miércoles, 31 de octubre de 2018

UN AMOR INTERMINABLE



Siempre es tiempo de poesía para el amor, como siempre es buen momento leer la extraordinaria poesía de amor de Ángel González. Aquí os dejo una pequeña muestra. 




MUERTE EN EL OLVIDO

Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
—oscuro, torpe, malo— el que la habita.





SI YO FUESES DIOS

y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso—;
entonces,

si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando —luego— callas…
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta).


¿Quien no aspira a un amor así de interminable?



También puso mucho amor y complicidad en la amistad.
Luis García Montero, Ángel González y Joaquín Sabina



ÁNGEL GONZÁLEZ a Susana Rivera


Esta fue la carta de despedida de Ángel González a su esposa, que entregó a su amigo, también poeta, Luis García Montero, para que le diera  lectura un día después de su funeral. Han pasado más de diez  años y su poesía me parece tremendamente recomendable y buena, llena de amor y ternura, pero también, crítica, irónica y hasta erótica. 


Querida Susi: Alguna vez tenía que ser, esto no hay quien lo evite. Sólo por una razón me entristece la muerte, porque ya no voy a volver a verte. Eres la persona que más quiero en este mundo, también la más honesta, la más íntegra, la más buena, la mejor. Gracias por toda l a fe l i c i d a d q u e m e d i s t e . Recuerda tú los momentos de felicidad que vivimos juntos y que esos recuerdos te sirvan de ayuda a estos momentos tristes. No te dejes dominar por la tristeza, trata de ser feliz y de que sobreviva en ti siempre ese maravilloso espíritu de alegría que tuviste siempre. No pierdas nunca la maravillosa sonrisa que te iluminaba el mundo, hazlo por el amor que sentí, que siento todavía cuando escribo ahora por ti. Con ese inmenso amor pienso y pensaré siempre en ti.
Un beso muy largo, interminable.
Ángel
“Este amor, ya sin mí, te amará siempre” Epitafio de Ángel González



viernes, 26 de octubre de 2018

EL SECRETO DE LAS PIEDRAS

Las piedras son la base de la existencia, la estructura, el esqueleto que conforma un cuerpo con todos sus órganos vivos: árboles, montañas, bosques,  ríos, vegetación. La vida sin las piedras no sería posible, sin ellas no existiría el mundo que conocemos y en el que vivimos. Las grandes cadenas montañosas con su sistema vegetal soportan la naturaleza y el desarrollo de su ecosistema, fertilizan la tierra de sustancias minerales, la sostienen, la cubren de un manto donde germinan y se desarrollan todas las especies vegetales y animales, desencadenando el proceso evolutivo hasta la especie humana. Estamos de paso, nada nos pertenece por mucho que queramos trazar líneas fronterizas y parcelas. Somos especies en evolución, tan solo tenemos una minúscula y microscópica visión del conjunto al que pertenecemos, sabemos más verdad por lo que nos dice el corazón y nos cuentan las piedras que por lo que leemos en los libros. 

Imagen Elena Larruy


Por insólito que parezca
converso con las piedras con facilidad,
aparentemente no hablan
pero yo tengo esa facultad extraña,
esa  rareza de escucharlas
de entenderme con ellas.

Hace milenios
yo fui una de ellas.

Cuando salís al camino,
me contó una mal trecha,
que tomé en mi mano:
tropezáis,
una y otra vez nos golpeáis
nos echáis la culpa
de vuestra torpeza.
Nosotras que somos
testigos mudos de la historia,
que en nuestra piel
a base de golpes, esculpís la memoria
y derramáis la sangre.

Pasajeras del mundo
rodando desnudas sin bagajes
por los infinitos caminos
de los siglos, sin atajos,
hasta que el océano
nos encuentra
nos recoge
nos deshace.

Todos los perfiles
aristas y elocuencias
nos conforman:
humildes, arrogantes 
desbocadas, como bocas de feriantes.
Sumisas montañas
encadenando paisajes,
esperando su momento.
Obedientes piedras
discurriendo por meandros,
¡cuán parecida la vida a la nuestra!
arrastrada  por corrientes
de errores y aciertos.
Caídas y golpes
dándonos forma y consistencia.

