterando los hechos, elaborando versiones, poniéndole a todo su oscura sal.




A EMILY DICKINSON

¡Soy nadie!

¿Quién eres tu?

Eres nadie también. ¡

Entonces somos dos!

Pero no lo digas, tú sabes,

nos echarían.

¿Por qué preocuparse?

También nadie

vive ahí con ustedes.





TEMOR 

Alguien cierra una puerta a un hombre que enmudece, se mira en su celda de un solo respiradero y duda de que él mismo exista.

Algunas veces, por instantes, es sacado a ver sol, pero vuelve por sus propios pasos a su sitio.

Allí al menos sabe que sufre.


«En torno a Basho y otros asuntos» (2016)

Lo que no digo me persigue
se instala en el día,
lo corroe.

Ácido que iba a ser tinta
me azuza hacia adentro
donde se hastían mudeces.





EL QUE ES

Si alguien me toca, sólo me toca a mí, a ese mí orgulloso, ese mí que no deja franquear su claustro, y no a ese otro alguien, informe, vasto, neutro, que hace gestiones en la oscuridad.
Herirás al que puedes herir, a que no importa defender, al que no es nada.
No lastimarás a nadie, lastimarás a ese nadie que me cierra el paso.
No temas. Sufre mi guardián. El que debe desprenderse como fruto que he cultivado, usé y abandono.
El otro, oscuro, humilde y quieto, no necesita protección.
No será tocado ni herido. Ni padece ni se queja.
No será destruido.
Del libro «Falsas maniobras» (1966)



Rafael Cadenas


Cadenas nos habla en La Estafa Verbal de la importancia de la palabra en el lenguaje. Enhebra razones con su voz sencilla y trasparente y lo hace ayudado por la voz de otro gran nombre de la literatura Pedro Salinas.

Uno de sus poemas más emblemáticos DERROTA que escribió a los 23 años, del que dice ya no identificarse.


Ácto de entrega XXVII edición del Premio 2018 de Poesía Latinoamerica Reina Sofia otorgado por La Universidad de Salamanca al poeta venezolano Rafael Cadenas 





viernes, 9 de noviembre de 2018

LA ORACIÓN DEL VERDUGO





Tú eres mía

Tú, segunda persona de singular desgracia,
pronombre prometido al fracaso
sin nombre ni identidad,
realquilada en el sótano de un sujeto
que a su destino canalla te ata
y de ti se hace dueño.

Eres, presente sin futuro,
conjugación amordazada
a un degenerado deshecho humano
que te resta a la ecuación
de cero más nada,
y te subyuga a la condena
del cinturón y la cadena,
de la soga asesina
que el condenado verdugo
pasea en su mano.

En tu destino inmediato
de escarlata está escrito el credo
"a por ti voy, a degüello"
con su estribillo: 
Mía, sólo mía,
"Yo soy tu amo"
Te compré una jaula dorada
y un collar para tu cuello.
¡Yo te adoro, mi reina!
¡Si no eres mía, de nadie más serás!

Infame es la mentira
del amor que somete
miserable, el violento puño que tortura
fétido, el olor que su boca desprende
nada nuevo que la verdad no sepa.

Coge a tus cachorros y vete.
Ponle una cruz al maldito.
Seca tus lágrimas,
que nada te impida
mirar al frente.
Huye del que dice así quererte.
Deja el fuego encendido.
Quien a hierro mata
cenizas merece.

Elena












Aléjate también del que pone el teorema
 encima de la mesa
del culto que exhibe su inteligencia
 y apabulla son su tema,
-el que más domina-
para quedar siempre por encima.
Del elegante felino leonado
 de guante blanco
que atrapa a sus víctimas
 sin dejar rastro de ellas.
Del que todo te lo da
sin nada a cambio.



Para ellos, puente de plata.


Hay  un subtipo del maltrato más sutil, mucho más sigiloso, que no se deja notar, apenas se percibe, pues sus ejecutores mantienen una fachada enmascarada de  normalidad absoluta. Los que así actúan  son llamados depredadores emocionales o también vampiros. Personajes que apresan a personas próximas a su círculo: parejas, amistades, familia, para hacerlas dependientes y suyas en el terreno emocional.
Sus víctimas son personas por lo general abiertas, aptas, alegres, vitales, capaces, bondadosas, personas seguras de sí mismas. Características que el depredador necesita para suplir sus carencias y falta de confianza y estima. Los psicólogos cuentan de los depredadores que su comportamiento les viene de problemas de celos o de tipo emocional en la niñez,  algo se les quedó sin resolver, enquistando un conflicto. A diferencia del psicópata que vive sin  emociones, este sí las tiene, por eso necesita encontrar y dominar a personas que posean  las cualidades que a ellos les faltan.
Actúan en diferentes fases, primero aíslan a las víctimas de la familia y las amistades para hacerlas  dependientes de sí.
Segundo,  se erigen como salvadores, ya que su presa fácilmente se abandona en lo social y en lo personal.
Tercera, la fase del desconcierto y la de neutralizar a la víctima para un mayor dominio.
Y cuarta,  congelan a sus víctimas, se aseguran que no van a escapar,  las dejan  totalmente erosionadas con su yo personal roto, caídas en la angustia y la depresión.
Es muy difícil que estas personas escapen de entre sus garras, necesitan ayuda de expertos profesionales que reestructuren su percepción, pues la implicación emocional es tan fuerte que no les deja ver la magnitud del problema.
Existen diferentes personalidades del depredador pues se trata de  una figura muy camaleónica:
Están los despóticos, los que imponen, altamente agresivos, los que son más fáciles de detectar.
Los irresponsables, se dan más entre los jóvenes,  los que nunca tienen la culpa y dejan que los otros resuelvan.
Los seductores que van apabullando con su físico o con su dinero.
Los que van de cultos y en conversación ponen el teorema encima de la mesa, exhiben su inteligencia y siempre exponen el área que más dominan para quedar siempre por encima.
Los generosos, esos que siempre dan y siguen dando, en algún momento pedirán la vuelta de tanta dádiva.
Los humorísticos, los graciosos, los que se exhiben en la barra del bar  o en la reunión familiar y  juegan con la ironía, los que aprovechan el momento para contar alguna confidencia que les ha contado la víctima para así desvalorizarla.
Los hay sibilinos, de perfil psicológico  muy, muy sutil.
De entre todos, los peores son los perversos, figuras muy astutas que utilizan todas las formas y  herramientas, ya sean psicológicas, jurídicas, de cualquier tipo, para someter y convertir a la víctima, y una vez que la tienen ya no la sueltan, son los más destructivos.

