“Todavía creo que nuestro mejor diálogo ha sido el
de las miradas. Las palabras, consciente o inconscientemente a menudo mienten,
pero los ojos nunca dejan de ser veraces. Si alguna vez he pretendido mentir a
alguien con la mirada, los párpados se me caen, bajan espontáneamente su
cortina protectora y ahí se quedan hasta que yo y mis ojos recuperamos la
obligación de la verdad. Con las palabras todo es más complejo, pero aun así,
si las palabras tratan de engañar, los ojos suelen desmentir a la boca”
Mario Benedetti
Niña indígena Australiana |