O las otras,
las que la mano del hombre
arranca de la cantera
en desolado lienzo
y construye pirámides y templos
puentes
edificios, catedrales
mausoleos
estatuas magnas
sin nervio.

Las piedras  no se lamentan
permanecen estoicas
aguantan, soportan
asumen su destino heroico
cuando son decapitadas,
desmembradas
divididas y separadas
de su centro.

Se entretienen vagabundas
por los caminos del mundo:
lustros y siglos.
Se pierden, se reencuentran
se baten, se rompen en mil pedazos
descendiendo por laderas
y pendientes.

Dios sabe cuántos siglos aguardan
la  crecida violenta
del agua del deshielo
para rendirse a él en sacrificio.
O los menhires, alineados como soldados
entregados en actitud pétrea y eterna
esperando la sacudida
de un huracán
que los derribe
para por fin descansar
en la mullida tierra.

No, no tienen  boca las piedras
no se equivocan
ni  suspiran falsamente
por eso no mienten:
lo sé con certeza.
Atesoran misterios
en las cavernas recónditas
de las simas más profundas,
donde nada ni nadie penetra,
donde el silencio guarda sus secretos
y cristaliza pura la verdad del universo,
auténticos templos de piedra
que la naturaleza nos oculta
donde la fe no se hereda
ni existen los dioses justicieros,
espacio sagrado
donde la maldad no cabe.

Elena Larruy


martes, 23 de octubre de 2018

EXPOSICIÓN OBRA DE AURELIO HUGUET





El arte acerca a las personas, las hace más sensibles, nos ayuda a entendernos y relacionarnos mejor. Un cuadro nos invita a dialogar, nos trasmite sensaciones y emociones, nos interroga.
A los que estuvisteis con nosotros el pasado día 17 en la inauguración de la exposición, gracias. Vuestra compañía nos hizo sentir muy acompañados, arropados por vuestro calor y amistad, por las palabras que nos dedicasteis. Gracias por llenar la sala de sonrisas.
A todos aquellos que queráis disfrutar de su pintura y no estéis muy lejos de Barcelona podréis encontrar la dirección y horarios de la galería en el folleto que os dejo al final de la página, que estará abierta hasta el próximo 2 de Noviembre.




EL ARTE NECESITA ADEPTOS Y MIRADAS LIMPIAS




































lunes, 15 de octubre de 2018

TODO ESTÁ POR HACER



Ahora mismo enhebro esta aguja
con el hilo de un propósito que no digo
y me pongo a remendar. Ninguno de los prodigios
que anunciaban taumaturgos insignes
se ha cumplido, y los años pasan de prisa.
De nada a poco, y siempre con el viento de cara,
qué largo camino de angustia y de silencios.
Y estamos donde estamos, más vale saberlo y decirlo
y asentar los pies en la tierra y proclamarnos
herederos de un tiempo de dudas y de renuncias
en que los ruidos ahogan las palabras
y con muchos espejos medio enmascaramos la vida.
De nada nos vale la añoranza o la queja,
ni el toque de displicente melancolía
que nos ponemos por jersey o corbata
cuando salimos a la calle. Tenemos a penas
lo que tenemos y basta: el espacio de historia
concreta que nos corresponde, y un minúsculo
territorio para vivirla. Pongámonos
de pie otra vez y que se sienta
la voz de todos solemne y claramente.
Gritemos quién somos y que todos lo oigan.
Y al acabar, que cada uno se vista
como buenamente le apetezca, y ¡adelante!
que todo está por hacer y todo es posible.

Martí i Pol

domingo, 14 de octubre de 2018

ACTITUD Y PERSEVERANCIA

Cueva de Cala Blanca Ciutadella Menorca


“Una persona puede hacerse a sí misma feliz o miserable independientemente de lo que esté realmente sucediendo «fuera», tan solo cambiando los contenidos de su conciencia. Todos conocemos individuos que pueden transformar situaciones desesperadas en desafíos que superar, simplemente por la fuerza de su personalidad. Esta capacidad de perseverar a pesar de los obstáculos y retrocesos es la cualidad que la gente más admira en los demás y con justicia, porque es probablemente el rasgo más importante, no sólo para tener éxito en la vida, sino también para disfrutarla”.