Cuando una persona sufre una depredación es muy difícil encontrar a la persona original. ¡Atención al depredador!


Hopper


jueves, 8 de noviembre de 2018

NO ME ARREPIENTO DE NADA

Desde la mujer que soy  a aveces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas, 
hacendosas, buenas esposas, 
dechado de virtudes, 
que deseara mi madre. 



No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas "niñas buenas" me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.

 Un poema de Giconda Belli

domingo, 4 de noviembre de 2018

ALEJARSE




Cuando recorremos los trayectos finales de nuestra historia personal los paisajes, los escenarios, los actores y figurantes que esperábamos encontrar cambian, porque nosotros cambiamos y cambia nuestra mirada. Atrás quedan personas que han estado en nuestras vidas de las que nos alejamos o se alejan  de manera natural, o no tan natural cuando nos sentimos heridos o malqueridos. Es entonces cuando interpretamos el papel del inocente, del que no ha hecho nada rechazable; negamos la culpa. Sin embargo sabemos, que todos sin excepción somos partícipes responsables de ese juego teatralizado del vivir donde ocultamos inseguridades, temores y culpas bajo muchas capas de maquillaje y bisutería. De todas las contiendas vividas, que no son pocas, aprendemos a convivir y encontrar nuestro sitio casi siempre con dolor, respecto, para al final, asumiendo nuestras debilidades tomar una decisión: quedarse o marcharse, esperar o movilizarse,  alejarse o estarse quieto, amar o tener miedo. De eso va este poema.




ALEJARSE


Aprender a irse con levedad,
sin más portazos.
Reponer la porcelana rota.
Plegar el dolor y su rumor
cuando se afloja.
Taponar la herida.
Sacudirse el frío.
Ser una tarde de Noviembre
huyendo, en silencio encendido.
Desentenderse de la memoria
en la noche,
no hacer fuego con las astillas.
Aquietarse con un poema.
Ser el árbol del paisaje;
quedarse quieto.
Dejar que todo transcurra,
es otra manera de marcharse.

Elena

miércoles, 31 de octubre de 2018

UN AMOR INTERMINABLE



Siempre es tiempo de poesía para el amor, como siempre es buen momento leer la extraordinaria poesía de amor de Ángel González. Aquí os dejo una pequeña muestra. 




MUERTE EN EL OLVIDO

Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
—oscuro, torpe, malo— el que la habita.





SI YO FUESES DIOS

y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso—;
entonces,

si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando —luego— callas…
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta).


¿Quien no aspira a un amor así de interminable?



También puso mucho amor y complicidad en la amistad.
Luis García Montero, Ángel González y Joaquín Sabina



ÁNGEL GONZÁLEZ a Susana Rivera


Esta fue la carta de despedida de Ángel González a su esposa, que entregó a su amigo, también poeta, Luis García Montero, para que le diera  lectura un día después de su funeral. Han pasado más de diez  años y su poesía me parece tremendamente recomendable y buena, llena de amor y ternura, pero también, crítica, irónica y hasta erótica. 


Querida Susi: Alguna vez tenía que ser, esto no hay quien lo evite. Sólo por una razón me entristece la muerte, porque ya no voy a volver a verte. Eres la persona que más quiero en este mundo, también la más honesta, la más íntegra, la más buena, la mejor. Gracias por toda l a fe l i c i d a d q u e m e d i s t e . Recuerda tú los momentos de felicidad que vivimos juntos y que esos recuerdos te sirvan de ayuda a estos momentos tristes. No te dejes dominar por la tristeza, trata de ser feliz y de que sobreviva en ti siempre ese maravilloso espíritu de alegría que tuviste siempre. No pierdas nunca la maravillosa sonrisa que te iluminaba el mundo, hazlo por el amor que sentí, que siento todavía cuando escribo ahora por ti. Con ese inmenso amor pienso y pensaré siempre en ti.
Un beso muy largo, interminable.
Ángel
“Este amor, ya sin mí, te amará siempre” Epitafio de Ángel González



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...