viernes, 27 de mayo de 2016

ESCULTURA EN PECHO

CONCURSO DE BELLEZA MASCULINA


          Tenso entró del mentón al talón,           
bajo oleosa constelación.

Sólo será seleccionado
quien como soga esté trenzado.



Del pescuezo un oso terrible
agarra (mas no hay tal osazo)
y tres jaguares invisibles
derriba de tres puñetazos.

Maestro de en jarras y a gachas
"bravo" le aclaman y él se inclina
con panza de veinticinco fachas
tras oportuna vitamina.


Wislawa Szymborska
Traducción de Xaverio Ballester

jueves, 26 de mayo de 2016

ELOGIO DE MI HERMANA

Mi hermana no escribe versos
y dudo que empiece de repente a escribir versos.
Lo sacó de mi madre que no escribía versos,
y de mi padre que tampoco escribía versos.
Bajo el techo de mi hermana me siento segura:
el marido de mi hermana por nada escribiría versos.

Barbara Perrin

Y aunque esto suene a obra de Adam Macedonski,
ninguno de mis parientes se dedica a escribir versos.

En los cajones de mi hermana no hay viejos versos,
ni recién escritos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a comer
sé que no es con la intención de leerme sus versos.
Sus sopas son exquisitas sin predeterminación
y el café no se derrama sobre sus manuscritos.

En muchas familias nadie escribe versos,
Pero si lo hacen, es raro que sea sólo una persona.
A veces la poesía fluye en cascadas de generaciones,
lo que crea peligrosos remolinos en sus mutuos sentimientos.

Mi hermana cultiva una buena prosa hablada,
y toda su escritura son postales de sus vacaciones
con textos que prometen lo mismo cada año
que cuando vuelva
me contará todo,
todo,
todo.

Wislawa Szymborska

domingo, 22 de mayo de 2016

A MI MADRE


Nos sentábamos en la terraza a contemplar la noche
¡Que estafa de vida hija!  me decía mi madre,
no vale la pena nada,
esta decrepitud
este estar viejo en cada espejo
en todos los reflejos y miradas.


Simbiosis PASCALE ARCHAMBAULT

¡que estafa hija!
aprovecha tu tiempo,
¡sé feliz!
Las horas  pasan, desolando esta casa,
lo que fui.

Éramos diferentes, yo y mi madre
tan diferentes como uña y pestaña,
y la extraño desde el mismo momento en que se fue:
a encontrar a  mi padre.

Ya nadie me llama y me dice
hija, ¿como estás?
y yo  te lo contaba por encima,
como una hija se lo cuenta a una madre,
me  interesaba más despertar tu sonrisa:
yo era el colchón de tu soledad
tu la almohada y la sábana de algodón
que arropaba mis desencantos.
  
Me contabas tu jornada,
de idas y venidas por el pasillo de casa
con tu rosario y tu perrita Luna:
acompañando tus pasos torpes;
hasta aquel  lunes a finales de abril,
que ya no regresaste.

Nuestras vidas fueron muy diferentes,
nos quisimos a distancia y  a medias:
tu a mi más.
Yo esperaba una maestra
y tu eras  agua inquieta de manantial.

Ojalá cuando hacías las maletas de tu último viaje
yo hubiera sido la asistenta atenta y servicial
que tu fuiste para mi.

Hoy que la distancia es insalvable,
que ya se acabó tu largo invierno,
siento que te quiero la otra mitad.

Los  armarios de tu casa,
conservan el olor a naftalina,
la que tu ponías entre las mantas.
Te hecho de menos, cuando en la cocina
preparo la salsa de almendras con ajo y perejil
y huele a tus manos, a tu entrega:
todo se impregna de ti.

No evoco a la nostalgia 
ni convoco a las penas, 
tampoco las paredes de mi casa la ocupan tus retratos: ahí no asoma tu alma.
Muy pocos me han hablado de ti, de tus actos generosos,
de tu bondad, de tu manera de querernos.
¿Hay más soledad que el vacío acompañando este duelo de orfandad?
Nadie habla de las madres muertas.

Me hidraté tanto de tu agua
que me he convertido en un hermoso jardín:
ellas si me hablan de ti:
las azucenas, las rosas,
las blancas calas,
el perfume de los jazmines . . .

¡Nunca mas estarás muerta!
Hoy mi amor es completo. 

Elena Larruy

jueves, 19 de mayo de 2016

EL NACIMIENTO DE SIRA

El nacimiento de Sira

¡Dios mío¡ te tengo.
Humeando en mis brazos tu cuerpo:
sagrado momento.
Pequeña, perfecta.
Campanas  vuelan en mi pecho.
Tu boca rastrea la fuente,
la mía gotea,
Amorosos mis labios, te encuentran.