Mihaly Csikszentmihalyi 
Una Psicología de la Felicidad
de su libro “Fluir (Flow)



sábado, 13 de octubre de 2018

EL SILENCIO HABLA




“Dependemos de la naturaleza no sólo para nuestra supervivencia física. También necesitamos a la naturaleza para que nos enseñe el camino a casa, el camino de salida de la prisión de nuestras mentes. Nos hemos perdido en el hacer, en el pensar, en el recordar, en el anticipar: estamos perdidos en un complejo laberinto, en un mundo de problemas. Hemos olvidado lo que las rocas, las plantas y los animales todavía saben. Nos hemos olvidado de ser: de ser nosotros mismos, de estar en silencio, de estar donde está la vida: Aquí y Ahora”
Eckhart Tolle
El silencio habla

miércoles, 10 de octubre de 2018

OTOÑO A DESTIEMPO





Es primavera
en mi jardín todo el año
por mucho que se empeñe
el calendario
en señalarme otoños
y regalarme ocasos.

Abro de mi casa las ventanas
autorizo al viento
que abata nostalgias y hojarasca
que se lleve el aire viciado.

De la alfombra de mi cuarto
sacudo la tristeza
vacío los armarios de inútiles recuerdos
limpio los cajones
de añoranzas viejas.

De mis húmedas memorias
achico el agua
desnudo el verso herido
quemo su ropaje viejo.

Es tiempo de deshielo
para este silencio
estacionado en sombras
que viene de muy lejos,
para este corazón creciente
que se anda buscando
deseoso de vuelo
y de pecado.

Nada de este Otoño
me interesa. Nada quiero
que no sea unas alas
para cambiar de paisaje,
y un vestido de fiesta
para esta alegría que me crece
por todo el cuerpo.

A ella me debo.

Gozosa a ti me entrego
con la libertad
del que sabe
que está haciendo
lo correcto
a destiempo.

Elena Larruy

domingo, 7 de octubre de 2018

ELEGÍ LA VIDA

Este poema de Rudyard Kipling,  es un canto a la vida,  la que se sobrepone día a día al cansancio, a la decepción, al abandono, al camino sin prosas y al desaliento. 





Elegí la vida un poema de Rudyard Kipling

No quise dormir sin sueños:
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena,
y no la vida vacía de quien no busca nada,
de quien no desea nada más que sobrevivir cada día.

No quise vivir en la angustia:
y elegí la paz y la esperanza,
la luz,
el llanto que desahoga, que libera,
y no el que inspira lástima en vez de soluciones,
la queja que denuncia, la que se grita,
y no la que se murmura y no cambia nada.

No quise vivir cansado:
Y elegí el descanso del amigo y del abrazo,
el camino sin prosas, compartido,
y no parar nunca, no dormir nunca.
Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,
y llegar más lejos,
habiendo disfrutado del paisaje.

No quise huir:
y elegí mirar de frente,
levantar la cabeza,
y enfrentarme a los miedos y fantasmas
porque no por darme la vuelta volarían.

No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones;
y no vivir lamentándome
por aquello que no pude cambiar,
que me entristece, que me duele,
por el daño que hice y el que me hicieron.
Elegí aceptar el pasado.

No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir a otro,
de dar, de compartir,
y no el resentimiento sucio que encadena.
Elegí el amor.

Y hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.

Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.

No quise vivir muriendo:
y elegí la vida.
Así podré sonreír cuando llegue la muerte,
aunque no la elija…
                                       …porque moriré viviendo.





sábado, 6 de octubre de 2018

TE DESEO








T E   D E S E O


Te deseo primero que ames,

y que amando, también seas amado.

Y que, de no ser así, seas breve en olvidar

y que después de olvidar, no guardes rencores.

Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,

sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos,

y que, incluso malos e inconsecuentes

sean valientes y fieles, y que por lo menos

haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así,

te deseo también que tengas enemigos.

Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,

para que, algunas veces, te cuestiones

tus propias certezas. Y que entre ellos,

haya por lo menos uno que sea justo,

para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil,

más no insustituible.

