"Si quieres hablamos, aunque dudo mucho que nos entendamos"
La intuición no tiene argumentos para la lógica. Cuando la razón la interroga buscando respuestas que la convenzan: se equivoca. La intuición no se cuestiona.
La intuición es la voz de la experiencia madura.
Cuando la razón no tiene dudas ... dudo de ella.
Los esquemas y simetrías de pensamiento no saben resolver con eficacia cuando un meteorito -un imprevisto- atraviesa su estructura mental. La mente intuitiva lo resuelve en el mismo instante.
La seguridad que produce un pensamiento estructurado pronto deja de proteger, cuando no alterna y confía en el flujo de la otra voz: la intuitiva.
Al pensamiento razonado no le convence nada más que su propia razón. "Necesita una clase especial de audífonos"
Muchos creen que la intuición es la palabra de los ignorantes. No tener formación cultural no es de ignorantes. Los pueblos más primitivos no tienen, o tienen escasos conocimientos culturales y sin embargo actúan con una sabiduría natural innata: la voz del inconsciente intuitivo, que los hace valientes, longevos y felices.
La intuición no tiene dudas. Cuando duda no es intuición.
Una mente llena de datos es como una casa abarrotada de muebles, no hay sitio. La intuición necesita espacios libres donde poder dejar su mensaje.
Cuando formulas tu inquietud, tu dolor, tu duda ... y dejas de preocuparte con pensamientos repetitivos e inútiles, la respuesta llega: no dudes, esa es la certera.
La intuición no se hace preguntas ni necesita razones: no obstante a veces contrasta con ellas.
También cuando la intuición se cuestiona y plantea interrogantes es para estructurar y dar respuestas "coherentes" que las mentes más lógicas necesitan.
Las personas muy intuitivas se sienten a menudo infravaloradas y despreciadas.
Hay muchas cosas realmente hermosas fuera del alcance de la sesuda cabeza.
Para andar un camino equilibrado, no hay mejor manera que intuición y juicio se den la mano.
Observando e integrando sin hacer valoraciones se llega a la intuición.
La intuición como el amor no necesita ser explicado: se siente.
Todo lo que el juicio ordena para su entendimiento aburre soberanamente a la intuición.
La persona intuitiva gasta mucha paciencia en atender juicios y razonamientos: muchas veces rematadamente equivocados.
También es cierto que a la intuición en muchas ocasiones se la utiliza "alegremente" para explicar las tonterías de la ignorancia, cuando no hay más argumentos para convencer.
Nunca he dudado de la intuición, con ella he vivido en pareja toda mi vida. Nunca me ha fallado.
Doy un gran valor a esta cualidad intuitiva, más cercana a las mujeres, por lo que puedo apreciar. Personalmente con ella me siento tan acompañada como incomprendida.
Todo lo que sé sobre la intuición me lo he enseñado yo misma.
La intuición tiene mala prensa "no tiene nada que debatir" no hay conflicto.
La intuición resuelve con eficacía, no hace juicios, ni discute.
Si doy prioridad a la intuición es por creer que la mente racional está excesivamente valorada y por tanto en un continuo e injusto desequilibrio. Admiro a las personas cultas que han desarrollado su intelecto con conocimientos de cualquier saber y lo han hecho en profundidad, cualquier estudioso me parece digno de respeto y aprecio, pero a los que realmente admiro son los que también atienden al corazón, ese músculo intuitivo que no razona, ni cuestiona, ni se hace preguntas. Una mente intuitiva Siente y Asiste ... Es y Sabe con Certeza. Una inteligencia que solo tiene datos es una inteligencia muerta. Las personas talentosas son las que ponen su inteligencia en acción. No entiendo otra manera de vivir inteligente y armónica sin atender estos dos hemisferios cerebrales, el derecho y el izquierdo: razón y corazón.