                               Elena Larruy




martes, 17 de mayo de 2016

ENORME ES MI GOZO


Mi amor me hace universal y planetaria,
me une a los animales y las plantas,
me hace enorme,
 incontenible,
 inmensa.




Este es un fragmento de un hermoso poema que la poeta Nicaraguense Gioconda Belli escribió a su hija Melissa y que viene a colación un día como hoy que hemos salido de cuentas, digo hemos porque así lo siento; mi hija está a punto de dar a luz su primer retoño, es una niña, se llamará Sira. Enorme es mi gozo, mi amor completo. Aún sin haber visto su carita me llena de amor y ternura: TODO LO QUE SOY YO TE QUIERE Y TE CONOCE.


lunes, 16 de mayo de 2016

SIEMPRE FLOREZCO

MAYO

Artista INGRID ENDEL


No se marchitan los besos

como los malinches,

ni me crecen vainas en los brazos;

siempre florezco

con esta lluvia interna,

como los patios verdes de mayo



y río porque amo el viento y las nubes

y el paso de los pájaros cantores,

aunque ande enredada en recuerdos,

cubierta de hiedra como las viejas paredes,

sigo creyendo en los susurros guardados,

la fuerza de los caballos salvajes,

el alado mensaje de las gaviotas.

Creo en las raíces innumerables de mi canto.



Gioconda Belli

sábado, 14 de mayo de 2016

APUNTES DE FE

Me gusta mucho reflexionar acerca del acto creativo. Mi figura mental es que tengo que sacar un cisne de un ladrillo. El ladrillo es el poeta en bruto, las primeras versiones nunca me gustan, y el cisne es el poema trabajado, lo que más se acerque a la belleza.
                                                                                                                                                                                            Laura Yasan


Rafal Olbinski


Apuntes de fe


Creo en lo que se mueve detrás de la aspereza


creo en la instancia agotada de una promesa rota

creo en la inmediatez

creo en las despedidas

en los cuerpos vencidos por el peso de la parte que falta

creo en la vanidad

creo en lo efímero

en la trinchera que construye la noche con las piedras del día

creo en los pactos del azar

en la brutalidad de los sentidos

en esa dentellada que sufren los cimientos cada nueva estación

yo pego inútilmente la espalda a la pared

vivo en esa cornisa

tarde o temprano me romperé los dientes sin el menor estilo

sé predecir esa obviedad

creo en la conveniencia de recapitular

en la esforzada dignidad que me asiste

en los favores del instinto

más que en ninguna cosa

Laura Yasan

viernes, 13 de mayo de 2016

EVA ADVIERTE SOBRE LAS MANZANAS




"Love with all their Roots" by DDiArte

Eva advierte sobre las manzanas

                                                 "Allí te quedo en el pecho,
                                            por muchos años me goces"
                                                                                         C.M.R.



Con poderes de Dios
-centauro omnipotente-
me sacaste de la costilla curva de mi mundo
lanzándome a buscar tu prometida tierra,
la primera estación del paraíso.

Todo dejé atrás.
No oí lamentos, ni recomendaciones
porque en todo el Universo de mi ceguera
solo vos brillabas
recortado sol en la oscuridad.


Y así,
Eva de nuevo,
comí la manzana;
quise construir casa y que la habitáramos,
tener hijos para multiplicar nuestro estrenado territorio.
Pero, después,
sólo estuvieron en vos
las cacerías, los leones,
el elogio a la soledad
y el hosco despertar.

Para mí solamente los regresos de prisa,
tu goce de mi cuerpo,
el descargue repentino de ternura
y luego,
una y otra vez, la huida
tijereteando mi sueño,
llenando de lágrimas la copa de miel
tenazmente ofrecida.

Me desgasté como piedra de río.
Tantas veces pasaste por encima de mis murmullos,
de mis gritos,
abandonándome en la selva de tus confusiones
sin lámpara, ni piedras para hacer fuego y calentarme,
o adivinar el rumbo de tu sombra.

Por eso un día,
vi por última vez
tu figura recostada en el rojo fondo de la habitación
donde conocí más furia que ternura
y te dije adiós
desde el caliente fondo de mis entrañas,
desde el río de lava de mi corazón.

No me llevé nada
porque nada de lo tuyo me pertenecía
-nunca me hiciste dueña de tus cosas-
y saliste de mí
como salen -de pronto-
desparramados, tristes,
los árboles convertidos en trozas,
muertos ya,
pulpa para el recuerdo,
material para entretejer versos.

Fuiste mi Dios
y como Adán, también
me preñaste de frutas y malinches,
de poemas y cogollos,
racimos de inexplicables desconciertos.

Para nunca jamás
esta Eva verá espejismos de paraíso
o morderá manzanas dulces y peligrosas,
orgullosas,
soberbias,
inadecuadas
para el amor.


Gioconda Belli
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...