Y que en los momentos malos,

cuando no quede más nada,

esa utilidad sea suficiente

para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante,

no con los que se equivocan poco,

porque eso es fácil, sino con los que

se equivocan mucho e irremediablemente,

y que haciendo buen uso de esa tolerancia,

sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no

madures demasiado de prisa,

y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,

y que siendo viejo no te dediques al desespero.

Porque cada edad tiene su placer

y su dolor y es necesario dejar

que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste.

No todo el año, sino apenas un día.

Pero que en ese día descubras

que la risa diaria es buena, que la risa

habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras,

con urgencia máxima, por encima

y a pesar de todo, que existen,

y que te rodean, seres oprimidos,

tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un perro,

alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero

erguir triunfante su canto matinal,

porque de esta manera,

sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla,

por más minúscula que sea, y la

acompañes en su crecimiento,

para que descubras de cuantas vidas

está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero,

porque es necesario ser práctico,

Y que por lo menos una vez

por año pongas algo de ese dinero

frente a ti y digas: “Esto es mío”.

sólo para que quede claro

quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno

de tus defectos muera, pero que si

muere alguno, puedas llorar

sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre,

tengas una buena mujer, y que siendo

mujer, tengas un buen hombre,

mañana y al día siguiente, y que cuando

estén exhaustos y sonrientes,

hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar,

no tengo más nada que desearte.

Victor Hugo

martes, 2 de octubre de 2018

TU ABRAZO ENREDADERA

Este poema que compuse para una nieta, cuenta la alegría del reencuentro, de verla crecer desde la distancia, de nuestras confidencias en las noches de verano. Ella vive en otro país, sus papás están separados, nos visita a menudo, cuando el calendario escolar lo permite. Nunca nos hemos sentido separados, ni creo que jamás lo sintamos por muchas fronteras y kilómetros que se interpongan. 



Si tuviera una casa con porche y un jardín,
si fuera mayo
si tú fueras la flor que siempre has sido
y yo tu jardinera
adoptaría un perro de ojos negros 
atentos
un perro de orejas grandes
que supiera guardar secretos,
que le gustara el banjo y la música country
sentarse en la escalera del porche
para mirar el encendido de luces del cielo
anocheciendo la tarde,

contigo en mi regazo

y en el tuyo, el hocico del perro.

Cuando yo era primavera y tu flor de pitiminí
salíamos al fresco 

a contemplar los fuegos 
en las noches de Santa Ana

Ya entonces me pedías un perro. . .

Fuiste creciendo como cauce de río
que ensancha y riega cultivos viejos.

Muchos nombres te llamamos:
estrella, princesa, gorrión,
bombón,
compota de frambuesa,
presa de este corazón gastado de tanto uso
el que ahora se acelera y frena

sin causa ni secuencia.

Todos los nombres te merecieron:
hasta el de trucha,
        ¡nos mira sorprendido el perro!


Le contaríamos tus correrías por mi cuerpo
para alcanzar la mejilla

donde dejar tu beso
¿te acuerdas? 
Brincabas como un ladronzuelo, huyendo
entre carcajadas y prisas,
y yo tras de ti me arrancaba

tensa como flecha 
para vengar el lengüetazo

del húmedo
beso trucho. 

Ahora que te crecen las alas,
y que sólo te encaramas a mi cuello
para abrigarlo con tu abrazo,
siento que no importa el mes
ni el día
ni la estación del año,
ni que otras fronteras te habiten
ni que te cobije otro techo
ni siquiera que otras manos acaricien

tu pelo negro.

Aunque nos duela

no estar en primera fila de tu vida,
cuando el avión aterriza
y alegres salimos a tu encuentro
nos decimos para adentro:
       ¡ya está aquí la primavera!

Tus ganas de vernos,
de contarnos
de medir tu crecida
cuerpo a cuerpo en cada reencuentro,
las distancias que se acortan
de tu beso a mi beso:
ni tú te aupas
ni yo me agacho tanto.
Tu contagiosa alegría
siempre floreciendo
en los aeropuertos.
Ese  abrazo tuyo que se enrosca a mi cuello
como verde enredadera.
No hay flor que luzca tanto
ni brazos para mi cuello
que me gusten más
que tus abrazos.

¡Debieron llamarte Mayo!


Elena Larruy



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